En los últimos tres meses, hubo casi 5.000 muertos, la mayoría ancianos. La población, las empresas y los expertos critican al gobierno de la ciudad, que prepara nuevas normativas sanitarias. La líder local Carrie Lam recibe ataques de miembros de su mismo bando político (pro Beijing). Las autoridades centrales temen que la situación pueda crear inestabilidad política y social.

Hong Kong (AsiaNews) – La ciudad acumula más de 980.000 casos de Covid-19 relacionados con la ola de la variante Omicron que azota el territorio desde hace tres meses. Hasta el momento se cuentan 4.923 muertos, y en algunos casos se trata de pacientes que tenían dos dosis de la vacuna. La mayoría de las víctimas son personas de la tercera edad.

Hoy la cifra de contagios diarios cayó a 21.650, según declararon las autoridades sanitarias. AsiaNews constató que la situación sigue siendo grave. El gobierno de la ciudad no decretó cierres. La jefa del Ejecutivo local, Carrie Lam, dijo hoy que entre el 20 y el 21 de marzo se anunciarán cambios en la normativa sanitaria, especialmente en cuestiones como la cuarentena para los pasajeros que ingresan al país, la suspensión de las conexiones aéreas, los tests de control para toda la población, la reapertura de las escuelas y las medidas de distanciamiento social.

Lam admitió que los ciudadanos y las empresas han perdido la paciencia por la prolongación de la emergencia. Como informó RTHK, los expertos en salud de la Universidad de Hong Kong pidieron a la administración de la ciudad que elaborara un plan para volver a la normalidad, de modo que la gente pueda recuperar la confianza y la esperanza. Los tres microbiólogos criticaron al gobierno por no haber aprendido de la experiencia de otros países cuando reabrieron y por no estar debidamente preparados.

Para hacer frente a la crisis, Lam adoptó una política de "Cero Covid dinámica", en línea con la de China continental, que también está lidiando con un recrudecimiento de la pandemia. Debido a los síntomas relativamente leves de Omicron, la mayoría de los países del mundo han optado por una estrategia de coexistencia con el virus.

La líder de la ciudad debe lidiar con la presión de los medios. Por otro lado, cada vez son más los miembros del establishment pro-Beijing que la atacan y sostienen que debería dimitir por vergüenza. Su preocupación es que la emergencia sanitaria se convierta en una cuestión política en un año clave para la ex colonia británica y para China. El 8 de mayo se celebrarían los comicios para elegir al nuevo jefe de gobierno de la ciudad, pero Lam aún no ha confirmado su candidatura. Luego, en otoño, se celebrará el XX Congreso del Partido Comunista Chino, que se espera conceda a Xi Jinping un tercer e "histórico" mandato en el poder.

Tras las elecciones de diciembre, que abrieron las puertas del parlamento de la ciudad (LegCo) exclusivamente a los representantes "patrióticos", la caótica gestión de la respuesta a la quinta ola de Covid-19 puso en evidencia el mal desempeño de las autoridades, muy vinculadas al gobierno central.

El 13 de marzo, el director de la Asociación China de Estudios sobre Hong Kong y Macao, un centro de estudios con sede en Beijing, advirtió que "la acumulación de descontento puede provocar inestabilidad política". "Esto debilitará la autoridad de los 'patriotas' que gobiernan Hong Kong", dijo Lau Siu-kai, según informa Hong Kong Free Press.

Cabe recordar que para silenciar a la oposición democrática de Hong Kong, que protagonizó una temporada de fuertes protestas en 2019, el gobierno chino impuso una draconiana ley de seguridad nacional en junio de 2020. La aprobación de la normativa llevó a la detención de varios líderes a favor de la democracia y al cierre de organizaciones y grupos democráticos.

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