Irán, 160 abogados escriben a Rouhani para hacer luz sobre la violenta represión de las protestas

Los juristas invocan claridad y justicia para las víctimas de las manifestaciones de noviembre por el aumento del carburante. Hasta ahora falta un balance oficial de los muertos. Al menos 208 para las Ong internacionales, cerca de 1.000 para los EEUU. Un parlamentario reformista no vuelve a ser candidato para el Majles por protesta contra los abusos.

Teherán (AsiaNews) - En una carta dirigida al presidente iraní Hassan Rouhani, al menos 160 abogados y juristas de primer plano de la República islámica piden que se investigue sobre la violenta represión de las protestas de mitad de noviembre contra el aumento del carburante. Los promotores de la carta se dirigen al jefe de Estado, el cual en los días pasados había pedido liberar a los “inocentes” arrestados, invocando severos castigos a cuantos mataron o abusado a los manifestantes.

Atribuir las demostraciones de plaza a “complot extranjeros”, escriben los abogados de Rouhani, así como “ignorar las causas y las razones objetivas del malestar popular” no llevará a otra cosa que “obtener eventos similares en el futuro”. Subrayando el hecho que las recientes protestas son el fruto de “errores indefinibles”, prosigue la carta abierta, los que firman piden al presidente publicar el número oficial de las víctimas y de los heridos, además de garantizar las indemnizaciones adecuados a sus familiares.

A 3 semanas de la violenta represión de las manifestaciones de plaza, la dirigencia de la República islámica todavía no presentó una lista oficial de los muertos o un balance actualizado. La referencia es a cuantos fueron afectados en modo directo por los proyectiles de la policía o de las fuerzas de seguridad, intervenidos para calmar la revuelta que tocó a diversas ciudades y centros menores.

En estos días activistas y Ong internacionales han fijado en 208 la última estimación de las víctimas de los 4 días de protesta. Precedentemente, el gobierno estadounidense- con la clara intención de ejercitar presiones hacia la dirigencia de Teherán-había hablado de al menos 1.000 personas asesinadas.

Definiendo “preocupantes” las imágenes de las fuerzas de seguridad que atacan a manifestantes desarmados y pacíficos, los abogados piden saber “si fueron respetados los reglamentos sobre el uso de las armas” y quién era “el responsable de las operaciones” que afectó a la población. “¿Quién dio la orden- preguntan- de llenar a los manifestantes de proyectiles?”.

Ellos ofrecen además tutela legal gratuita a cuantos sufrieron daños o violencias de parte de las fuerzas de seguridad.

Hasta ahora sólo la gobernadora de una ciudadela menor, poco distante de la capital, Teherán admitió haber ordenado disparar contra cuantos buscaban invadirle la oficina. La carta firmada por 160 juristas y relanzada desde el sitio de oposición Kalemeh se concluye con el pedido de la dimisión inmediata de cuantos han ordenado la masacre y el arresto de miles de personas (unas 8 mil en 21 provincias-sobre un total de 31-según fuentes independientes).

Mientras tanto dentro del Parlamento (Majles) se ensancha el frente de cuantos piden y exigen la verdad y justicia frente a las violencias. La socióloga y diputada Parvaneh Salahshouri, exponente de la ala reformista y femenina, dijo que no se presentará en las próximas elecciones parlamentarias de febrero “por protesta contra la sangrienta represión” de noviembre. La diputada de 54 años no ahora ni siquiera criticar a aquella que define una “limitación evidente” del poder y de la autoridad del Parlamento.

“Llegué a esta decisión -afirma- a despecho de mi amor por el pueblo, hacia el cual me siento en deuda. Pero mi conciencia me impide participar una vez más” por un puesto como parlamentaria. En realidad, según fuentes internas a la asamblea el Consejo de los guardianes, llamados a aprobar o rechazar las candidaturas, estaba listo para bloquear su intento de reelección en el Majles. Elegida en el pasado con 1.198.760 votos, la diputada se distinguió por sus intervenciones críticas que no ahorraron ni siquiera a los vértices de la República islámica, como sucedió también en ocasión de la violenta represión entre fines de 2017 y el inicio de 2018.