Hanoi y Moscú: cooperación bilateral, en clave anti-China

de Paul N. Hung

Economía, energía y colaboración (también militar) al centro de la visita del presidente ruso Vladimir Putin a Vietnam. Entre los puntos, las exploraciones marítimas a lo largo de la costa vietnamita, en una región disputada por Bieiging, el desarrollo de una central atómica en el sur. Dentro del 2020 un volumen de negocios cercano a los 10 billones de dólares.

Hanoi (AsiaNews)- Cooperación económica y bilateral en todos los niveles, incluido el militar, son dos de los puntos calves de la visita oficial del presidente ruso Vladimir Putin a Vietnam, el pasado 12 de noviembre. Se trata del tercer viaje del jefe del jefe del Kremlín a Hanoi; una etapa de un solo día que, sin embargo reviste un importante significado para toda la región Asia- Pacífico. Moscú, de hecho, trata de reforzar las relaciones con las naciones del área sudeste asiática en clave anti-China, para contrarrestar la hegemonía de Beiging e incrementar las iniciativas comerciales. Entre los objetivos, las exploraciones conjuntas Moscú/Hanoi en el mar chino en búsqueda de petróleo o gas natural; un punto delicado, visto que las aguas de la región están al centro de una áspera contienda con Beiging y no se excluye (desde hace tiempo) la hipótesis de un conflicto abierto para su control.

Comentando la visita sobre los principales diarios vietnamitas, el presidente Putin habló de "relaciones de mutuo respeto de confianza y ayudas recíprocas" entre los dos países. "Hemos apreciado mucho- continua el líder ruso- la cooperación imparcial, el apoyo desinteresado y la honestidad recíproca.

Entre las prioridades evidenciadas por el Kremlín está aquella de dar un nuevo impulso a los negociados relativos al acuerdo de libre cambio (Fta) entre Vietnam, Rusia y naciones satélites de Moscú como Bielorusia y Kazajistán. Hanoi y Moscú además tratan de acelerar el proyecto de construcción de la central nuclear número 1 de Ninh Thuan, en el centro de Vietnam, dando vida a un centro especializado en el estudio de la tecnología atómica para fines civiles.

En 2012 el comercio bilateral entre las dos naciones alcanzó la cuota 1,88 billones. Por el momento Moscú es el 18 de 101 Países en investir en Vietnam; objetivo común antes de 2020 alcanzar un volumen de negocios cercano a los 10 billones de dólares.

De particular interés (recíproco) la colaboración en campo energético: de la construcción de un complejo nuclear a las de barrenado en Rusia hasta las exploraciones marítimas al largo de las costas vietnamitas. El gigante ruso Rosnef Petro firmó un acuerdo con el national Oil Corporation of Vietnam (Petro Vietnam) para el desarrollo de los proyectos conjuntos de investigación, partiendo de las de barrenado al bloque 15-1/05, a lo largo de Vietnam. La cooperación se extiende luego a la industria metalúrgica, aérea y del automóvil.

Si los gobiernos de Moscú y Hanoi miran a las potencialidades comerciales y al desarrollo económico, la población vietnamita observa con temor los posibles desarrollos futuros. En particular, despiertan preocupaciones los proyectos atómicos en una zona (el centro-sud de Vietnam) sujeta a tifones y otros fenómenos naturales de gran importancia. Es posible, se preguntan los habitantes, que las tragedias de Fukushima en Japón y de Chernobyl en la ex Unión Soviética, ¿no han enseñado nada a los varios líderes? Por esto los ciudadanos desean existan siempre una mayor atención y conciencia de los gobiernos en relación a los desastres naturales y las medidas que tomar en una óptica de prevención.