Intento de golpe de Estado en Bishkek

de Vladimir Rozanskij

Arrestaron a 5 personas, entre ellas la líder del partido "Eldik Kenesh", Rosa Nurmatova, conocida activista prorrusa. Las acusaciones denuncian una acción "híbrida" del Kremlin, que teme la excesiva apertura de Kirguistán a la colaboración con Occidente. El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov habló de "noticias preocupantes que estamos siguiendo con atención".

Bishkek (AsiaNews) - El tribunal de Bishkek confirmó el arresto de cinco de las 30 personas detenidas el 5 de junio, entre ellas la líder del partido "Eldik Kenesh", Rosa Nurmatova, y el miembro de la asociación civil "Chek ara" ("Frontera") Gulzhigit Isakov, acusados de "planear una toma del poder con uso de la violencia" y haber hecho acuerdos de financiamientos extranjeros, como demuestran las interceptaciones de los servicios de inteligencia del GKNB.

En las fotografías que publicaron los servicios también se puede reconocer a un politólogo, el profesor de la Facultad de Servicios estatales y municipales de la Universidad de Bishkek, Cholponbek Sydykbaev. La decana de la Facultad, Kunduzgul Bazakeeva, declaró que no había notado nada sospechoso en su colega, afirmación que también confirmaron los demás profesores. Nurmatova, en cambio, es muy conocida como activista prorrusa -aunque durante un tiempo fue partidaria del actual presidente Zhaparov cuando estaba en la oposición- y su participación en el "complot" provocó incluso la reacción del portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, quien habló de "noticias preocupantes", que en Moscú "se siguen con atención".

Nurmatova sería la organizadora e "inspiradora ideológica" del intento de golpe de Estado, en el que supuestamente habrían participado cerca de 100 personas de todas las regiones del país. Isakov estuvo presente en 2019 en un encuentro de apoyo a Zhaparov, cuando éste se encontraba detenido en el último período de conflicto político -característico de la inestabilidad de Kirguistán- junto con Kamchibek Tashiev, actual jefe del GKNB. Isakov criticó después duramente al régimen de Zhaparov, sobre todo con motivo de la cesión del embalse de Kempir-Abad a Uzbekistán.

Un miembro de la asociación "Chek ara", Beknazar Ajtaliev, declaró a los periodistas que el arresto de Isakov "por un lado no se entiende, por el otro es sospechoso. Es cierto que Gulzhigit es muy crítico con el poder, pero hasta ahora no han podido acusarlo de nada, a pesar de que lo han intentado varias veces... él no trabaja en organismos públicos, no es corrupto y no viola ninguna ley, quizás sólo lo han asociado con algo en lo que él no tuvo nada que ver”. Según el comunicado de GKNB, Isakov era el principal "cómplice" de Nurmatova.

Los servicios de inteligencia también afirman que "con la dirección de Nurmatova, se realizaban reuniones secretas periódicas para formular las motivaciones ideológicas de las personas involucradas contra las estructuras del Estado, y para discutir los planes para la toma del poder, llegando incluso a la distribución precisa de funciones y tareas”. La financiación desde el exterior habría servido para "solucionar problemas organizativos, y comprar a los funcionarios que hiciera falta de las instituciones a atacar".

No se aclaró de qué países proviene la financiación, pero muchos detalles apuntan precisamente a Rusia. No hace mucho tiempo había aparecido un artículo en el diario ruso Moskovsky Komsomolets con una entrevista a Nurmatova, en la que ésta se expresa de manera muy dura contra "la difusión en Kirguistán de los valores occidentales, derivados del concepto occidental de tolerancia y de superación de los valores tradicionales", opiniones que habría reiterado en varias reuniones públicas durante el año pasado.

Según varios comentaristas kirguises, el intento de golpe de Estado sería fundamentalmente una acción "híbrida" del Kremlin, que teme la excesiva apertura de Kirguistán a la colaboración con Occidente, en el contexto de un plan más amplio para controlar los países de Asia central.