Ilham Tohti, académico uigur, es candidato al Premio Sakharov
El Parlamento europeo confirma que el docente, conocido por sus críticas a la política china en la provincia de Xinjiang, figura entre los cinco finalistas. En septiembre de 2014 Beijing lo condenó a cadena perpetua por “terrorismo” e “incitación a la subversión”: quienes lo apoyan consideran que dichas acusaciones son “absolutamente falsas”.
Bruselas (AsiaNews) – El Parlamento europeo ha incluido, en la lista de los cinco finalistas que son candidatos al premio Sakharov 2016, al conocido intelectual y activista uigur lham Tohti. El docente, que durante años se desempeñó como titular de una cátedra universitaria en Beijing, fue condenado a cadena perpetua en septiembre de 2014, con la acusación de “terrorismo” e “incitación al separatismo”. En realidad, él quedó bajo la mira de las autoridades a raíz de sus escritos, sumamente críticos en relación al gobierno central, centrados en las “políticas comunistas erráticas” en la provincia occidental de Xinjiang.
Tohti, de 47 años, se hizo famoso debido a sus intervenciones de carácter público en defensa de la cuestión uigur. Esta etnia vive en la región autónoma septentrional de Xinjiang, habla el idioma turco, profesa la fe musulmana, y protesta a causa de la fuerte represión lingüística, económica, cultural y religiosa ejercida por parte del gobierno central chino.
Sin embargo, no hay pruebas de que Tohti sostenga al movimiento separatista, y desde el mismo día de su arresto, el académico continúa proclamando que es inocente. “Él cree que siempre ha tratado de trabajar por el interés de la nación, tanto con las palabras como con los hechos –explica su letrado- y por una integración orgánica de la mayoría han y de la minoría uigur”.
El premio Sakharov por la libertad de pensamiento es un reconocimiento dedicado al científico y disidente soviético Andrej Dmitrievič Sakharov, que fue instituido por el Parlamento europeo en 1998 con el objetivo de premiar a personalidades y organizaciones que hayan dedicado su vida a la defensa de los derechos humanos y de las libertades individuales. Cada año es entregado en una fecha cercana al 10 de diciembre, en recuerdo del día en que fue firmada la Declaración universal de los derechos del hombre.
Entre los ganadores más recientes figuran Raif Badawi (2015), bloguero que se opone a la represión en Arabia Saudita; Malala Yousafzai (2013), jovencísima activista pakistaní que lucha por el derechos a la educación en su país; Jafar Panahi y Nasrin Sotoudeh (2012), contrarios al régimen de los ayatolás en Irán; la asociación Memorial (2009) que opera en Rusia; Hu Jia (2008), rostro histórico de la disidencia en China y punto de contacto de los activistas por los derechos humanos con la comunidad internacional.
Fue precisamente Hu Jia quien comentó a Radio Free Asia esta nominación: “Como ciudadano chino y ganador del (premio) Sakharov, considero que si hay alguien en China que ciertamente merece el premio, esta persona es Ilham Tohti. Él es una espina clavada en el costado del Partido comunista: es la conciencia de los uigures, y por esto ha recibido la pena más dura. Las personas que él representa son perseguidas, y esto ha desencadenado un embrollo de hostilidades y enfrentamientos. Pero la clave para obtener un relajamiento de esta tensión es lograr la libertad de Ilham”.
El mismo activista teme, no obstante, por las presiones que esta nominación podría acarrear al detenido: “En el 2008 fui condenado a 3 años y medio de prisión por haber “incitado a la subversión del poder estatal”. Yo estaba desempeñándome en actividades en defensa de los derechos humanos antes de los Juegos Olímpicos de Beijing. Cuando me premiaron también fui candidato al Nobel; las autoridades de la prisión vinieron a verme y me ofrecieron descontarme parte de la pena y una suma de dinero equivalente al doble de la del premio, siempre y cuando renunciara públicamente a recibir ese honor. Esto, debido a que al apoyo moral del mundo y los reconocimientos internacionales ponen al Partido bajo una enorme presión, que quieren evitar a toda costa”.
El docente en prisión, concluye Hu, “rechaza con fuerza toda forma de violencia, y de ningún modo quiere que hayan derramamientos de sangre. Ganar el Sakharov querría decir que el mundo entero abraza su idea: que todos sean capaces de vivir con dignidad, como parte de una misma familia humana. Y el mundo mismo miraría un poco más de cerca la situación de los uigures en Xinjiang”.
20/09/2019 13:27