Isla de Manus: proceso por asesinato en el centro de detención de los prófugos rechazados
Port Moresby (AsiaNews) – Comenzaron a llevarse a cabo las audiencias del proceso de los presuntos asesinos de Reza Barati, el migrante iraní de 23 años asesinado el 17 de febrero de 2014 en el centro de detención de la isla de Manus. Los imputados son Joshua Kaluvia, miembro del Ejército de Salvación (que operaba en el campo al momento del homicidio), y Louise Efi, guardia de seguridad. Ambos son papúes. El P. Giorgio Licini, misionero del Instituto Pontificio para las Misiones en el Exterior en Papúa Nueva Guinea, espera que “este proceso pueda desbloquear la situación de las personas recluidas en la isla, que permanece invariable desde hace ya demasiado tiempo”.
En la isla de Manus, desde hace ya cuatro años que están detenidos en condiciones críticas cerca de 1000 refugiados provenientes de Medio Oriente, Africa y Asia, que ni Australia ni Nueva Guinea han querido acoger dentro de sus fronteras. En febrero de 2014, luego de dárseles la noticia de que les había sido negado su traslado a Australia, los migrantes llevaron a cabo protestas violentas, que culminaron en el asesinato de Reza Barati.
En una conversación con los medios, Joshua Kaluvia, dijo: “Efi y yo hemos sido acusados sólo por el hecho de ser papúes, así ningún australiano podrá ser considerado culpable del homicidio”.
Hablando acerca de las condiciones del centro de detención, el P. Licini explica que es difícil saber a ciencia cierta cómo están las cosas “el campo es una zona vedada (off-limits) y son poquísimas las noticias que nos llegan de lo que ocurre allí dentro. Los australianos [que gestionan el campo - ndr] mantienen todo con mucha reserva”.
“Cuando ocurrió el homicidio, el Ejército de Salvación tenía un contrato para gestionar el campo y su vida interna. Luego del incidente, el personal fue sustituido, al igual que la compañía que se encargaba de la seguridad. Si se llegó a los arrestos – continúa el sacerdote – significa que tienen el testimonio de los otros detenidos y de los guardias. Es de esperar que, si no es de otra manera, un proceso público conduzca a prestar mayor atención a los guardias y a la situación en general, que deberá ser resuelta tarde o temprano”.
“Hace ya cuatro años que los refugiados están retenidos allí, por voluntad de Australia, que de esta manera busca desalentar nuevos arribos – afirma el P. Licini –. Es como si dijeran: ‘No vengan porque en ese caso los enviaremos a Papúa Nueva Guinea’. Pero esta es una situación quimérica, porque Papúa no es un país desarrollado y no posee las herramientas para acoger de manera ordenada a todas estas personas. Porque no se trata solamente de los mil recluidos en Manus, sino también de sus familias, por lo tanto estamos hablando de 3.000 ó 4.000 personas. No hay fuentes de trabajo en Papúa Nueva Guinea, no es un país industrializado como sí lo es Australia”.
En años anteriores, miles de prófugos han arribado a la isla de Christmas, [que es australiana pero muy cercana a las costas indonesias ndr] esperando ser admitidos en Australia. En cambio, han sido llevados a Papúa Nueva Guinea, fundamentalmente a la isla Nauru, donde la situación, según dice el P. Licini, “es aún peor que en Manus”. “Pero ya no se dan más arribos – afirma el sacerdote –. La política australiana ha bloqueado toda posibilidad de que surjan traficantes de personas. No me animo a condenar del todo a Australia – concluye el misionero –, que al mismo tiempo acoge cada año a 30.000 refugiados de las Naciones Unidas”.
25/04/2022 14:07
03/04/2014