Hong Kong 'siempre recordará los martirios de Tiananmen'

Una fuente católica comenta a AsiaNews: “Los 30 años de la masacre parecen no haber enseñado nada a la población china y al mundo. El peso de la dictadura en China es cada vez más evidente. Y pareciera que el mundo nos ha olvidado”.

Hong Kong (AsiaNews) - La población de Hong Kong "siempre recordará los martirios de la plaza Tiananmen. A partir de aquél evento, surgieron reacciones en cadena, que esparcieron la semilla de la democracia en Asia oriental. Pero el mundo parece haberlo olvidado. Y lo mismo pasa aquí”. Es lo que dice una fuente católica del Territorio en un diálogo con AsiaNews, pidiendo preservar su anonimato, por motivos de seguridad: “En otra época no habría pedido esto, jamás me he sentido avergonzado por mis posiciones. Pero el clima aquí es cada vez más oprimente y temo por mi familia”.

En la noche del 3 al 4 de junio de 1989, los tanques de guerra enviados por el entonces presidente Deng Xiaoping masacraron a los manifestantes que llevaban semanas reclamando por una mayor libertad y un giro democrático del país. Jamás se reportó la cantidad de víctimas certeras, por la durísima censura de Beijing, que impuso a las familias de las víctimas una vida de parias sociales, llegando a negar el espíritu democrático del movimiento. Aquél día murieron operarios y estudiantes, que se habían reunido en la capital para rendir un homenaje al ex Secretario del Partido Comunista (reformista), Hu Yaobang.

Cada año, en la ex colonia británica, para esta fecha se celebra una gran marcha democrática para conmemorar a las víctimas y reiterar sus reclamos al gobierno chino. En la marcha, que se realiza en el Victoria Park, siempre están presentes los exponentes de las religiones del Territorio: el Card. Zen, obispo emérito de Hong Kong, habitualmente celebra la misa y marcha junto a los manifestantes: “Este año -dice la fuente a AsiaNews- participaré, como siempre. Pero temo que será la última vez”.

El motivo oculto tras este temor es “la creciente presión, que llega a ser violenta, de las autoridades comunistas. A pesar de que Hong Kong goza de las garantías democráticas todavía vigentes, los hombres de Beijing (con la connivencia de los líderes locales) no tienen ningún escrúpulo en secuestrar, hacer desaparecer, amenazar y silenciar a las voces libres de nuestro Territorio. Es particularmente deplorable el recurso a las amenazas colaterales, las que se dirigen a nuestras familias”.

Lamentablemente, detrás del agravamiento de la situación “está el silencio del mundo. Los llamados líderes democráticos apoyan nuestras instancias de palabra, pero en los hechos se inclinan ante el poderío económico de China. Se trata de una situación muy triste: hemos luchado por la democracia cuando nada teníamos, y hoy, que somos más ricos que hace 30 años, consideramos la democracia como un lujo del cual no tenemos necesidad. La Historia nos enseñará hasta qué punto nos hemos equivocado”.