Islamabad: tras las inundaciones, la economía continúa cayendo
A pesar de la aprobación de un préstamo del Fondo Monetario Internacional, los países aliados no están dispuestos a entregar dinero a Pakistán. La rupia sigue perdiendo valor. El riesgo no es sólo de una crisis alimentaria por la destrucción de las cosechas: el país podría acabar no pudiendo importar petróleo.
Islamabad (AsiaNews/Agencias) - La financiación del Fondo Monetario Internacional (FMI) no alcanza para que repunte la economía de Pakistán. Eso es lo que afirman varios expertos consultados por Nikkei Asia, según los cuales son necesarias medidas de emergencia más radicales.
Las recientes inundaciones han puesto al gobierno pakistaní en una difícil situación. Los daños se estiman en 30.000 millones de dólares. Además, pronto podría producirse una crisis alimentaria. La analista Maryam Zia Baloch sostiene que, con las cosechas destruidas por las inundaciones, Pakistán se verá obligado a exportar menos e importar más alimentos: "El país necesitará más dólares para cubrir los gastos de importación. Esto presionará definitivamente el tipo de cambio y la situación de la balanza comercial empeorará", explicó.
A finales de agosto, el FMI había aprobado un préstamo de 1.170 millones de dólares, que a su vez debía empujar a otros países a ofrecer ayuda financiera para evitar el colapso económico de Pakistán.
Los Emiratos Árabes Unidos y Qatar se negaron a transferir fondos directamente al State Bank of Pakistan. En vez de ello, optaron por realizar inversiones que, sin embargo, producirán sus efectos a largo plazo. Por otro lado, Arabia Saudita ha aceptado renovar un depósito de 3.000 millones de dólares por otro año más. Pero aún así, es poco probable que los problemas económicos de Pakistán encuentren una solución.
Según el economista Yousuf Nazar, los países extranjeros están cansados de ayudar a Pakistán, y la prueba está en que la comunidad internacional sólo ha prometido 600 millones de dólares de ayuda para las poblaciones inundadas de Sindh y Baluchistán.
La rupia pakistaní ha seguido perdiendo valor en las dos últimas semanas, llevando a 239 el tipo de cambio frente al dólar. La inflación llegó a 27,3%, la tasa más alta en 47 años. Las reservas de divisas son muy bajas y la devaluación de la rupia no atrae inversiones.
Nazar sugirió una serie de recomendaciones para reactivar la economía, entre ellas recortar los gastos de Defensa, aumentar los precios del combustible y reanudar el comercio con India e Irán. Pero la principal preocupación de Islamabad debería ser el suministro de energía: si Pakistán se queda sin dinero para comprar petróleo, el país podría quedar "paralizado". La inflación podría trepar al 70%, como en Sri Lanka. "No se puede esperar hasta tocar fondo; sería una estrategia equivocada", sostiene Nazar. "Pakistán debe actuar ahora, en vez de aguardar la ayuda de sus aliados", dijo. "La esperanza no es una estrategia".
10/08/2022 14:16