Islamabad, emergencia nacional por la invasión de langostas
Los insectos están destruyendo las cosechas en varias provincias del país. El gobierno destina 48 millones de dólares para hacer frente a la crisis. La oficina local de Caritas se queja por las demoras en la prevención y para afrontar la situación. Los productores y consumidores locales, golpeados por la destrucción. Un ministro bromea: “¡Coman langostas!”.
Lahore (AsiaNews) - El gobierno pakistaní declaró una emergencia nacional el 31 de enero, para hacer frente a una invasión de langostas del desierto que está destruyendo las cosechas en la provincia del Punjab, luego de causar estragos en el territorio de Sindh.
Solo considerando Sindh, las langostas han destruido cerca de 22.000 acres de suelo cultivado. Por primera vez en la historia del país, los insectos se han desplazado hacia el norte, llegando a la provincia del Khyber Pakhtunkhwa – las invasiones de 1993 y 1997 solo afectaron el territorio de Punjab y Sindh. Según el ministro de Seguridad Alimentaria de la Nación, Makhdoom Khusro Bakhtiar, la plaga de la langosta se debe al cambio climático.
El primer ministro Imran Khan ordenó la formación de un comité federal de alto nivel para afrontar la crisis. Los ministros y funcionarios de las cuatro provincias han aprobado un plan de acción nacional por un valor de 7,3 millardos de rupias (48 millones de dólares) para eliminar los enjambres de langostas.
Manshad Asghar, secretario ejecutivo de Caritas en Hyderabad (CPH), resalta que los medios locales no han publicado noticias sobre las zonas golpeadas y las personas afectadas, porque se quiere evitar que cunda la alarma entre la población. Sin embargo, las langostas han atacado rápidamente “distritos ya de por sí empobrecidos, con carencias hídricas y alimentarias”, afirma Ashgar al dialogar con AsiaNews.
En el 2018, CPH dictó cursos de formación para la gestión de ganado, cultivos y aguas, además de capacitar en la conservación de alimentos, forraje y semillas en los distritos desérticos de Nagarparkar y Tharparkar. Cinco mil personas participaron de este proyecto de formación, que se concluyó en marzo del 2019.
El director de Caritas en Pakistán, Amjad Gulzar, presidió una reunión de emergencia el pasado fin de semana, con una unidad de la vicaría apostólica de Baluchistán, donde las langostas desembarcaron por primera vez en mayo del 2019.
“Estamos planeando implementar las medidas preventivas necesarias, y desarrollar un rol mayor para ayudar a los agricultores pobres del lugar”, sostiene Gulzar, quien resalta que los cultivos y el ganado son el único medio de sustento para la población, y que la pérdida de la cosecha estacional puede culminar en un aumento de precios de los productos alimentarios más básicos.
Pakistán ya está afrontando una grave crisis en el cultivo de cereales, que impacta en las principales ciudades. Los precios de la harina y del pan aumentaron el mes pasado, tras la desaparición de estos productos en los negocios y mercados mayoristas. Al mismo tiempo, los productores de pan protestaron por las presiones del gobierno, que insta a vender sus productos a precios controlados -el cereal es el alimento de base en Pakistán, y el 60% de la superficie cultivable está destinada a este grano.
Según Ashgar, un ministro no ha hecho más que empeorar la situación al bromear sobre el tema. En el pasado mes de noviembre se viralizó un videoclip del Ministro de Agricultura del Sindh, Ismail Rahu. Las imágenes muestran al político paquistaní que sugiere a la nación comer los insectos: “Si han llegado hasta aquí, los habitantes tendrían que comerlos. Pueden consumirse asados, en un ‘biryani’ (una preparación de carne y arroz), en un karahi (estofado) o de muchas otras maneras”.
Rahu subraya que las langostas se consumen habitualmente en las zonas desérticas, y agrega que las personas no debieran preocuparse, “ya que no son dañinas”.
17/12/2016 13:14