Hijo nacido en vitro disputado. Médico católico: Niños tratados como mercancías

de Nirmala Carvalho

Una pareja de Mumbai teme que haya habido un intercambio de cunas en un hospital. Médico indio: “Los aspectos morales, sociales y culturales de la sustitución crean incertidumbres en las relaciones, sobre todo en una pareja que está en la búsqueda desesperada de un hijo”.

Mumbai (AsiaNews) – Una pareja pidió a la Corte suprema local poder efectuar el test de Dna sobre su hijo, concebido en vitro y luego crecido en el útero de una madre sustituta. La pareja india tiene dudas sobre la paternidad del niño y teme que en el hospital haya habido un intercambio de cuna. A AsiaNews, el doctor Pascoal Carvalho, médico y miembro de la Pontificia academia por la vida, denuncia: “Con la sustitución de maternidad, los niños se convirtieron en mercadería. Ellos son un don, no un derecho”.

El niño es cuestión tiene apenas un mes y fue generado con el esperma del padre y el óvulo de una donadora. Después el embrión fue implantado en el útero de la gestante sustituta, que llevó a término el embarazo en manera “altruista”, así como impone la legislación india en tema de útero en alquiler.

La pareja, casada desde hace 7 años y sin hijos, se dirigió a un hospital de Mumbai para la fecundación en vitro. Por privacidad no se conoce el nombre del nosocomio. La denuncia reporta sólo que lo padres tienen sospechas sobre los doctores involucrados en las prácticas. Según ellos, los médicos habrían tenido un “comportamiento sospechoso”, porque habrían rechazado llevar a la madre sustituta a una clínica especializada, la habrían tenido en un centro en el cual trabaja el médico de referencia. De todos modos, los padres declararon que se ocuparán del hijo aunque si de los análisis resultase que no es de ellos.

Según el doctor Carvalho, “la importancia de la relación genética continúa influenciando a las madres sustitutas e intencionales. La mayor parte de los niños nacido a través de útero en alquiler prueba dificultades en el preservar aspectos de la propia identidad, debidos a la involucración de un donador anónimo y de las madres sustitutas”. Un niño concebido a través de la sustitución”, prosigue, “es un ser humano con todos los derechos. Lamentablemente para aquellos que promueven la fecundación artificial, el ‘derecho de tener un hijo’ es a menudo alcanzado a expensas de los derechos del niño y realizando un acto de violencia contra la dignidad de la persona”.

Además, prosigue el médico católico, “los aspectos morales, sociales y culturales de la sustitución crean incertidumbres en la relaciones- incertidumbres que se vuelven cada vez más profundas en una pareja que está en la búsqueda desesperada de un hijo. Provoca preguntas fundamentales sobre cómo será la vida sustituta y la salud y el bienestar psicológico del niño”.

En el caso en cuestión, concluye, “vemos con claridad que la relación entre padres y niños inició en modo deplorable con una nota de sospecha. Si realmente debiese ser un caso de intercambio, los niños involucrados y las familias sufrirán un estrés psicológico inimaginable. Piensen que (ellos tendrán) una entera vida delante y el trauma y las consecuencias que esto provocará sobre todos”.