Insultos a los EE.UU. y revisionismo, la receta de Duterte para conquistar a Beijing
El presidente de Filipinas usa palabras vulgares y despectivas para describir al embajador de Estados Unidos en Manila, lo que provocó la ira diplomático de Washington. También recuerda al ex dictador Marcos como "un héroe de guerra" no por su lucha contra los comunistas, sino por sus esfuerzos contra la ocupación japonesa durante la Segunda Guerra Mundial. Detrás de los que podría parecer metida de pata hay un deseo de aliarse con China.
Manila (AsiaNews) - Los insultos, la vulgaridad y el revisionismo histórico. Con estos ingredientes el presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte parece empeñado en rediseñar los pactos de su país, alejándose de Washington en dirección a Beijing. Por otra parte, el nuevo líder de Manila tiene el "deseo expresado ya de bajar el tono" sobre la cuestión del Mar del Sur de China: en los últimos años, la soberanía territorial ha llevado a China y las Filipinas en una pelea casi directa, a pesar de la intervención de la comunidad internacional.
El deseo de molestar a los Estados Unidos fue evidente el pasado 5 de agosto, cuando Duterte se reunió con los soldados del campamento Lapulapu en Cebu. En declaraciones a los militares, el presidente describió el embajador estadounidense en Manila "un hijo de puta homosexual" (pero con términos mucho más coloridos). Además, abogó por "no volver a verlo. realmente me aburre”. Tras el choque con el diplomático, Philip Goldberg, hay otro arrebato embarazoso del líder filipino, que en abril pasado se había pronunciado a favor de la violación provocando protestas de la cancillería americana.
En lugar de calmar tonos, el ex alcalde de Davao había acusado al embajador de querer manipular el tema para hacerle perder votos en la próxima contienda electoral. En la reunión con los militares ha repetido la acusación, advirtiendo a "todo el mundo" que no se podrá hacer oposición.
La estrategia Duterte parece apuntar hacia Beijing. Además de las cuestiones territoriales, y el alejamiento de los Estados Unidos, el presidente también ha utilizado al ex dictador Ferdinand Marcos para complacer a China. Anunciando que se le enterrará en el cementerio de los héroes de Manila - un gesto que ha provocado una gran polémica en el país - el líder señaló su compromiso no contra los comunistas (con el apoyo de Beijing) en los años setenta, sino contra los japoneses durante la Segunda Guerra mundial.