Ho Chi Minh City, 500 casas expropiadas y destruidas. La oración de las víctimas
Las autoridades han expulsado o a más de 1.000 personas de un terreno de la parroquia de Lộc Hưng. Más de 200 familias ahora viven en condiciones de extrema dificultad. Los fieles son víctimas de amenazas reiteradas. Mons. Oanh: “Continuamos obrando como los discípulos de Jesús”.
Ho Chi Minh City (AsiaNews) – Con ocasión del mes mariano, las víctimas de las expropiaciones forzadas en el “Vườn Rau Lộc Hưng” (el huerto de Lộc Hưng), en Ho Chi Minh City, se reúnen cada tarde para rezar el rosario y pedir consuelo y ayuda a la Virgen. Del 4 de enero al 11 de mayo pasados, las autoridades de la VI circunscripción y el Comité del pueblo del distrito de Tân Bình han destruido casi 500 casas (Foto) y expulsado a más de 1.000 personas. Situada en el corazón de la ciudad, el área le pertenece a la parroquia de Lộc Hưng. Atraídos por el creciente valor comercial, el gobierno ciudadano y “grupos de interés” pretenden especular con la venta del terreno y lo han expropiado. Más de 200 familias ahora viven en condiciones de extrema dificultad. Los católicos de Lộc Hưng. son blanco de amenazas reiteradas por parte de las autoridades. Grave preocupación provoca también la situación de los niños, que no pueden asistir a la escuela.
Una madre declara a AsiaNews: “Mi casa fue destruida el 8 de mayo. Ni siquiera pude sacar nuestras pertenencias, ni la ropa de mis hijos. Con cerca de 200 dólares por mes, por el momento no puedo permitirme alquilar ni siquiera una pequeña casa en el distrito de Tân Bình. Pude sólo permitirme alquilar una en Hốc Môn, que me cuesta unos 50 dólares por mes. Desde aquí, cada día acompaño a mis hijos a la escuela en Tân Bình. Mi familia ahora vive en la miseria”. Un niño de 12 años cuenta sobre las provocaciones y las humillaciones sufridas en la escuela: “Esta mañana el docente me pidió que leyese un artículo sobre la ‘Liberación del huerto de Lộc Hưng’ frente a miles de estudiantes. Lo rechacé, porque estaba escrito que ‘las personas que allí vivían ahora son malas’. Mi casa fue destruida. Mis padres no son malos. Mi familia vivía allí con mi abuelo desde hacía mucho tiempo”.
La devoción de los católicos a la Virgen es muy profunda en el país. En el mes de mayo, dedicado a María, en todas las iglesias los fieles de todas las edades participan numerosos en las ceremonias de “Dâng Hoa” (ofrendas floreales) en honor de la Madre de Jesús. Esto sucede también en la parroquia de Lộc Hưng. Un muchacho afirma: “Venimos a rezar a Nuestra Señora cada día. Rezamos para que en Vietnam haya paz y justicia”. Hace 3 días, los fieles recibieron la visita de Mons. Hoàng Đức Oanh, obispo emérito de kontum. Ya en el pasado mes de febrero, el prelado había celebrado una misa entre los parroquianos, invitándolos a “ofrecer nuestros sufrimientos a Dios, que para nosotros es luz brillante”.
Recogido en oración junto a la estatua de la Virgen junto a los fieles, en el segundo sábado del mes mariano Mons Oanh declaró: “Pedimos a Dios que os bendiga. No están luchando por este terreno, lo están haciendo por la patria: Vietnam. El gobierno sepa respetar la justicia y la verdad. Recemos ante todo para que Dios los bendiga a través de Nuestra Señora María. Continuemos obrando como discípulos de Jesús. Esta es para cada uno de nosotros una oportunidad para volvernos tales. A través de nuestras obras, estas autoridades y aquellos que nos han acercado comprendan que estamos sirviendo a la justicia y a la verdad, para que este país sea pacífico y feliz”.
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