Gregorio III, es un "verdadero crimen de guerra" la destrucción de las iglesias de Ma'aloula
Beirut (AsiaNews) - La destrucción de las iglesias de Ma'aloula ha sido descripta como "un crimen de guerra "por el Patriarca de Antioquía de los católicos griego-melquita, Gregorio III Laham, que el domingo pudo visitar el histórico pueblo cristiano, retomada por el ejército sirio al Frente Islámico al-Nosra.
"Es
el misterio de iniquidad que se ve en lo hecho" dijo de nuevo, al no
encontrar palabras suficientemente fuertes como para traducir los sentimientos
al ver la desolación que se le ofreció. "
Es la devastación del Templo, el misterio de la iniquidad", repitió en una
entrevista telefónica con Beirut, la noche de su visita.
El
Patriarca griego - católico visitó la aldea junto con el patriarca ortodoxo
griego Youhanna Yazigi y con representantes del Patriarcado ortodoxo siríaco,
ortodoxa armenia y siríaco-católicoa, acompañado por algunos periodistas y
hombres de seguridad. Y
un poco más tarde él también hizo una visita al jefe de Estado sirio, quien
también está de visita en la aldea.
"Se
ha presentado un espectáculo apocalíptico. Otras iglesias han sido destruidas
en Siria, pero nunca he visto ese tipo de cosas. He llorado y traté en vano un
momento de soledad para orar. Mi corazón está roto", dijo el prelado de
nuevo.
"Las
cuatro iglesias históricas de Ma'aloula se vieron afectados. Nuestra iglesia
parroquial, dedicada a San Jorge, están acribilladas. La cúpula del monasterio
fue dañado en dos lugares. Las paredes fueron demolidas por el fuego de cañón.
Ciertas partes del convento están en peligro de colapso y
deben ser reconstruidas. Los iconos se encuentran dispersos en el suelo, sucios
o robados. Actualmente es completamente inhabitable". "En
el Convento de los Santos de Sarkis y Bakhos (en la foto), el histórico altar
pagano, convertido en un altar cristiano, el único de este tipo, está roto en
dos".
El
mismo espectáculo de devastación es ofrecido a las miradas en las iglesias de
San Elías y Santa Tecla, del Patriarcado greco- ortodoxo.
En
opinión de Gregorio III, la devastación Ma'aloula es "un crimen organizado"
y un "verdadero crimen de guerra". La
Carta de Londres (1946) define como crímenes de guerra "el saqueo de la
propiedad pública o privada, la destrucción sin motivo de ciudades y aldeas, o
la devastación no justificada por necesidades militares". "No
hay - dice el Patriarca - ninguna justificación militar al vandalismo. Se tiene
la impresión de que se trataba de un vandalismo mandado". Y
"¿por qué han hecho de posiciones atrincheradas de nuestras iglesias?"
para
intentar dar una explicación de todas estas destrucciones.
Con
amargura, Gregorio III acusa a Occidente de ser ciegos a la verdad de la guerra
en Siria. Según
él, no se ha hecho frente a la " Guerra siria" o una "guerra
civil". Cierto,
hay una parte de conflicto entre los mismo musulmanes, pero no es una guerra
entre el Islam y el cristianismo. Es un "crimen
organizado".
En
términos de seguridad, la población Ma'aloula puede soñar con volver, dijo el
patriarca, a pesar de la incertidumbre de la situación de la infraestructura (electricidad,
agua, teléfono). Añade
que algunos jóvenes están volviendo a inspeccionar las casas y estudiar la
posibilidad de retorno.
Pero
Gregorio III llama la atención sobre las dificultades que tendrá "reparar
el lazo social" entre la población cristiana y musulmana de Ma'aloula. Algunas
familias del pueblo se han plegado a los insurgentes islamistas y la
reconstrucción de la confianza en realidad plantea problemas. Muchos
jóvenes no quieren una reconciliación superficial, de "hipócritas abrazos".
La
Iglesia tiene el deber de impedir que toda la población musulmana sea asimilada
a lo que algunos han hecho. Los
cristianos no deben vivir en un gueto, dice, en esencia, Gregorio III. En su opinión, la verdadera
conspiración está ahí. Su
objetivo es romper el tejido social de la sociedad siria, en la que nunca hubo discordia
entre musulmanes y cristianos. Se
insiste en la barbarie de los comportamientos que, a sus ojos, no se explica más
que en el deseo de destruir a la Siria "profunda".
En
apoyo de lo que dice, indica la muerte atroz, en presencia de testigos, de un
panadero de Adra, un municipio cerca de Damasco. El
desafortunado hombre fue arrojado, vivo y juntos con sus hijos en el horno en
el que recién había horneado pan para los combatientes islamistas.
Gregorio
III denuncia la "criminal indiferencia con la que el mundo occidental, con
el falso pretexto de defender la democracia, sigue siendo testigo de este
espectáculo de destrucción. Absolutamente se debe evitar que el virus del odio
se propague", concluye, después de recordar todavía
no hay noticias de las seis habitantes de Maalula secuestrados, como los
obispos greco- ortodoxo y sirio-ortodoxo de Aleppo, desaparecidos desde hace
más de un año.