Gyanvapi, la justicia admite reivindicaciones hindúes sobre la mezquita
En Uttar Pradesh, un juez rechazó la solicitud de exclusividad de un comité que representa a los musulmanes. El veredicto fue recibido con cantos y bailes por parte del grupo que inició la disputa. Se teme que el enfrentamiento pueda convertirse en un nuevo Ayodhya y de origen a violencias confesionales.
Nueva Delhi (AsiaNews) - Primer triunfo en los tribunales de los hindúes sobre los musulmanes en la controversia que estalló en torno a la mezquita Gyanvapi, que corre el riesgo de convertirse en una nueva Ayodhya, escenario hace 30 años de una ola de violencia confesional que culminó con una masacre. Esta mañana el Tribunal de Distrito de Varanasi, Uttar Pradesh, rechazó la medida cautelar presentada por el comité Anjuman Intezamia (que representa a los musulmanes), para impugnar la solicitud de realizar celebraciones relacionadas con las deidades hindúes dentro del lugar de culto islámico.
Los fieles hindúes recibieron la noticia con cantos y bailes. Poco después de conocerse el veredicto, Manju Vyas, una de las cinco mujeres que iniciaron la disputa, gritó en la sala del tribunal: "Bahrat está feliz... y mis hermanos y hermanas hindúes deberían encender velas y rezar para festejar".
Mientras tanto, las autoridades públicas apostaron más de 2.000 agentes alrededor de la mezquita y el templo hindú de Kashi Vishwanath, que se encuentra junto al lugar de culto islámico, para garantizar la seguridad y evitar el peligro de fuertes disturbios. Varios líderes religiosos hicieron llamamientos a la calma y la paz.
El juez monocrático AK Vishvesh dictaminó que el recurso presentado es admisible, rechazando las pretensiones de exclusividad de la contraparte musulmana representada por el Comité Anjuman Intezamia, que anunció un recurso ante el Tribunal Superior de Allahabad. El enfrentamiento en torno a la centenaria mezquita Gyanvapi en Varanasi, una de las ciudades más sagradas para la tradición hindú, se prolonga desde hace meses, alimentando nuevas tensiones entre las dos comunidades religiosas más grandes de la India. Los grupos hindúes dicen que la mezquita, ubicada en el distrito electoral del primer ministro Narendra Modi, fue construida sobre las ruinas de un templo hindú, cuya demolición fue ordenada por los gobernantes musulmanes en el siglo XVII.
Para alimentar las reivindicaciones, un pequeño grupo de cinco mujeres hindúes pidió permiso para realizar rituales relacionados con su fe en una parte de la mezquita. El tibunal decidió entonces en mayo de este año realizar algunas filmaciones del complejo y abrir una investigación para evaluar las reivindicaciones de los respectivos frentes. Los hindúes afirman que cuando se realizaba la grabación del video en la mezquita apareció una representación de Shiva, afirmación que los musulmanes refutan.
Los hechos ocurridos en Gyanvapi recuerdan en muchos sentidos el precedente de Ayodhya, que dio origen a los enfrentamientos entre hindúes y musulmanes que desembocaron en la masacre de 1992, cuando un grupo de extremistas hindúes demolieron el edificio del siglo XVI y construyeron otro en el supuesto lugar de nacimiento del dios Rama. En los enfrentamientos que siguieron, murieron cerca de dos mil personas y se desmoronó el proyecto de una nación laica y pluricultural que nació en los primeros años de la independencia. El Tribunal Supremo entró en la disputa que, con sentencia de 9 de noviembre de 2019, estableció que el lugar de culto pertenecía a hindúes. Al mismo tiempo, condenó la destrucción de la mezquita como un acto ilegal y otorgó a los musulmanes el derecho a construir otro lugar de culto, ofreciendo cinco acres de tierra a la comunidad musulmana en la aldea de Dhannipur.
17/12/2016 13:14