HRW: Riad tiene a miles de personas en la cárcel, sin procesarlas

Según los datos oficiales, hay cuando menos 2.305 personas detenidas sin que haya cargos de imputación formales contra ellas. El plazo de detención preventiva puede extenderse, como máximo, por 10 meses. Una práctica que “creció dramáticamente” en el último período. El príncipe heredero Mohammed bin Salman es uno de los mayores responsables de los “arrestos arbitrarios”.

Riad (AsiaNews/Agencias)- Arabia Saudita encerró en las cárceles a miles de personas por largos períodos, algunos por decenios, sin siquiera llevar a cabo el debido proceso. Es cuánto afirman los activistas de Human Rights Watch (HRW), que acusan a la dirigencia del gobierno wahabita y al potente príncipe heredero Mohammed bin Salman de practicar estos "arrestos arbitrarios".

Según datos oficiales brindados por el ministerio del Interior y analizados por los expertos de HRW, las autoridades encarcelaron a cuando menos 2.305 personas -por un período de tiempo que va desde los 6 meses hasta más de 10 años- sin siquiera ser convocarlos a una audiencia judicial. En un comunicado de la Ong internacional con base en Nueva York se subraya que la práctica “ha crecido dramáticamente en los últimos años”.

De aquí nace la invitación a la dirigencia del reino “para que “dejen de detener a la gente de manera arbitraria”

“Si las autoridades sauditas -subraya Sarah Leah Whitson, directora de HRW para Oriente Medio- pueden detener a un hombre por meses sin acusaciones, es claro que el sistema judicial y penal saudita es profundamente injusto. Y parece destinado a empeorar en un futuro próximo”.

El reino ultraconservador saudita, una monarquía absoluta regida por una visión fundamentalista del islam sunita, introdujo una serie de reformas en los últimos meses, en el contexto del programa “Vision 2030”, a pedido de MBS, de 32 años. Uno de los objetivos centrales es favorecer la ocupación femenina, llevándola del 22% actual a más del 30% para el año 2030.

Las reformas no se limitan exclusivamente al sector laboral: en septiembre pasado fue anunciada la abolición de la prohibición para conducir (en vigor desde junio) que regía para las mujeres, y los estadios de la capital abrieron sus puertas al ingreso de las representantes del sexo gentil, que pudieron asistir a las celebraciones de la fiesta nacional y a partidos de fútbol. Igualmente permanecen duras limitaciones.

“El programa Vision 2030 de MBS -subraya el activista de HRW- parece ajustarse más bien a la longitud de las detenciones sin proceso, que una previsión de los tiempos para un plan de reformas.

El príncipe heredero es el artífice principal del plan “reformista”, cuyo objetivo de fondo es emancipar el reino de la dependencia del petróleo y modernizar una de las naciones más restrictivas del mundo. Esto prevé la privatización de parte de la compañía estatal petrolífera Aramco y una mayor presencia de las mujeres en el mundo del trabajo.

Mientras tanto Arabia Saudita es una de las naciones del mundo donde se aplica la condena a muerte con mayor frecuencia. La pena capital en el reino está prevista para los culpables de homicidio, robo a mano armada, violación y tráfico de drogas, pero también para la brujería y la sodomía. En el pasado el número de las ejecuciones fue tan elevado que dio lugar a una emergencia por la “carencia” de verdugos.