Imán de Nimes: Soy musulmán y aplaudo la paz entre Israel y los Emiratos (I)
Para Hocine Drouiche, un imán argelino que vive en Francia, testigo de un Islam releído a la luz de la modernidad, es hora de derribar los muros de incomprensión y sospecha entre musulmanes y judíos. Durante décadas, el nacionalismo árabe y el Islam salafista han manipulado a la mayoría de los fieles musulmanes. La esperanza de que todos los pueblos del Oriente Medio puedan desarrollarse, palestinos inclusive. Los riesgos que se corren en la vida personal.
Nimes (AsiaNews) - Cuando vi el avión de la compañía israelí El Al atravesar el espacio aéreo de Arabia Saudita y aterrizar con seguridad en el aeropuerto de Abu Dabi, en los Emiratos Árabes Unidos, no pude contener algunas lágrimas de alegría al ver este espectáculo, que hasta hace pocos días era inimaginable.
Durante muchos años, en Bruselas, París, Toulouse, Roma, Washington e incluso en Tel Aviv, hemos trabajado para derribar los muros de la incomprensión y la sospecha con el fin de restablecer la confianza, esencial para lograr una paz justa y duradera entre árabes e israelíes.
En todos estos años no ha sido fácil, al contrario...
Para mí, cada vez que volvía de estos países, cada vez que volvía a mi mezquita, pensaba que esa sería mi última hora y que ese día sería el último día de mi vida, porque se nos acusaba de ser traidores de la causa árabe, colaboradores, sionistas e incluso apóstatas. Y [estas acusaciones] no solo provenían de los salafistas y de los hermanos musulmanes, sino también de la gran mayoría de los musulmanes, manipulados durante décadas por un nacionalismo árabe y por un islamismo ancestral que hizo de todo para separar a árabes y musulmanes de israelíes y judíos en todo el mundo.
Pese a que se han establecido importante comunidades musulmanes en Europa, para ellos no ha cambiado prácticamente nada: siguen impregnados de este ideología del odio. El islamismo instila este odio desde que comenzaron a construirse las primeras mezquitas en Europa, a partir de la década del ‘80.
Los extremistas musulmanes me apartaron de mi trabajo dos veces y en varias oportunidades intentaron clausurar nuestra mezquita.
Incluso la apodaron "la mezquita israelita" porque es una de las pocas mezquitas de Francia que cada año conmemora el indescriptible drama de la Shoa, para devolver al Islam su dimensión humanista. Una dimensión perdida a causa de los planes oportunistas de este Islam político que siempre ha tomado como rehenes a los musulmanes europeos y árabes.
Un imán islamista incluso promulgó una fetua, prohibiendo la oración dentro de nuestra mezquita. Cuando fui a verlo a su mezquita, me dijo: "Los judíos y los cristianos han ayudado a nuestros fieles musulmanes a construir su mezquita. ¡Y han hecho daño a nuestra comunidad!".
Los islamistas no olvidaron usar su arma más peligrosa, marcándome como un apóstata para desacreditarme frente a los musulmanes franceses e instando a la madre de mis hijos, - que es y siempre será el amor de mi vida - a divorciarse de mí.
Los enemigos de la vida destruyen todas las acciones valientes de los árabes y judíos que trabajan por la reconciliación y la paz; una paz que esperan que no se logre, ya que su comercio se basa en el odio y en el rechazo del otro - en este caso, del judío.
Gracias a la inteligencia y el coraje de Mohammed bin Zayed Al Nahyan (MBZ), así como de Mohammed bin Salman (MBS) y Benjamin Netanyahu, estos hombres de buena voluntad han podido superar las doctrinas de odio. [Esas doctrinas] que los extremistas no quieren abandonar, para seguir manipulando a los musulmanes durante muchos años más.
Desde que comenzaron los atentados terroristas en Francia, a partir del Bataclán, del Hyper-caher en París de las innobles masacres en Tolosa, los atentados de Bruselas, Niza, etc…, la máquinaria extremista ha recurrido a la difamación, los insultos, las amenazas de muerte y la intimidación hacia los musulmanes de buena voluntad, para apagar deliberadamente todos los resplandores de paz en el seno de un islam desgarrado entre el odio y el rechazo, pero en busca de una renovación y pacificación. La nación árabe tendrá una gratitud eterna por estos dos grandes líderes valientes e inteligentes, que han tomado la iniciativa de reconocer el Estado de Israel y al pueblo israelí como un vecino natural, de pleno derecho.
MBS y MBZ han confirmado que esta voluntad de paz con Israel jamás se realizará dando la espalda a los derechos de los palestinos. Por el contrario, ellos ellos quieren sostenerlos y acompañarlos hacia un proceso de paz global.
Lo cierto es que millones de árabes y musulmanes de todo el mundo apoyan esta promesa y esta normalización; sin embargo, algunos temen demostrarlo en público por temor a las represalias violentas de los islamistas.
El desarrollo económico derivado de esta normalización será un importante acelerador para la paz. La normalización general de las relaciones en la región será en sumamente beneficiosa para todos los pueblos de esta parte tan sensible del mundo. Una normalización que hoy exigen todos los pueblos y todos los actores progresistas de estos países; y que es rechazada por las fuerzas oscurantistas y extremistas.
Esta prosperidad en ciernes será el primer elemento que superará el odio y la negatividad. Necesitaremos de un firme apoyo de los Estados Unidos, de Rusia y también de Europa, para proporcionar un entorno positivo y favorable para todos.
(Fin de la primera parte)
*Vicepresidente de la Conferencia de los imanes de Francia. Ex candidato a la guía de la Gran Mezquita de París.
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