Iglesia filipina: Recemos y esperemos que Mary Jane sea pronta liberada
Manila (AsiaNews)- Mary Jane Fiesta Veloso, migrante filipina en la cárcel indonesia con falsas acusaciones de tráfico de droga, “debe ser liberada inmediatamente”. Es una rehén, víctima de un tráfico de seres humanos más grande que ella. Su presunta reclutadora se consignó a las autoridades, pero nosotros pensamos que sobre ella haya una red mucho más extendida de personas sin escrúpulos. Yakarta debe liberar a la mujer, inocente de modo que se pueda hacer justicia. Nosotros rezamos por esto”. Lo dice a AsiaNews, mons. Ruperto C. Santos, obispo de Balanga y presidente de la Comisión para la atención de los migrantes de la Conferencia episcopal filipina.
El caso de la Veloso, escapada al último momento de la ejecución en una cárcel indonesia, desencadenó la indignación en la comunidad internacional y encendió los reflectores sobre la situación de los emigrantes filipinos en el exterior. Por el momento no se encuentra más en la así llamada “isla de las ejecuciones”, o sea la cárcel de máxima seguridad de Nusakambangan, sino que volvió a la prisión “normal” de Yogyakarta: “Ayer las campanas han sonado a fiesta, después de la noticia de la evitada ejecución. Pero Mary Jane debe volver a su casa, lo antes posible. Es una testigo clave en una investigación muy importante, sobre la situación de los migrantes filipinos en el extranjero”.
Una situación, subraya mons. Santos, “que nos interroga a todos. De nuestra parte, como Iglesia y sobre todo como Comisión para los migrantes, reafirmamos el pedido a nuestros connacionales obligados a partir: no tomen nada de los extraños y traten de estar lejos de los problemas”
El prelado viajará el próximo agosto a Kuwait y a otros países del Golfo, que hospedan a decenas de miles de filipinos en busca de trabajo: “Estaremos por 2 semanas allí, trataremos de encontrar el mayor número posible de trabajadores. La invitación es permanecer siempre en contacto con los capellanes filipinos en el extranjero y con las diócesis. Es triste decirlo, pero a menudo la Iglesia es la única que se compromete realmente por la justicia y por su bienestar. Por lo tanto la esperanza es que los filipinos en el extranjero puedan en lo más posible “formar comunidad” con quien está en la misma situación de ellos”.
Si pudiese hablar con cada uno de ellos, concluye mons. Santos, “les diría la misma cosa a todos. Estén atentos a quien les promete dinero fácil y trabajo seguro. Estén atentos a quienes los consideran sólo una mercadería. Traten de hacer respetar vuestros derechos sin recurrir a medios poco limpios. El tráfico de seres humanos es una realidad terrible para Filipinas y esperamos que el gobierno ponga rápidamente en campo instrumentos eficaces para crear ocupación en nuestra patria y defienda con eficacia a quienes deben partir. Pero mientras tanto tengan siempre en mente vuestra dignidad de seres humanos”.
29/04/2015
17/12/2016 13:14