Irán nuclear: aún lejos un acuerdo entre Teherán y las potencias occidentales
Viena (AsiaNews/Agencias).-
Todavía hay una profunda brecha entre Teherán y
los representantes de los gobiernos occidentales,
ocupados en estos días en Viena, en la nueva ronda de conversaciones sobre el programa nuclear de
Irán. Hay un fuerte temor de que
la fecha límite para alcanzar un
acuerdo, prevista para el 20 de
julio no se respetará al tiempo que aumenta la presión sobre los
representantes que se sientan en la mesa de negociaciones. Entre las potencias mundiales de la "5 + 1"
(China, Rusia, Estados Unidos, Francia
y Gran Bretaña, así como Irán),
Washington, París, Francia y Gran Bretaña han enviado los máximos
representantes de la diplomacia; Pekín
(y Moscú) ha mantenido un perfil
bajo y elevado la posición de neutralidad, instando al bloque occidental e Irán para "demostrar flexibilidad"
para llegar a un acuerdo sobre el
tiempo defendido por la comunidad internacional.
A falta de acuerdo, Irán amenaza con reanudar
algunas actividades nucleares "suspendidas" en los últimos meses;
en contraste, la Cámara de EE.UU.
ya promete "nuevas y más duras sanciones"
contra Teherán. En las últimas horas de las
conversaciones directas entre el secretario de Estado de EE.UU., John Kerry, y el homólogo iraní, no ha
habido señales de superación de
las divisiones, surgidas a lo largo de
los últimos 13 días de negociaciones en la capital austriaca.
El 13 de julio, el jefe de la diplomacia de Washington se reunió durante dos horas con el ministro
iraní Relaciones Exteriores Javad
Zarif; en la delegación de Teherán también
estuvo presente Hossein Fereydoun, el hermano menor de Hassan Rouhani, considerado por muchos como "los ojos
y oídos del presidente".
Los principales puntos críticos son las fechas para la retirada total de
las sanciones establecidas por los Estados Unidos y la Unión Europea en el país y el
grado en el que se le permitiría a Irán de continuar el
enriquecimiento de uranio. El 5
+1 - con visiones
y diferentes tonos - que quiere que Teherán reduzca de manera
significativa la capacidad de producción
de uranio, dejando sólo unos
pocos cientos de centrifugadoras activas,
y que sus actividades sean pacíficas.
A cambio, Irán quiere el levantamiento de las sanciones internacionales
que ahogan la economía.
Expertos en políticas internacionales
hablan de un posible
aplazamiento de la fecha límite para alcanzar un acuerdo, porque no habrá ninguna novedad sustancial antes del 20 de julio. El
líder supremo de Irán, el ayatolá Ali Jamenei, habría
intervenido complicado aún más las
cosas en estos días, por lo menos de
acuerdo con los Estados Unidos, para poder llegar
a una posición común. La máxima autoridad religiosa chií habría pedido al menos 190
mil centrifugadoras de primera
generación para el enriquecimiento de uranio; un importe
que se estima alta a Occidente. Sin
embargo, en el país también ha confirmado su pleno apoyo al presidente Rouhani, considerado demasiado "suave" y acusado de ceder demasiado terreno en las negociaciones desde el ala interior fundamentalista.
Mientras tanto, en las negociaciones también participó el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ocupado en estos días en múltiples frentes "calientes" en el Medio Oriente,
todo el conflicto en Gaza. Tel Aviv, advirtió
el primer ministro, confirma su posición de intransigencia sobre la atomica Teherán y
define de "catastrófico" todo acuerdo que dejaría a Irán a enriquecer uranio.