Homicidio Khashoggi: bin Salman se absuelve y promete justicia. Pero su poder vacila

Al intervenir en el “Davos en el desierto”, el príncipe heredero asegura que castigará a los “culpables” del homicidio y niega cualquier responsabilidad. La dirigencia del reino protege a Mbs, pero su prestigio internacional parece estar comprometido. Un automóvil diplomático saudita recorrió y patrulló el bosque situado en la periferia de Estambul, en la noche previa al delito.

Riad (AsiaNews/Agencias)- A más de 3 semanas del homicidio de Jamal Khashoggi, sobre cuya desaparición aletea la sombra de una probable involucración de las máximas esferas sauditas, ayer habló por primera vez, de manera oficial, el príncipe heredero, Mohammad bin Salman. Considerado como el mandante de la ejecución del periodista sucedida el 2 de octubre pasado dentro del consulado saudita en Estambul, el número 2 del reino intervino en la Future Investiment Initiative (FII), llamada la “Davos en el desierto” a realizarse del 23 al 25 de octubre en Riad por iniciativa suya. Y desde el palco de la kermesse, boicoteada por políticos y empresas occidentales, Mbs negó cualquier responsabilidad en el hecho.

Dirigiéndose a los presentes, Mbs prometió castigar a todos los “culpables” del asesinato. El príncipe heredero de 33 años habló de un “crimen” que ha sido fuente de “dolor para todos los sauditas”. Él descartó toda posible “fractura” con Turquía, cuyo presidente Recep Tayyip Erdogan, acusó directamente a las máximas autoridades del reino por un homicidio “premeditado” y “político”. El príncipe heredero cerró su intervención hablando de “crimen odioso que no puede ser justificado” y prometió que “la justicia al final prevalecerá”.

Mientras tanto, Arabia Saudita levantó un frente compacto para defender a Mbs, que ayer se encontró y le estrechó la mano al hijo de periodista asesinado; una imagen que dio la vuelta al mundo (en la Foto) por el rostro aterrorizado de Salah Khashoggi. Riad niega cualquier responsabilidad del príncipe heredero y acusa a un grupo no precisado de “perros sueltos” que habrían actuado más allá de sus órdenes, que se ceñían a efectuar un interrogatorio al periodista. Una muerte que ha sido fuente de júbilo o pesar, dependiendo de las posiciones.

Analistas y expertos subrayan que bin Salman continúa siendo el hombre fuerte del país. Sin embargo, su posición parece estar vacilando y se lo ve cada vez más solo y aislado, incluso entre las mismas altas esferas del país, que temen comprometer las relaciones con el aliado estadounidense, para el cual Riad representa un pilar regional en clave anti-iraní.

El presidente de los EEUU, Donald Trump, después de haber defendido en un primer momento a toda la dirigencia saudita, ahora parece hacer precisas distinciones entre Mbs y el rey Salman. Ayer, en una entrevista concedida al Wall Street Journal , él afirmó que el príncipe heredero debe asumir la plena responsabilidad del homicidio, como líder efectivo del país. Trump dice que quiere creer en sus palabras, cuando afirma que funcionarios de rango inferior han llevado a cabo la operación. A pesar de ello, lo cierto es que es Mbs quien “tiene las riendas del poder” y que si sucede algo, él “es el primero en saberlo”, mientras que el rey Salman habría estado en desconocimiento de todo, refiriéndose a lo que el presidente de EEUU define como “la peor operación de ocultamiento” de la historia.

Mientras tanto, continúan las investigaciones de los responsables de la búsqueda del cadáver de Khashoggi y de otros nuevos elementos que podrían ayudar a esclarecer el caso. Hasta hoy, no hay rastros del cuerpo de periodista disidente; algunas fuentes, no confirmadas, informan que se han encontrado algunas pistas orgánicas -que quizás pertenecieron al cadáver- descubiertas en el jardín del consulado saudita en Estambul.

De los análisis de las imágenes de vigilancia del edificio surgen, en concreto, algunos hallazgos útiles. En la noche previa al crimen de Khashoggi , un automóvil con patente del consulado saudita habría recorrido una parte del bosque de Belgrad, en la periferia de la ciudad. Hace algunos días, los investigadores rastrillaron el área donde podrían estar sepultados los restos del periodista, para ocultar las pruebas.