Iglesias de Oriente Medio: Basta de vender armas, que gane la paz

En Amán se concluyó la XI Asamblea general del Consejo de la Iglesias de Oriente Medio (MECC). Los líderes cristianos lanzan un pedido contra la venta de armas y en apoyo de los refugiados de Mosul. A los musulmanes les toca la tarea de colaborar en la creación de un ambiente seguro. Jordania, un ejemplo de libertad religiosa.

Amán (AsiaNews)- Bloquear la venta de armas a grupos terroristas que asolan Siria e Irak, favoreciendo una solución pacífica del conflicto. Dar todo el apoyo necesario a los refugiados, en particular a los cristianos que han tenido que abandonar sus casas y sus tierras para escapar de la guerra y de las persecuciones. Particular atención merecen los refugiados de Mosul y de la llanura de Nínive, para los cuales es necesario hacer todos los esfuerzos a fin de que puedan regresar a sus hogares. Son éstos algunos de los puntos mencionados en el documento final, elaborado por los líderes cristianos, como conclusión de la XI Asamblea general de las Iglesias de Oriente Medio (MECC), que se desarrolló del 6 al 8 de septiembre en Amán, Jordania.

Los participantes han denunciado toda forma de extremismo, terrorismo, a la vez que han pedido la colaboración de los musulmanes- y de los líderes políticos regionales e internacionales- para la creación de un ambiente seguro y libre de persecuciones. En ese sentido es mencionado el rol de Jordania y de la monarquía Hachemita, con una visión plural y multicultural, un país que sigue siendo un modelo y un ejemplo para Oriente Medio.

Al evento han adherido 22 personalidades, varios de ellos jefes y representantes de las principales realidades eclesiales de la región, hospedados por el Patriarcado griego ortodoxo de Jerusalén. Estuvieron presentes, entre otros, el patriarca Mar Louis Raphael Sako (neo-presidente del MECC para el próximo cuatrienio), el emérito de Jerusalén de los Latinos, Fouad Twal , el patriarca griego-melquita Gregorio III, el patriarca copto-ortodoxo, Ignace Youssif III y el patriarca griego-ortodoxo de Antioquía Yohanna X.

La Asamblea general se inició el 6 de septiembre pasado y el título fue tomado del Salmo 118: “Celebren al Señor porque es bueno, porque es eterna su misericordia”. Una advertencia y un reclamo al rol de los cristianos, en particular a los fieles de Oriente Medio, a ser instrumento de misericordia allí donde haya violencia, abusos, guerras y desesperación. En el documento final también hay un reclamo en relación a la elección del presidente de la República libanesa (cargo que le corresponde a un cristiano y que está vacante desde hace más de dos años), una solución a la crisis palestina y un pedido por la liberación de los obispos (Youhanna Ibrahim y Boulos al-Yaziji) que fueron raptados hace tres años en Siria.

La elección de Jordania -como país huésped del Encuentro de las Iglesias de la región- confirma el rol destacado que ha desarrollado el reino Hachemita en la tutela de los lugares santos y en la defensa de la libertad religiosa. El mismo rey Abdallah II durante un encuentro con los líderes MECC en al palacio Al Husseinya subrayó en varias ocasiones el rol de los cristianos como puentes de diálogo, y destacó la Jordania como “modelo de coexistencia armoniosa” entre cristianos y musulmanes. Los árabes, sean ellos musulmanes o cristianos -agregó el monarca- deben enfrentar “los mismo desafíos”; además, los cristianos “son parte integrante de la riqueza social árabe” y “proteger sus derechos” es “tarea de todos nosotros”.

Fueron muchas las intervenciones que se sucedieron en estos días de encuentros y confrontaciones. Tawadros II, Papa de los coptos ortodoxos, exhortó a los cristianos y musulmanes a “trabajar juntos” para “difundir amor y paz” en Oriente Medio. A la Iglesia le toca “servir a la madre patria”. Teófilo III, primado de la Iglesia ortodoxa de Jerusalén, invita los líderes cristianos a “movilizar a la opinión pública mundial” para proteger a los fieles y “alentarlos a permanecer en su tierra”. La presencia cristiana es amenazada por migraciones y éxodos forzados; a los musulmanes, agrega, les toca el deber de “unir las fuerzas” para garantizar la presencia cristiana en Oriente Medio.

El patriarca emérito de Jerusalén de los Latinos, Fouad Twal subraya el valor “de la unidad” entre cristianos de denominaciones diversas para “superar” las amenazas y “difundir la cultura de la paz y el amor”. “Aunar esfuerzos -agregó- es un trabajo más difícil, pero que puede hacer una gran diferencia”. Al final Louis Raphael Sako, primado caldeo, sugirió la formación de una comisión que también se halle compuesta de políticos y expertos en leyes, para profundizar las cuestiones de la región y dar visiones claras y soluciones para el futuro. Además, el nombramiento de una delegación de alto nivel llamada a interactuar con las autoridades religiosas musulmanas.

En la jornada conclusiva, los presentes finalmente han elegido a los presidentes de las diversas denominaciones que componen el MECC. Para la familia católica la elección recayó sobre Mar Sako. Fundada en 1974 en Nicosia, capital de Chipre, el Consejo de las Iglesias de Oriente Medio hoy tiene su sede en Beirut, Líbano. Este tiene como finalidad favorecer la convergencia de las comunidades cristianas de la región en temas de interés común y favorecer una superación de divisiones y contrastes de naturaleza confesional.