Irak, un censo que demoró 27 años. Salloum: un paso 'importante' para el futuro
Los días 20 y 21 de noviembre se impondrá el toque de queda en todas las provincias para celebrar el censo. El último relevamiento se hizo en 1997, los siguientes se postergaron o cancelaron varias veces debido a la violencia o los conflictos internos. Académico iraquí: “Las políticas de un país se orientan en función de estas cifras” y el componente sectario y confesional desempeña un papel fundamental.
Milán (AsiaNews) - Un proceso que se espera desde hace 27 años, en un país que ha vivido en primera persona algunos de los acontecimientos más dramáticos de la historia reciente de la región de Oriente Medio, desde la guerra lanzada por Estados Unidos en 2003 para destituir al dictador Saddam Hussein hasta la ocupación, la guerra civil entre las diferentes almas y la invasión del Estado Islámico (EI, ex Isis), con su carga de muerte y devastación provocaca por la locura yihadista. Por eso el censo nacional que anunció para el próximo mes de noviembre el primer ministro iraquí Mohammed Shia Al-Sudani - con toque de queda los días 20 y 21 de ese mes en todas las provincias - constituye un paso crucial para el futuro.
Un paso 'importante'
Saad Salloum, periodista y profesor asociado de Ciencias Políticas en la Universidad al-Mustanṣiriyya de Bagdad, una de las más prestigiosas de la capital, confirma a AsiaNews la importancia de una decisión necesaria para establecer los equilibrios internos. Es un paso fundamental para una realidad en la que el componente sectario y confesional determina la vida política e institucional y ha sido, tanto en el pasado como en la actualidad, un elemento de fuerte tensión y conflicto. “Sin duda es muy importante - explica - que Irak pueda por fin realizar un censo global de la población por primera vez en 27 años”. Además, continúa, "el gobierno y la comunidad internacional no tienen idea del peso demográfico y de la forma en que se distribuye la población iraquí", en la que se basan los programas e iniciativas relacionados con los más variados sectores: desde la educación hasta la economía, pasando por las inversiones y el equilibrio de fuerzas internas. “Es fundamental - advierte - determinar la distribución y el número de jóvenes, mujeres, niños”, así como cuántos tienen una ocupación y el mundo del trabajo o las escuelas.
Las políticas de un país se orientan en función de estos números, al igual que los partidos y las instituciones que deben organizar las próximas elecciones dentro de cuatro años "con los votos de una nueva generación y el peso creciente que tiene en las decisiones el mundo de los jóvenes". El último censo general se realizó en 1997 en 15 provincias del país, excluyendo las tres del norte que formaban la región autónoma de Kurdistán. En una reunión presidida por el primer ministro Al-Sudani se discutieron los preparativos en curso y se adoptaron una serie de decisiones para facilitar el proceso de preparación y capacitación.
Guerras y conflictos internos
En el pasado, el censo de población se realizaba normalmente cada diez años, pero desde 1997 se postergó varias veces, sobre todo en 2010, cuando los preparativos ya estaban en marcha, debido a las guerras, los conflictos internos y la lucha por el control de los territorios. Además, en un país con equilibrios frágiles como Irak, un censo es un proceso complejo y delicado, de cuyo resultado puede depender la repartición del poder. De hecho determina, aunque sea indirectamente, las cuotas sectarias y étnicas en función de la distribución de la población. También desempeña un papel importante en el conflicto actual entre el gobierno federal y el Gobierno Regional del Kurdistán (GRK) sobre las pertenencias demográficas en regiones en disputa como Kirkuk, que es rica en petróleo y objeto de una intensa disputa.
En preparación para el censo, las autoridades iraquíes firmaron en julio un memorando de entendimiento con el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA). La agencia de la ONU señaló la importancia de la iniciativa y afirmó que "desempeña un papel crucial a la hora de proporcionar a Irak información demográfica precisa, facilitar la elaboración de políticas eficaces y promover el crecimiento inclusivo". Por eso las instituciones internacionales están apoyando a un país que ha vivido décadas de conflicto y violencia sectaria pero en los últimos años ha podido encontrar - pese a las dificultades - una cierta estabilidad. Un lento proceso de renacimiento, tras la devastación del ISIS, para sus 43 millones de habitantes, del que también fue testigo la visita del Papa Francisco en marzo de 2021 en el primer viaje apostólico del pontífice después de la pandemia de Covid-19.
La diáspora
En Irak, explica Salloum - el primer musulmán que ganó el Premio de la Zêd Foundation Award for Human Solidarity, reconocimiento concedido a personas que se han distinguido en el ámbito de la protección de los derechos y las libertades - desde hace tiempo existe un conflicto “entre mayoría y minoría”. Sin embargo, hay "una gran incertidumbre sobre las cifras, en función de los componentes y los distintos grupos" y los números que hoy manejamos "no se corresponden con la realidad". Por eso es imprescindible hacer un nuevo censo - insiste - que proporcione un mapa confiable de los turcomanos, cristianos, árabes, sunitas, chiítas y yazidíes, de los diversos componentes y almas", de lo que depende "el equilibrio de poderes y su repartición". Todo eso se refleja en "los derechos políticos y el Parlamento", en un país donde "el peso de los poderes en juego es una cuestión de números".
El último elemento, explica el académico, que será importante verificar gracias al censo previsto para noviembre es el número de iraquíes de la diáspora, aquellos que en las últimas décadas han huido al extranjero debido a la violencia o para encontrar nuevas oportunidades. Es un elemento significativo para todos los componentes de Irak, pero también y sobre todo para la minoría cristiana, a menudo perseguida. “Todos los factores que intervienen son importantes - señala - pero uno de los datos más discutidos es el número exacto de cristianos en la diáspora, de aquellos que han huido del país en los últimos años debido a las guerras civiles, el conflicto con Irán en los años '80, la invasión estadounidense de 2003 y Daesh [Isis]. “En este momento tenemos muchas personas fuera del país, que se han ido. Un número tan grande que casi forma dos poblaciones, una dentro y otra fuera de Irak, y eso también es un elemento que hay que evaluar cuidadosamente - concluye Salloum - para tener una idea clara de la realidad y de cuántos millones de iraquíes han abandonado su tierra".
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19/03/2024 15:09
