Hna. Shanhaz: 'Los mensajes desesperados de los que quedaron en Kabul' (VIDEO)
La religiosa paquistaní que vivía en Afganistán con la asociación Pro Bambini de Kabul contó ayer a la noche en Milán el sufrimiento de los que se quedaron en el país en manos de los talibanes, actualmente agobiado por la crisis humanitaria. “Me piden que los ayude a salir al menos a Pakistán. Necesitan leña para calentarse, las medicamentos, los precios han subido un 200%”. Y en Lesbos muchos afganos han quedado varados a las puertas de Europa.
Milán (AsiaNews) - “Lamento estar hoy aquí y no en Kabul porque mi corazón sigue allí. Todos los días recibo muchos mensajes y lloro, porque no puedo hacer nada”. La hermana Shanhaz Bhatti, una religiosa pakistaní de las Hermanas de Santa Juana Antida, contó su historia anoche en Milán. Durante muchos años estuvo junto a los más necesitados en Afganistán, con la asociación 'Pro Bambini di Kabul'. La hermana Shanhaz llegó a Italia en agosto pasado con las hermanas de la Madre Teresa y un grupo de niños discapacitados, en los dramáticos días de la caída de Kabul en manos de los talibanes.
La religiosa pakistaní ofreció su testimonio en una velada organizada por el Centro PIME, con el patrocinio de la Arquidiócesis de Milán y de AsiaNews, para no olvidar el drama del pueblo afgano, que después de la guerra está sufriendo una grave crisis humanitaria. El encuentro se llevó a cabo en la basílica de San Ambrosio, la basílica de los mártires de Milán, precisamente para leer los sufrimientos de este pueblo con los ojos de la fe.
La hermana Shanhaz relató su discreta presencia junto a los más necesitados en un país donde “no podíamos usar símbolos religiosos, ni siquiera podíamos pronunciar el nombre de Jesús porque se habría considerado proselitismo; el Evangelio que transmitíamos tenía que ser nuestra sonrisa”. Hasta los dramáticos días de agosto, con la decisión de la minúscula Iglesia afgana (un puñado de religiosos extranjeros, en un país rígidamente islámico) de no marcharse sin llevar consigo a un grupo de huérfanos discapacitados, abandonados por todos. La religiosa, que todavía usa la misma ropa que tenía en Afganistán, recordó las tres horas dramáticas en autobús para llegar al aeropuerto: “Todavía hoy - dijo - me desvelo por la noche. Me estremece el recuerdo de lo que vivimos esa noche terrible”.
Hoy, en Italia, la Hermana Shahnaz trabaja como mediadora cultural con las familias de los colaboradores locales que la asociación 'Pro Bambini di Kabul' consiguió sacar de Afganistán y han sido acogidos por instituciones religiosas. “Trato de acompañarlos porque han vivido muchos sufrimientos. No es fácil para ellos tampoco”, dice. Pero su corazón siguen estando con los que se quedaron en Kabul: “Conservo la ficha afgana en mi celular para comunicarme - explica - aunque esto puede ser un poco peligroso. Pero he visto su sufrimiento y no puedo abandonarlos. Me envían videos, mensajes de voz: 'Hermana, ¿puedes hacer algo por nosotros? ¿Puede al menos llevarnos a Pakistán?' Yo rezo. Tratamos de hacerles llegar un poco de dinero, por lo menos para calefaccionar la casa, para comprar un poco de leña y velas. Y también medicamentos, porque muchos están enfermos y el aire está muy contaminado en Kabul, sientes que te asfixias”.
La misión de la asociación "Pro Bambini di Kabul" no se ha cerrado, sino que se ha suspendido. “Yo sería la primera en volver - comenta - si se abriera una vía. Si hubiera una seguridad no solo para mí, sino también para las otras personas que colaboren para ayudar a los niños que no tienen nada. Nos hacíamos cargo de todo lo que ellos necesitaban, ahora ¿quién puede hacerlo en Kabul? ”.
La grave situación humanitaria en la que se encuentra sumido Afganistán la describió Mirwais Azimi, un afgano de Herat que era profesor de relaciones internacionales en la universidad pero se vio obligado a huir del país cuando cayó en manos de los talibanes. "Todas las noches pensamos en Afganistán. Quizás estemos a salvo, pero mentalmente no estamos tranquilos. Sufrimos tanto como ellos por toda esa pobreza. El valor del dólar se ha duplicado: 1 dólar valía 75 afganos y hace unos días llegó a 120. Los precios han subido cerca de un 200%. La pobreza está destruyendo a nuestro pueblo. Siempre pienso en cuándo podré volver”.
El sufrimiento no solo está dentro de las fronteras de Afganistán, explica Najma Yawari, de 23 años, quien huyó de Kabul hace tres años pero estuvo atrapada durante dos años en el campo de refugiados de Lesbos, en Grecia, el mismo que visitó el Papa Francisco hace unos días. Llegó a Italia gracias a los corredores humanitarios organizados por la Comunidad de San Egidio. En el encuentro de Milán recordó: “En Lesbos todavía hay muchos afganos que no pueden salir, que no pueden estudiar, que no pueden trabajar. Eso no es vida. Espero que llegue el día en que no haya más guerras y todos puedan vivir sin preocuparse por el futuro”.
25/03/2020 10:42
27/08/2021 12:02
26/03/2024 15:13