Hsiao Yuhui: Comunicar el Evangelio a través del arte, misión divina

Madre, abuela, educadora y artista: así se pinta Hsiao Yuhui, que a través del procesamiento de la tela crea obras sacras que se pueden encontrar en todas las iglesias de Taipei. Este trabajo artístico "me permite expresar la parte más especial de mí misma, la que se siente en conexión con Dios".

Taipei (AsiaNews) - Madre, abuela, educadora y artista. Así es como se define la Sra Hsiao Yuhui (蕭玉蕙), que responde a los que le piden una entrevista: "Puedo hacer arte, ¡pero no sé hablar!". De hecho, cuando empieza a contar su historia, se convierte en incontenible y se esfuerza por encontrar las palabras más apropiadas para expresar su mundo interior.

El principio de la entrevista deja las cosas en claro: "Antes yo era madre y artista, ahora soy la abuela, pero sigo siendo una artista". El tema que le interesa más mira la forma en que ha tenido éxito en el desarrollo de su arte impulsada por la inspiración sobretodo de la fe: "Dios es el que me ha dado este talento, ¡no podía salir de la nada! El Arte es para mí ante todo una forma de oración y de contacto profundo con Dios".

En mi familia, dice, "éramos siete niños. Tengo una hermana mayor, tres hermanas menores y dos hermanos, crecimos en el centro de Taiwán en un pueblo de la provincia de Zhanghua (彰化縣). Mi padre me comunicó que la pasión por el arte, la madera y la tela, además de cerámica y pintura. Era una formación estrictamente japonesa, metódica y bien estructurada. Cuando estaba en la escuela primaria empecé a hacer pequeños trabajos con el papel, mi maestro se dio cuenta de que tenía una pasión diferente de los demás compañeros, me ha motivado para cultivarla".

Al principio el padre no estaba contento: "Él quería que tuviera una educación sólida, no se confiaba, me dijo de no perder el tiempo, de hacer las tareas y no distraerme. Él trabajaba para el ferrocarril, pero también tenía un lado artístico que cultivó con esmero, asistió a clases nocturnas para trabajar la madera y era un artista muy capaz y expresivo. Cuando se dio cuenta entonces que quería de alguna manera seguir ese camino, no ha podido enfrentarse a los hechos y comenzó a alabarme y a apoyarme".

La expresión artística de la mujer es polifacética: "Mis intereses son muy amplios, desde la madera al tejido, la cerámica, los dibujos de cualquier tipo, pero si tuviera que elegir un método de procesamiento, sin duda, preferir el tratamiento de los diseños de tela que me permite expresarme y llegar a donde muchos no creen que pueda ser posible". A la entrada de la sala de estar muestra una gran representación en tela del Sagrado corazón: "hace años, en un domingo por la tarde fuimos a visitar a un amigo en el hospital de Hukou, donde existe esta figura del Sagrado corazón en mosaico. Me encantó, tiene una cara muy relajada y no es serio o intimidante. Nos tomamos una fotografía y durante una semana trabajé en la noche, mis hijos eran pequeños, no tenía tiempo de día. Ha sido de alguna manera una experiencia mística, sentí que no podía parar, tenía que hacer en la tela esa figura que me decía algo profundo. Y cada vez que realizo un nuevo trabajo, me siento la misma emoción y el mismo poder".

La señora está muy inserta en la comunidad cristiana: "Para la parroquia de la Resurrección aquí en Taipei he hecho muchas obras, incluyendo los colgantes de cerámica del Vía Crucis de las paredes de la iglesia. Cada párroco me ha pedido que haga algo nuevo para embellecer los lugares donde la comunidad se reúne para la oración o para otras actividades. Este trabajo artístico me permite expresar la parte más especial de mí misma, la que se siente en relación con Dios: en este sentido, el arte es un lenguaje especial".

Pero la artista también trabaja en la escuela primaria el frente de la casa, donde dirige el taller de arte de cerámica para niños: "La colaboración con otros profesores es muy adictivo, te das cuenta de que puede inspirar a los niños para hacer algo artísticamente hermoso. Los niños siempre quieren aprender y experimentar, trabajando en las escuelas, así como en casa con mis hijos siempre me ha dado algo especial. Uno de nuestros estudiantes pasó a convertirse en un artista muy famoso aquí en Taiwán, y ty no era más que un simple niño en la escuela primaria. Mis hijos siempre estaban cerca de mí cuando dibujo algo nuevo, y estaban encantados con el diseño o la cerámica, que los niños les encanta".

Una creencia la acompaña siempre: "La parte esencial de mi arte está ligado indisolublemente con mi fe. La mía es una familia católica durante cuatro generaciones, continuando con mis nietos ahora hasta la sexta generación. Cuando nos hemos transferido al apartamento en Taipei en 1984, encontramos esta parroquia ávida de nuevas obras artísticas. El misionero belga de ese momento, el padre John, me ha encargado dos representaciones, Jesús y María, y desde entonces ha sido una producción continua, hasta ahora".

Entre otros, la Hsiao ha creado una serie sobre el pequeño Jesús (imaginar su vida como un niño) que ha tenido un gran éxito y también tiene un acabado en libros de arte: "Esa serie nació de un intercambio de experiencias con los padres de la escuela cristiana donde trabajaba, porque al saber que yo era un artista que pertenecía a la parroquia católica, se me pidió que mostrará la vida de Jesús como un niño. Cuando lo comente al padre John, me dijo: 'No tenemos muchos testimonios sobre el pequeño Jesús, ¡pero tienes mucha imaginación!'".

Esto, concluye, "es mi capacidad para anunciar el Evangelio. Pongo en juego mi talento para esta misión con la que me siento el protagonista junto con muchos otros artistas y para muchas personas que buscan formas alternativas para comunicar la belleza de la fe".