Homs, 750 jóvenes cristianos reunidos por el futuro de la Iglesia y de Siria

La comunidad de Taizé en colaboración con los jesuitas promovió el evento, que reúne a diferentes iglesias y denominaciones. Un acontecimiento que muchos consideran "excepcional", cuyo objetivo es el futuro del país. La ciudad elegida es un símbolo del conflicto y del "martirio" del padre Frans Van der Lugt. Frère Alois: “Un gran signo de esperanza”.

Homs (AsiaNews) - Cerca de 750 jóvenes cristianos sirios, pertenecientes a diferentes Iglesias y congregaciones, y provenientes de diversas partes del país, están reunidos desde el 28 de abril hasta el 1 de mayo en Homs para un encuentro ecuménico. Es una nueva etapa en el camino del renacimiento del país y de su comunidad católica y no católica después de la "conferencia de Damasco" de mediados de marzo, que muchos referentes eclesiásticos locales consideran un verdadero "Pentecostés de la Iglesia siria", en un camino orientado "a la caridad y la sinodalidad". La organización llevó meses de preparación y contó con la participación de los dirigentes de varias Iglesias de Homs. Para muchos es un sueño que se ha convertido en realidad gracias al arduo trabajo de establecimiento de contactos, coordinación y planificación de los padres jesuitas de la región.

Fieles y figuras destacadas de las diversas Iglesias consideran que este evento "en muchos sentidos es excepcional" porque ha puesto en primer plano a los jóvenes, que representan el futuro no solo de Siria sino de la misma comunidad cristiana local. Ellos han estado entre los más afectados, primero por la guerra y después por la profunda crisis económica y social que golpea al país y que en los últimos años ha llevado a muchas familias a emigrar a otras tierras en busca de un destino y oportunidades mejores.

También es importante tener en cuenta el lugar que se eligió para esta “fiesta” de varios días. La ciudad de Homs, ubicada en la zona oriental de Siria es el tercer centro más poblado después de la capital Damasco y Alepo, y fue durante mucho tiempo el centro económico y comercial del país. Muy a pesar suyo, se ganó el título de "capital de la revolución" porque aquí tuvieron lugar las primeras y más impresionantes manifestaciones contra el gobierno y el presidente Bashar al-Assad, cuando miles de personas salieron a las calles. En las afueras de esta misma ciudad se produjeron también los primeros enfrentamientos entre el ejército regular, los grupos rebeldes del Free Syrian Army (FSA) y las milicias yihadistas de al-Nusra.

Para los cristianos, Homs también está relacionada con la muerte del P. Frans Van der Lugt, quien fue asesinado a tiros el 7 de abril de 2014 a los 75 años - cerca de 50 los pasó en Siria -, en la residencia jesuita de Bustan al-Diwan, en el corazón del centro histórico de la ciudad. Muchos consideran que fue ejecutado por una persona que él conocía. Nacido el 10 de abril de 1938 en Holanda, el P. Van der Lugt ingresó en la Compañía de Jesús el 7 de septiembre de 1959 y fue ordenado sacerdote el 29 de mayo de 1971. Formaba parte de la Provincia Jesuita de Oriente Próximo. El sacerdote llegó a Siria en 1966 después de pasar dos años en el Líbano para estudiar el idioma árabe. Durante todos los años que estuvo en Siria, el P. Van der Lugt trabajó para mantener unida a la comunidad local, formada por cristianos y musulmanes. Cuando estalló la guerra civil en 2011, la residencia jesuita de Homs se convirtió en un refugio para muchas personas cuyos hogares habían sido destruidos por la violencia y un lugar para compartir la poca comida y agua que quedaban en la ciudad.

El padre Frans fue asesinado pocos días antes de que las tropas de Assad recuperaran el control de la ciudad, con disparos de pistola en la cara, bajo los árboles del pequeño claustro donde ahora se encuentra enterrado y que se ha convertido en lugar de peregrinación y oración. Según varias fuentes, fue un asesinato planificado, con el propósito de eliminar a un testigo incómodo que, gracias a las relaciones construidas durante décadas, estaba al tanto de información y acciones incómodas para muchos bandos, tanto del gobierno como - y sobre todo- de la oposición a Assad.

Con respecto al encuentro que ha reunido a 750 jóvenes cristianos sirios de diversas denominaciones, compartimos el saludo que envió frère Alois, monje católico de origen alemán que desde el 16 de agosto de 2005 es prior de la Comunidad de Taizé: "El encuentro que ustedes están realizando - dijo el religioso - es un gran signo de esperanza para todos nosotros. Las dificultades de la vida no los detienen ni los paralizan. Esta 'peregrinación de esperanza y de confianza' fortalece las relaciones humanas de amistad, tan necesarias hoy en todas partes en nuestras sociedades y en nuestras Iglesias. Y fortalece -concluye- el vínculo de ustedes mismos con Cristo”.