Hayy, Riad aspira al récord: espera más de 2,5 millones de peregrinos en La Meca
Superadas ya las medidas para contener el Covid-19, las autoridades sauditas hablan de una edición con cifras superiores a las de antes de la pandemia. Del turismo religioso y las peregrinaciones ingresarán al menos 12.000 millones de dólares en las arcas del reino wahabita. El clima de distensión con Teherán favorece el regreso de los fieles iraníes. Más de 32.000 agentes sanitarios listos para intervenir en caso de emergencia.
Riad (AsiaNews) - Una peregrinación "récord", con cifras incluso superiores a las de los años anteriores a la pandemia del Covid-19 y a las restricciones que caracterizaron las últimas ediciones. Bajo estos auspicios se inició ayer el Hayy, la gran peregrinación a La Meca, el lugar sagrado más importante del Islam y que, según las autoridades sauditas, en 2023 registrará "la mayor" afluencia de fieles "de la historia", superando los 2,5 millones del máximo alcanzado hasta ahora. En 2020, en un contexto de confinamiento y cierre mundial por el coronavirus, Riad había limitado el evento a unos pocos miles de ciudadanos y residentes locales. En cambio, el año pasado se exigió la vacunación de los participantes. Este es el primer año que vuelve a celebrarse a plena capacidad y sin restricciones particulares, para un acontecimiento que termina con la fiesta del Eid al-Adha (del sacrificio), cuando los musulmanes sacrifican ganado y distribuyen la carne entre los pobres.
Las peregrinaciones a La Meca (Hayy y Umrah) representan una importante fuente de ingresos para Arabia Saudita, que bajo el príncipe heredero Mohammad bin Salman (MBS) se ha embarcado en un ambicioso programa de reformas para liberar la economía de los ingresos del petróleo. El flujo de turistas y fieles a los lugares santos del islam garantiza unos ingresos de más de 12.000 millones de dólares cada año, para un evento que además del elemento religioso tiene un profundo valor desde el punto de vista económico y político.
Los rituales asociados al Hayy comenzaron ayer y concluirán entre la noche del 30 de junio y el 1 de julio, cuando se verá la luna nueva del mes de Dhul Hijjah, duodécimo y último del calendario islámico. Este año, uno de los principales retos será el clima, con días en los que se espera que la temperatura alcance los 45 grados centígrados o más, lo que se sumará al récord de peregrinos y creará las condiciones para momentos críticos en materia de salud y orden público. Por ello, Riad ha destinado más de 32.000 enfermeros y médicos, y miles de ambulancias repartidas en puntos estratégicos de la ciudad y a lo largo del recorrido de los fieles para tratar cualquier caso de insolación, deshidratación y fatiga, para nada raros.
"Estoy viviendo los mejores días de mi vida", le confió a AFP Abdelazim, un egipcio de 65 años que lleva 20 ahorrando dinero para alcanzar los 6.000 dólares necesarios para realizar la gran peregrinación a La Meca. Ayer por la tarde, los fieles iniciaron el viaje a Mina, a unos 8 km de la Gran Mezquita de La Meca, antes de reunirse en el monte Arafat, donde se cree que el profeta Mahoma pronunció su último sermón.
Por último, la edición de 2023 se caracteriza por el clima de distensión y la reanudación de las relaciones diplomáticas entre los sauditas (referentes del islam sunita en el mundo) e Irán, de mayoría chiita, al tiempo que garantiza una mejora de los servicios para los peregrinos. Sayid Mahdi, responsable de los aproximadamente 2.800 fieles que espera la República Islámica, confirmó el clima de mayor "cooperación" con las autoridades de Riad en la búsqueda de alojamiento y la organización de la logística. Mohammed Hossaini, uno de los participantes iraníes en el Hayy, lleva ya cuatro días en territorio saudita para celebrar el Hayy y la Umrah (la peregrinación menor) en un solo viaje. "Estoy muy contento -dijo- de que las relaciones entre los gobiernos de Irán y Arabia Saudita estén mejorando..... Esto también mejorará el viaje de los musulmanes a la casa de Dios".
La peregrinación mayor (Hayy) es uno de los cinco pilares de la fe islámica, y todo musulmán está obligado a realizarla al menos una vez en la vida. En el pasado fue utilizada por Riad como arma política, denegando los visados de entrada y la participación de los fieles iraníes (chiítas) o sirios a causa de la guerra. También fue escenario de incidentes o atentados, dejando como resultado de miles de muertos: en 2015, una estampida entre la multitud se cobró al menos 2.300 vidas; en 2006, más de 360 peregrinos murieron durante el ritual de la lapidación, en el que los peregrinos lanzan piedras y guijarros a tres lápidas que simbolizan el rechazo a Satán; en 1989, un doble atentado frente a la gran mezquita causó una víctima mortal y 16 heridos, y por el atentado ejecutaron a 16 ciudadanos de Kuwait.
17/12/2016 13:14