Histórico acuerdo sobre estatus del Mar Caspio: trazado de confines y explotación de recursos
Ni mar, ni lago: la mayor cuenca de agua endorreica se verá beneficiada con un estatus “especial”. La firma conjunta de los líderes de Irán, Rusia, Azerbaiyán, Kazajistán y Turkmenistán. Están en juego casi 50 millardos de barriles de petróleo y 300.000 millardos de metros cúbicos de gas natural. Las aguas también deben su fama a la presencia del esturión, que aporta el costoso caviar.
Teherán (AsiaNews) – Un acuerdo sobre la subdivisión de los confines que pasará a la historia, que ha sido aguardado por más de 20 años –el enfrentamiento surgió en 1991, al disolverse la ex URSS- y con el cual debiera aclararse de una vez por todas el estatus legal del Mar Caspio. Es el documento suscripto días atrás por líderes de Irán, Rusia, Azerbaiyán, Kazajistán y Turkmenistán, naciones que se encuentran de cara a una cuenca de agua salada que no obstante –y a pesar del nombre- no es ni un mar, ni un lago.
La reunión cumbre se celebró en la ciudad kazaja de Aktau y fijó las nuevas reglas para acceder a las aguas y a las profundidades, ricas en hidrocarburos y codiciadas para la pesca. El acuerdo sellado el 12 de agosto –fecha que Turkmenistán declaró “Día del Mar Caspio”- brindará indicaciones en lo referido a la construcción de gasoductos y oleoductos, además de establecer la gestión de las cuestiones ambientales, a fin de proteger el ecosistema de la cuenca. Los países firmantes han establecido, asimismo, que ninguna otra potencia regional o mundial podrá instalar bases militares en el área. Una decisión que ha sido esperada por largo tiempo, y que, según los expertos, será fundamental para aplacar las tensiones en torno al curso de agua endorreica más grande del mundo.
El dueño de casa y líder anfitrión del evento fue Nursultan Nazarbaev, quien definió la firma de la Convención sobre el estatus del “Mar” Caspio como un “acontecimiento histórico”; un sentimiento y opinión que también fue compartido por los demás líderes presentes, entre ellos, por el presidente iraní Hassan Rouhani y por el homólogo ruso, Vladimir Putin, quien afirmó que el acuerdo “hará época”.
Según el Kremlin, el acuerdo preserva gran parte del Mar Caspio -a nivel de la superficie- como área compartida; sin embargo, se subdividen el lecho y los recursos naturales entre los cinco países. Las aguas de la cuenca saldrán beneficiadas con el estatus “especial”, que otorgará libre acceso a los todos los litorales, superando el concepto de aguas territoriales.
Un factor clave es el trazado de los confines del lecho, cuya definición precisa será objeto de nuevas negociaciones, tendientes a entablar acuerdos bilaterales –y no multilaterales, como se hizo anteriormente. La disputa entre mar y lago no se ciñe a una cuestión de léxico, porque está en juego la titularidad de preciosas reservas de hidrocarburos: yacimientos que proporcionarían 50 millardos de barriles de petróleo y 300.000 millardos de metros cúbicos de gas natural. De ser concebido como Mar Caspio, pese a tratarse de una cuenca cerrada, podría subdividirse ateniéndose al principio de la “línea media”, constituida a partir de puntos equidistantes tomados desde las costas. Por el contrario, de ser considerado un lago, cada uno de los cinco países colindantes podrá reivindicar una porción igual. En ese caso, Irán saldría beneficiada, y Kazajistán se vería perjudicada. Aktau es el quinto actor que viene a sumarse desde el año 2002, tras más de 50 reuniones ministeriales y técnicas organizadas desde que se produjo la caída del imperio soviético.
Por último, el Mar Caspio es famoso por las numerosas especies de esturiones que habitan en sus aguas. Un pez codiciado, por estar vinculado a la producción de caviar; de hecho, entre el 80 y el 90% de la producción mundial proviene del Mar Caspio, si bien ésta ha registrado una disminución significativa en las últimas décadas.
19/12/2022 11:46