Invasión a Ucrania: el Banco Mundial recorta las estimaciones de crecimiento de China
De +5,4 a +5%, en línea con el resto de países de Asia Oriental. Con la prolongación del conflicto, el incremento del PIB sería del 4%. La guerra incrementa la inflación. La situación agrava un panorama ya condicionado por el regreso de la pandemia de Covid-19. Este año China debe proporcionar empleo a 16 millones de nuevos trabajadores.
Beijing (AsiaNews)- Debido a la invasión rusa a Ucrania, el Banco Mundial ha recortado las estimaciones de crecimiento para China. La institución financiera internacional considera que el producto interno bruto de China aumentará un 5% este año, por debajo del 5,4% previsto antes de que estallara el conflicto ruso-ucraniano.
La cifra del gigante asiático está en línea con lo que el Banco Mundial atribuye a la región de Asia Oriental y del Pacífico. Sin embargo, el Gobierno chino se ha fijado un objetivo de crecimiento del 5,5 % para este año. Si no lo cumple, implicaría un problema político para Xi Jinping, quien este otoño espera recibir del XX Congreso del Partido Comunista Chino un tercer mandato "histórico" en el poder.
La previsión del Banco Mundial confirma las perplejidades de varios expertos ante los niveles de crecimiento que ha anunciado la dirigencia de Pekín. La institución con side en Washington considera que prolongación del conflicto en Ucrania podría reducir el aumento del PIB chino al 4%.
Las consecuencias serían más graves sin los estímulo a la economía que han decidido las autoridades chinas. El impacto de la guerra en Ucrania afecta las actividades económicas de China porque ha hecho subir los precios de los alimentos y los combustibles, ha fomentado la volatilidad financiera y ha reducido la confianza a nivel global.
Los analistas del Banco Mundial señalan que la crisis de Ucrania está agravando una situación económica ya difícil en China, marcada por el regreso de la pandemia de Covid-19, una desaceleración estructural del crecimiento del PIB y una inflación en rápido aumento.
El país enfrenta una triple presión: caída de la demanda interna, con un consumo que no despega; interrupción de las cadenas comerciales globales; y debilitamiento de las expectativas para el futuro. Para responder a estos desafíos, el gobierno central adoptó recortes fiscales para las empresas (sobre todo las pequeñas y medianas), suavizó las restricciones al mercado inmobiliario y apoya las inversiones en infraestructura de las administraciones provinciales.
Según informa Caixin, el problema que obsesiona al gobierno chino es la ocupación. Beijing quiere reducir la proporción de desempleados a menos del 5,5%, un objetivo más ambicioso que el de 2021.
En la sesión anual de la Asamblea Popular Nacional del mes pasado, el primer ministro Li Keqiang dijo que el gobierno espera 16 millones de nuevas incorporaciones al mercado laboral este año. De ellos, casi 11 millones son recién graduados que buscan trabajos cualificados. Sin embargo, los analistas señalan que la represión contra las empresas de alta tecnología, los institutos privados de enseñanza extraescolar y los grupos inmobiliarios limitan la capacidad de maniobra del ejecutivo en el ámbito laboral.
03/02/2022 11:07