Invasión en Ucrania: el Patriarca Kirill pide ‘evitar víctimas entre la población pacífica'
El responsable de los ortodoxos rusos destaca la necesidad de ayudar a los refugiados y a los necesitados. Su llamamiento a la comprensión mutua entre las partes en conflicto. Para Putin, sin embargo, el ataque era inevitable: es la defensa de los valores rusos frente a la agresión de Occidente.
Moscú (AsiaNews) - El patriarca Kirill (Gundyaev) envió un mensaje a todos los pastores y fieles de la Iglesia ortodoxa rusa, "cuyo rebaño se encuentra en Rusia, Ucrania y otros Estados". Solicitó a las partes en conflicto que "hagan todo lo posible para evitar víctimas entre la población pacífica" y pidió a todos que ayuden a los refugiados y a los necesitados.
El llamamiento del patriarca se difundió ayer en horas de la mañana, poco después de que las tropas rusas comenzaron a invadir Ucrania.
Kirill confirma la tesis de Vladimir Putin de que "los pueblos ruso y ucraniano comparten una historia de muchos siglos, que se remonta al bautismo de la Rus' por el santo príncipe Vladimir". Esta unidad otorgada por Dios, "podrá superar las divisiones que han surgido y las contradicciones que han llevado a la guerra actual", argumenta el patriarca. El líder ortodoxo no bendice a las tropas y tampoco los ataques. Por el contrario, hace un llamado a todos apelando a la comprensión mutua, con la esperanza de que todos lo escuchen, empezando por los dirigentes del Kremlin.
Ayer Putin justificó el inicio de las operaciones militares en Ucrania, aludiendo a los "trágicos acontecimientos en el Donbass" y explicó de qué manera pretende garantizar la seguridad de Rusia.
El presidente ruso recordó la "especial preocupación y tensión por las graves amenazas que, año tras año, de forma burda y sin miramientos, han dirigido contra [Rusia] los políticos irresponsables de Occidente". Estas amenazas son la ampliación de la OTAN hacia el este, y por consiguiente, la instalación de bases militares cerca de las fronteras de Rusia.
Durante 30 años, explica Putin, "hemos intentado paciente y persistentemente acordar con los principales países de la OTAN los principios de una seguridad equitativa e indivisible para toda Europa". Según el "zar" ruso, las propuestas de Moscú se toparon con "cínicos engaños y mentiras, cuando no presiones y chantajes", mientras la Alianza Atlántica continuaba impertérrita su expansión.
El líder ruso se interrogó acerca de estos hechos, de este "modo descarado de dirigirse, con la presunción de la propia exclusividad e inocencia y la pretensión de hacer cualquier cosa", escupiendo sobre los intereses de los rusos. "La respuesta es clara, todo es comprensible y obvio: la Unión Soviética se debilitó a finales de los años 80, y luego se derrumbó, y nos condenó al olvido y a la degradación. Durante un tiempo perdimos la confianza en nosotros mismos, y el equilibrio mundial quedó completamente trastocado".
Según Putin, la guerra actual apunta a reparar un orden que se perdió en el siglo pasado. Busca restablecer los acuerdos y entendimientos de entonces con quienes pretenden ser "hegemónicos" en la escena internacional y quieren imponerse con violencia y prepotencia. El final de la Guerra Fría supuso una revisión de estos equilibrios, pero esto "debió hacerse con profesionalidad, con paciencia, respetando los intereses de todos los países y con espíritu de responsabilidad". Por el contrario, la euforia de la propia "superioridad absoluta, una forma contemporánea de absolutismo", incluso acompañada de "bajo nivel de cultura y descaro", condujo a la situación actual. Y no había otro camino que la intervención militar.
Por tanto, la guerra en Crimea no es por el Donbass y Crimea, sino para restablecer el equilibrio mundial. Putin recordó los 30 años de humillaciones del "absolutismo occidental", primero contra Belgrado, luego en Irak, Libia y Siria, todos ellos países amigos de Rusia, por no hablar de Afganistán.
Putin resaltó que especialmente en Libia, las violaciones occidentales del derecho internacional provocaron "la invasión del terrorismo, una catástrofe humanitaria y una guerra civil que no cesa", con trágicas consecuencias para millones de personas en todo el norte de África, Oriente Medio y Europa misma. Las campañas en Irak y Siria tuvieron efectos similares: "Allí donde Estados Unidos llega para establecer su orden, lo único que logra es dejar heridas sangrantes que no se curan".
A continuación, Putin recuerda las ofensas sufridas directamente por Rusia, que "recordamos y nunca olvidaremos", y los interminables intentos de "utilizarnos para sus intereses, destruir nuestros valores tradicionales e imponernos sus pseudovalores, que nos habrían comido vivos", a nosotros y a todo nuestro pueblo desde dentro, esas dimensiones que imponen agresivamente en sus países y que conducen directamente a la degradación y a la perversión, porque contradicen la naturaleza misma del hombre. Pero no lo permitiremos, no lo lograrán, así como jamás lo lograron".
Putin recordó las tragedias del siglo XX y los méritos de la Unión Soviética para salvar al mundo entero del nazismo, afirmando la necesidad de retomar esa misión empezando por Ucrania. "Tras el golpe de 2014, durante ocho años intentamos en vano reparar el daño de forma pacífica, utilizando para ello todos los medios a nuestro alcance. No podíamos quedarnos quietos por más tiempo”, concluyó el presidente ruso, "por compasión hacia el pueblo del Donbass", para defender a Rusia y al mundo entero de la nueva "opresión nazi" de Estados Unidos y sus aliados, con la "fuerza de la verdad y el amor a la Patria, contra el Imperio de la mentira".
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