Ingreso a China sin visa para Japón (a pesar de las tensiones)

A pedido de los empresarios, Japón también ha sido incluido entre los 38 países a cuyos ciudadanos la República Popular facilita el ingreso como visitantes. El anuncio se hizo después del encuentro en Lima entre Xi Jinping y el primer ministro japonés, Ishiba. Sin embargo, las disputas históricas siguen vigentes, tal como lo demostró el partido de fútbol entre las dos selecciones nacionales hace pocos días en Xiamen.

Beijing (AsiaNews/Agencias)- China ha incluido a Japón en su programa de exención de visa y los visitantes japoneses también podrán permanecer en el país hasta 30 días sin permiso de entrada. El portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, Lin Jian, hizo hoy el anuncio y explicó que la medida se aplicará a partir del 30 de noviembre y hasta finales del año próximo.

Japón es uno de los nueve países que se incorporaron a la lista de exención de visa, que ya suman 38. Los otros son Bulgaria, Rumania, Croacia, Montenegro, Macedonia del Norte, Malta, Estonia y Letonia. China comenzó esta política el año pasado comenzando con algunos grandes países europeos como Francia, Alemania, Italia, Países Bajos y España, con el objetivo de dar oxígeno al turismo y a los negocios.

Hasta 2020 las personas con pasaporte japonés podían entrar al país sin visa por un máximo de 15 días, según una política introducida en 2003. La medida fue suspendida durante la pandemia de Covid-19. En cambio para ingresar a Japón los visitantes chinos deben obtener una visa, independientemente de la duración o el propósito de su estadía.

Beijing ha tomado esta decisión debido a que cientos de inversores japoneses pidieron a China a principios de este año que volviera a permitir el ingreso sin visa para facilitar la expansión de los negocios y las inversiones, y después del encuentro entre el presidente chino Xi Jinping y el primer ministro japonés Shigeru Ishiba al margen de la cumbre de la APEC en Perú la semana pasada. Japón depende fuertemente de las cadenas de suministro chinas y es uno de los principales socios para las importaciones y exportaciones del país.

En el fondo, sin embargo, se mantienen las rivalidades históricas entre Tokio y Beijing, que en los últimos años la retórica nacionalista de ambos países no ha dejado de alimentar. Emblemática fue la durísima condena de los organismos oficiales chinos contra el vertido al mar del agua de refrigeración de la central nuclear de Fukushima, con el consiguiente bloqueo de las importaciones de pescado procedente de Japón. En septiembre, Beijing acordó levantar gradualmente la medida, como resultado de las conversaciones y aclaraciones de Tokio. Pero en las redes sociales chinas la retórica antijaponesa sigue siendo extremadamente fuerte, con consecuencias incluso graves, como el caso del niño de una familia japonesa que asesinaron frente a una escuela de Shenzhen hace algunas semanas. Y hace dos días, con motivo del partido de fútbol entre las dos selecciones nacionales que se disputó en Xiamen para las eliminatorias del Mundial, una gran parte del estadio abucheó ruidosamente el himno nacional japonés.

En Lima, Xi afirmó que Japón debería "enfocar la historia de la manera correcta, tener visión de futuro y manejar adecuadamente las cuestiones del pasado, las relacionadas con Taiwán y otras importantes cuestiones de principio". Ishiba respondió que la posición de Japón sobre Taiwán se mantiene sin cambios, sobre la base de la Declaración Conjunta Japón-China firmada en 1972. También dijo que los países continuarán manteniendo el diálogo y traducirán en acción lo antes posible el consenso que se ha alcanzado sobre Fukushima.