Irán, la revolución de las mujeres en dos ruedas, contra la fatwa del ayatolá Khamenei
A través del hashtag #IranianWomenLoveCycling, son cada vez más las mujeres que publican en las redes sociales fotos o videos suyas montadas en una bicicleta. Un desafío abierto al edicto religioso de la máxima autoridad chií, según el cual la bicicleta pone el peligro “la virginidad” de las mujeres. Activista iraní: el universo rosa es “el agente de cambio más importante”.
Teherán (AsiaNews/Agencias) – En Irán, cada vez más mujeres comienzan a publicar fotos en los medios sociales, en las que se muestran montadas en una bicicleta, desafiando una fatwa (un edicto religioso) emitida por el gran ayatolá Ali Khamenei, que les prohíbe pedalear en público. Para la máxima autoridad chií, “andar en bicicleta a menudo atrae la atención de los hombres” y expone a la sociedad “a la corrupción, pone en peligro la virginidad y es necesario renunciar a ello”.
En el pasado, la República islámica solía “tolerar” el uso de las dos ruedas por parte del universo rosa, siempre y cuando eso sucediera en un respeto de los sentimientos y de los dictámenes de la religión. Sin embargo, recientemente intervino al respecto el gran ayatolá Khamenei, quien sentenció que las mujeres no pueden andar en bicicleta en público o en presencia de extranjeros.
La campaña a favor de las dos ruedas comenzó a difundirse en los primeros meses del año, cuando los promotores lanzaron el día martes como la jornada “libre de autos”. Una iniciativa con un propósito fundamentalmente ecológico, como un reclamo a dejar en casa el vehículo privado, en un intento por limitar la contaminación ambiental, problema que es cada vez más actual, también en Irán.
A los martes ecológicos adhirieron las mujeres inmediatamente, atrayendo la atención de algunos líderes religiosos – que se cuentan entre los más extremistas- de la República islámica. De aquí surgió la respuesta a través de la campaña en las redes “También las mujeres de Irán aman andar en bicicleta”, acuñando para la ocasión el hashtag #IranianWomenLoveCycling.
Entre las muchas páginas de Facebook hay una titulada “My Stealthy Freedom” (“Mi libertad sigilosa”, ndt) en la cual una madre y una hija han publicado un video en el cual se muestran mientras pedalean en la vía pública. Una filmación que en pocos días superó las 110.000 visualizaciones y que obtuvo miles de “like” (me gusta, ndt) de los internautas.
Quien inició la campaña -a la cual han adherido miles de jóvenes y no jóvenes en Irán- fue la periodista con base en Nueva York, Masih Alinejad, quien comenta: “[Las mujeres”] me han dicho que no tienen ninguna intención de abandonar la iniciativa, porque consideran que andar en bicicleta es un derecho suyo innegable”. Es “vergonzoso”, agrega, ver este tipo de fatwa contra las mujeres en el siglo XXI, porque esto significa dar “un paso atrás” inaceptable. Un grupo de mujeres, cuenta, “fue arrestado” recientemente por haber pedaleado en público; para poder ser liberadas tuvieron que firmar un documento en el cual prometen que “no volverán a hacerlo más”.
Para la reportera y activista de origen iraní, las mujeres “quieren ser una parte cada vez más activa de la sociedad”, si bien los líderes religiosos viven esta aspiración legítima como una “amenaza” porque “a sus ojos, las mujeres no deben hacerse ver ni escuchar, sino permanecer encerradas en la cocina”. “Las mujeres -concluye Masih Alinejad- son el agente de cambio más importante. Y mientras se mueven en dirección a la igualdad, vemos un intento de empujarlas hacia atrás por parte de la República islámica”.
Para Irán es una nueva demostración de la batalla femenina en clave moderna, que se alza contra las restricciones y oscurantismos en nombre de una lectura retrógrada y represiva de la religión islámica. Una lucha por los derechos que recientemente ha llevado a que las mujeres logren participar en carreras de motocross, algo que hasta ahora estaba reservado exclusivamente a los hombres.
Se trata de libertades que en otros países de la región no son siquiera imaginables, si se piensa que - por ejemplo- en Arabia Saudita a las mujeres ni siquiera les está permitido conducir, salir solas de casa o viajar al extranjero.
En octubre de 2013 al menos 150 personalidades islámicas, entre ella imanes y doctores coránicos, organizaron manifestaciones de protesta para detener la campaña de las mujeres sauditas sobre el derecho a conducir. Si bien no hay ninguna prohibición coránica ni ley que prohíba conducir a las mujeres, en el reino no se emiten permisos de conducir para mujeres.
Si una mujer es encontrada “in fraganti” conduciendo, sufre un castigo de 10 latigazos. Entre las pocas que han querido desafiar la norma, figura la valiente campaña por la libertad para conducir lanzada en el año 2008 por la activista saudita Wajiha Huwaidar, quien subió a YouTube un video en el cual se mostraba mientras conducía. Las imágenes dieron la vuelta al mundo, pero nada cambió en el reino ultra-conservador.
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