Hanoi y Washington firman acuerdos: el nodo de los derechos y la libertad (incluida la religiosa)

Dos activistas vietnamitas se trasladan a Estados Unidos gracias a un acuerdo negociado antes de la visita de Biden; otra pareja ya se encuentra en Berlín. También se firmó un acuerdo privado que promete avances en materia de libertad de culto y actividades de las ONG. Pero según Project 88 en este momento hay 374 activistas en riesgo de ser arrestados o bajo estrecha vigilancia de las autoridades, y 190 en prisión.

Hanoi (AsiaNews) - Dos activistas vietnamitas que la administración del presidente Joe Biden considera injustamente condenados por el gobierno comunista se trasladan a Estados Unidos gracias al acuerdo negociado por Washington en vísperas de la visita del jefe de la Casa Blanca a Hanoi. Funcionarios estadounidenses comunicaron a Reuters la noticia en las últimas horas y compartieron algunas referencias de las dos personas "liberadas". Uno de ellos es un abogado pro derechos humanos que ha denunciado los abusos policiales y el otro un católico que fue expulsado de su casa por acusaciones relacionadas con religión y activismo.

Según los informes, ambos abandonarán Vietnam junto con sus familias con destino a Estados Unidos, donde podrán solicitar su reasentamiento en el marco del programa de refugiados "Prioridad 1". En ambos casos, no fueron encarcelados tras la condena, pero se les prohibió salir del país y fueron sometidos a vigilancia constante por parte de las autoridades.

Entre los que recuperaron la libertad el 8 de septiembre se encuentra también el abogado y experto en derecho católico Nguyen Bac Truyen, quien junto con su esposa ya abandonó el país y recibió asilo en Alemania, donde se encuentra actualmente (en la foto). Fue arrestado el 30 de julio de 2017 y en ese momento colaboraba activamente con los Redentoristas, que también habían sido objeto de la represión del gobierno, en particular por una batalla relacionada con el control de unas tierras. El 5 de abril de 2018 se le impuso la condena de 11 años de cárcel seguidos de tres años de arresto domiciliario, por "promover actividades destinadas a derrocar" el gobierno.

Hanói también acordó liberar a dos prisioneros que eran objeto de una campaña del propio Estados Unidos, y firmó un acuerdo privado cuyos detalles recién se están conociendo. El gobierno vietnamita se habría comprometido a realizar progresos en el ámbito de la libertad religiosa y de las actividades de las organizaciones no gubernamentales (ONG), así como a mejorar las condiciones de las cárceles y las leyes laborales.

Los temas del acuerdo privado no fueron revelados previamente y junto con la firma se hizo el anuncio de la "asociación histórica" entre dos países que en el pasado fueron rivales. Vietnam también aceptó elevar a Washington al máximo estatus diplomático, junto con China y Rusia. El pacto no está exento de críticas contra la administración Biden, tanto en el frente republicano como en el exterior. Se considera que refleja una actitud demasiado blanda respecto de países como el propio Vietnam, Arabia Saudita y la India, cuyos gobiernos niegan las libertades políticas que defiende Occidente, lo mismo que en las negociaciones sobre el intercambio de prisioneros con la República Islámica del Irán

Y la confirmación de que existe un clima represivo se desprende de las cifras. Según la base de datos de The 88 Project -un sitio web activista que lleva un recuento actualizado de los presos políticos y personas arrestadas por delitos de conciencia y por defender la libertad religiosa en Vietnam- al día de hoy, 19 de septiembre, hay al menos 374 activistas en riesgo de ser arrestados o bajo estrecha vigilancia de las autoridades. Otros 190 están en prisión, y también hay 98 activistas mujeres perseguidas. En cuanto a las minorías étnicas, 71 figuras destacadas se encuentran en el punto de mira de Hanoi.

En los últimos años la represión del gobierno comunista de Hanoi se ha centrado en activistas, opositores o personas cuyo único defecto era pertenecer a minorías étnico-religiosas, como los montagnards o los hmong. Los miembros de estas comunidades suelen ser víctimas de persecución y discriminación porque lucharon junto a Estados Unidos durante la guerra. Entre 2001 y 2004 miles de montagnards -habitantes de las tierras altas centrales de Vietnam- se vieron obligados a huir a la vecina Camboya. Luego están los arrestos de ecologistas (entre ellos la activista católica "Mother Mushroom", foto 2), de blogueros, de ciudadanos corrientes que se manifestaron contra el expansionismo de Beijing en el Mar de China Meridional o de activistas a favor de la libertad religiosa.

The 88 Project documenta que activistas y críticos han sufrido diversos tipos de abusos, como agresiones físicas, interrogatorios, multas, secuestros y privación del pasaporte. Y todos los que han salido de prisión o han sido absueltos de los cargos, permanecen bajo vigilancia de la policía y agentes de seguridad en su vida cotidiana. El sitio se actualiza diariamente y difunde noticias, a menudo pasadas por alto, sobre detenciones y violaciones gracias a la información proveniente de familiares, artículos de medios del Estado o periódicos independientes, sentencias judiciales, mensajes sociales, informes de ONG y movimientos internacionales.

Vietnam también estaría preparando nuevas leyes que restringen la libertad de expresión en Internet, prohibiendo a los usuarios de las redes sociales publicar contenidos relacionados con noticias si no están registrados como periodistas. “Es escandaloso -denuncia Ben Swanton, codirector de 88 Project- que el presidente Biden haya decidido reforzar las relaciones diplomáticas con Vietnam en momentos en que el Estado unipartidista está llevando a cabo una brutal represión del activismo, de la disidencia y de la sociedad civil". La perspectiva de la administración estadounidense es diferente, como se desprende de las palabras de un funcionario: "Aunque habríamos querido que hubieran salido muchas más personas antes de la visita del presidente, creemos - afirma la fuente - que esta mayor colaboración y fortalecimiento de las relaciones nos proporcionan los medios y los procesos que necesitamos para seguir trabajando en estos temas con nuestros amigos vietnamitas”.