Hanoi, no obstante la persecución, crece el deseo de libertad religiosa
La Asociación para la defensa de la libertad religiosa, compuesta por activistas vietnamitas, desafía a las autoridades y presenta un informe basado en casos ocurridos entre 2014 y 2015. Bajo la mira están los protestantes, católicos (redentoristas, hermanas) y budistas no oficiales. Críticas a la ley de reforma de culto, que representa un “paso atrás” en lo que hace a libertades y derechos.
Hanoi (AsiaNews/EdA) – En Vietnam, en los últimos dos años, las autoridades comunistas, tanto centrales como locales, han cometido decenas de violaciones y ataques a la libertad religiosa, golpeando de diferentes formas a las comunidades católicas, protestantes y budistas no oficiales del país. Es lo que surge de un informe detallado –basado en relevamientos de periodicidad trimestral llevados a cabo entre 2014 y 2015- y elaborado por los activistas vietnamitas de la “Asociación para la defensa de la libertad religiosa”. Tras la asociación, que desafía la censura y la represión de Hanoi, hay un grupo de exponentes de la sociedad civil local, guiados por algunas personalidades católicas originarias de norte de Vietnam.
Según lo que surge del informe publicado el 5 de febrero pasado, en el país asiático conducido por un único Partido comunista, existen 14 religiones distintas y 38 organizaciones religiosas. Los creyentes son más de 24 millones (sobre una población total de 90 millones) y son cerca de 78.000 los “dignatarios” (miembros del clero), los cuales viven en más de 23.000 lugares de culto esparcidos en el territorio.
Luego de haber desmantelado las estadísticas oficiales, los autores recuerdan los principales casos de violaciones a la libertad religiosa cometidos en Vietnam entre 2014 y 2015. Durante el primer tomado en consideración ha habido 11 episodios en el primer trimestre, 14 en el segundo, otros 14 en el tercero y 11 en el cuarto. El año pasado, las autoridades de gobierno han cometido un total de 50 violaciones.
Los más afectados han sido los protestantes, en particular aquellos de las minorías étnicas (como los Montagnards, perseguidos por ser considerados colaboracionistas con los Estados Unidos en tiempos de la guerra); a éstos se agregan las pequeñas comunidades que no han recibido el debido permiso para la práctica del culto. Otro elemento de conflicto es la añosa cuestión ligada a la propiedad de los terrenos de los lugares de culto, que tiene como protagonistas a los católicos, en su larga batalla con el gobierno y las administraciones locales. En el 2015, amenazas, expoliaciones y abusos han rodeado a la comunidad de los redentoristas, que han perdido la propiedad del pequeño lago de Ba Giang, en el convento de Thai Ha; algo similar sucedió también con el convento benedictino de Thiên An, en las inmediaciones de Hue, así como en la Congregación de las hermanas Amantes de la Santa Cruz de Thu Thiêm, en la ex Saigon. Las expropiaciones han afectado también a la comunidad budista, como ocurrió en el episodio de la pagoda Liên Tri.
Las violaciones a la libertad religiosa contrastan con la Constitución aprobada en 2013 y que prevé entre varios derechos, también el de la libertad religiosa. Firmando y ratificando tratados internacionales, el gobierno se ha comprometido incluso a respetar la libre práctica del culto. Continuando con lo ocurrido el año pasado, el Parlamento de Hanoi discutió una ley de reforma del culto, enviando el texto del proyecto a todas las comunidades religiosas esparcidas por el territorio. La respuesta de los católicos fue rápida, puesto que juzgaron la misma como “un paso atrás” en tema de libertad religiosa. Sobre esta cuestión se expresó también la Conferencia Episcopal, que envió una carta en la cual fueron enumerados, de modo preciso y puntual, todos los artículos críticos y las violaciones presentes en el citado texto.