Guerra en Ucrania: la violenta movilización en Buriatia
La orden de Putin de reclutar 300.000 nuevos soldados para su despliegue en el conflicto se está ejecutando de forma caótica a nivel local. También se convoca a inválidos y a padres de familia con varios hijos. Con la desaparición de los hombres, se paraliza la vida comunitaria en las aldeas, especialmente en Siberia.
Moscú (AsiaNews) - La nueva llamada a las armas de Vladimir Putin demuestra ser muy caótica y brutal en Buriatia. La república rusa de Mongolia ya ostenta el récord de porcentaje de muertos en el conflicto de Ucrania, en comparación con el resto de las casi 100 regiones de la Federación Rusa. Los habitantes informan que están llegando citaciones convocando a discapacitados, padres con varios hijos y a personas que no han hecho el servicio militar por motivos de salud. Incluso llegan notas oficiales citando a los difuntos.
El jefe de gobierno de Buriatia, Aleksej Tsydenov, admite que ha habido extralimitaciones en las normas de convocatoria, y asegura que los convocados "por error" podrán volver a casa a la brevedad. Sin embargo, los familiares entrevistados por Sibir.Realii desmienten estos dichos, y afirman que nadie regresa de los centros de reclutamiento militar.
Como cuenta Natalja Semenova, tipógrafa de Ulan-Ude, "a las 7 de la mañana llamaron a la puerta buscando a mi hermano, que falleció hace dos años; todavía estoy intentando recuperarme del shock". No se trata de un caso aislado; aparentemente son numerosas las citaciones convocando a personas fallecidas. Así lo confirma Alena Kharlamova, a cuyo tío, también fallecido hace años, intentaron convocar.
Como señalan varios abogados y activistas humanitarios, el concepto de "movilización parcial" no existe en la legislación rusa, por lo que en teoría cualquiera puede ser convocado. Desde Buriatia, muchos huyen a la vecina Mongolia, sin esperanza de poder demostrar su incapacidad para el servicio militar; varios se esconden en la vecina Tajga, abandonando familia, trabajo y otros vínculos. En el pueblo de Turuntaevo, las mujeres se reunieron frente al cuartel de la policía, que estaba a punto de requisar a casi todos los hombres de la localidad. Las manifestantes exigieron que dejaran libres a los que no habían hecho el servicio militar.
Alena, de Ulan-Ude, cuenta: "Mi padre tiene 45 años y está en la categoría B, la de los no aptos para el servicio militar. Cuando llamaron al timbre se sorprendió mucho, empezó a gritar, pero se lo llevaron a rastras amenazando con meterlo en la cárcel. Dijo que intentaría apelar, pero el abogado no nos dio esperanzas". También fueron detenidos Aleksandr Doržiev, de 38 años, tres hijos de su primer matrimonio y dos gemelos aún pequeños de su segunda unión, que según las normas no debían ser citados. Le llamaron "para consultarle", y como no se presentó, fueron a buscarlo a su casa a medianoche y se lo llevaron..
A muchos ya se les había entregado días antes una tarjeta rosa para colocar en su cartilla militar ("vennik"), en la que se indicaba que estaban "preparados para el reclutamiento en caso de movilización". Pero ésta también se envió a los que no tenían ese certificado. La esposa de uno de los dirigentes de la administración republicana explica que "ya este verano habían dado a mi marido la orden de organizar decenas de voluntarios para enviarlos a Ucrania".
En las redes sociales están circulando muchos vídeos y mensajes de solidaridad con los convocados, especialmente con los que no deberían ser reclutados -y desde arriba intentan obligar a la gente a borrar estos mensajes. De los más de 4.000 que fueron llamados a las filas en los dos primeros días tras el anuncio de Putin, sólo 70 consiguieron volver a casa, como anunció el propio presidente de Buriatia, Tsydenov. Sin embargo, no son más que una pequeña parte de los discapacitados, como atestigua la activista humanitaria Nadežda Nizovkina: "Mi teléfono está explotando estos días, por la cantidad de llamadas desesperadas". Según cuenta, incluso citaron a un ciego que aún no había conseguido que un oftalmólogo le diera un certificado de discapacidad, y ahora está atrapado en el cuartel.
En los puntos de concentración reina el caos total, y la situación parece empeorar día a día, no sólo en Buriatia, sino en toda Rusia. Muchos dirigentes regionales se dejan llevar por el afán de "superar los límites exigidos", y convocan gente al azar con tal de no ser acusados de desidia, en un crescendo de histeria colectiva.
En Buriatia, a excepción de la capital, Ulan-Ude, el resto de la población vive en pequeños asentamientos de unos pocos cientos de personas, una situación similar a la de la mayoría de las regiones siberianas. Con la desaparición de los hombres de los pueblos, se asiste a una parálisis de la vida comunal.
20/10/2022 11:47
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