Homenaje a una mujer de Kerala que da clases a analfabetos desde una silla de ruedas
Uno de los galardonados con el premio Padma Shri, que se entrega en la India durante la fiesta de la República, es una musulmana, K.V. Rabiya quien, a pesar de la poliomielitis y muchos otros padecimientos, fundó una asociación que enseña a leer y escribir a los adultos en las aldeas. “La educación sólo cumple su función si luego cada uno se la entrega a los demás y los hace más fuertes”.
Nueva Delhi (AsiaNews/Agencias) - En su vida ha tenido que hacer frente a la poliomielitis, un tumor y una columna vertebral fracturada. Pero eso no le ha impedido seguir trabajando, desde su silla de ruedas, por la alfabetización de los pobres en los pueblos y aldeas de Kerala. Es la historia de K.V. Rabiya, una mujer india musulmana que, con motivo del Día de la República, fue una de las figuras galardonadas este año con el Padma Shri, uno de los homenajes más altos del país.
Nacida en 1966 en un pueblo cerca de Tirurangadi, en el distrito de Malappuram, K.V. Rabiya se encontró en una silla de ruedas a los 14 años debido a la polio. Pero eso no le impidió poner en marcha en junio de 1990 una iniciativa para la alfabetización de adultos en su pueblo. Su abuela era uno de los estudiantes. En pocos años esa experiencia se ha convertido en el motor de una asociación llamada Chalanam (movimiento) de la que Rabiya es presidente. En la actualidad esta asociación cuenta con seis escuelas para niños discapacitados así como muchas otras iniciativas para la promoción de la mujer y el desarrollo de infraestructuras en las zonas más pobres.
Rabiya no se detuvo ni siquiera en 2000, cuando tenía 34 años y debió luchar contra un tumor. Se enfrentó a la quimioterapia dando esperanza a otros pacientes y en 2002, una vez curada, cumplió con el Haj, la peregrinación musulmana a la Meca. En 2004 tuvo otra prueba muy grave: una caída le provocó una fractura en la columna vertebral, lo que redujo aún más su capacidad de movimiento. Desde la cama donde estaba inmovilizada siguió escribiendo: "Swapnangalkku Chirakukalundu" (“Los sueños tienen alas”) es el título de su autobiografía publicada en 2009.
Cuando recibió la noticia de que le habían otorgado el premio Padma Shri, exclamó: "Dios es grande, me siento honrada de que el país haya premiado mi trabajo". “Aprender -añadió- es lo más importante y transmitir a los demás lo que uno ha aprendido es igualmente importante. Siento que la educación sólo cumple su función si luego cada uno se la entrega a los demás y los hace más fuertes”.