Gobernador de Bassora: Ayudaremos a los cristianos iraquíes a volver a su tierra

de Joseph Mahmoud

Majid Al- Nasrawi se encontró con el Patriarca caldeo y el nuevo obispo mons. Habib Hormuz Al-Nofal. El gobernador prometió terrenos y trabajo para los que volverán a la ciudad. Mar Sako confirma la atención de la Iglesia al sur del País. De parte del prelado un compromiso para la paz y la convivencia en la ciudad y en la región.

Bagdad (AsiaNews)- Ayudaremos a los cristianos a que vuelvan a la provincia, concediendo a ellos un pedazo de tierra para cultivar y creando al mismo tiempo oportunidades de trabajo y de desarrollo para cuántos tuvieron que huir por las violencias y la falta de seguridad. Es lo que subrayó el dirigente chiíta Majid Al-Nasrawi, desde junio de 2013 gobernador de Bassora (en el sur de Irak, en la frontera con Kuwait), durante un encuentro con su Beatitud Mar Louis Raphael I Sako y la dirigencia de la Iglesia caldea. Tal encuentro se realizó la semana pasada, en contemporánea con los festejos por el ingreso del nuevo obispo (Mons. Habib Hormuz Al-Nofaly) en la diócesis iraquí. Un momento de alegría y de fiesta para toda la comunidad cristiana, que recibió al nuevo pastor en el curso de una celebración eucarística.

El gobernador de Bassora quiso organizar un almuerzo solemne para rendir homenaje al Patriarca caldeo y a la delegación cristiana que lo acompañaba. Entre los presentes- además de los delegados del Concejo provincial- el nuevo obispo de la ciudad, el Nuncio apostólico en Irak, mons. Giorgio Lingua, el obispo auxiliar de Bagdad Shlemom Warduni, algunas hermanas de la Congregación de las Hijas de María y otros prelados.

Durante el encuentro Majid Al- Nasrawi expresó su "alegría" por la visita de la dirigencia cristiana, confirmando la fuerte unión que liga a la provincia con sus hijos cristianos; él además exhortó a los obispos a "convencer a las familias a permanecer y favorecer el retorno de cuántos tuvieron que huir".

El Patriarca caldeo confirmó la atención puesta por la Iglesia iraquí hacia el sur del país y en particular por la ciudad de Bassora, testigo de los primeros pasos del cristianismo con el ingreso de Santo tomás Apóstol. El nombramiento de un nuevo obispo después de 10 años vacantes es la confirmación de un renovado compromiso hacia la comunidad local. A recibir y a saludar a Mar Sako y los obispos estaban también las delegaciones que venían de Nassirya, de la ciudad de Ur, jefes de tribus y representaciones diplomáticas extranjeras, entre ellas la de EEUU, Irak y de Turquía.

Durante la visita, la dirigencia caldea celebró una misa solemne en la iglesia de Mar Afram, rogando "por el bien de Bassora y por su nuevo obispo", llamado a contribuir al esfuerzo común para llevar paz, amor y armonía a la región. En el curso de la función Mar Sako, recordó varias veces la necesidad de una "coexistencia pacífica" entre las diversas almas de la ciudad y la nación. Mons. Habib Hormuz Al- Nofaly focalizó la atención sobre el estudio de la Biblia y auspició a que Bassora pueda convertirse en "un modelo" para las otras diócesis del País.

En la diócesis hay más de 200 familias cristianas caldeas, más otras pequeñas comunidades de católicos y ortodoxos armenios. De hace tiempo la Iglesia caldea está trabajando para frenar el éxodo de la comunidad cristiana, que en diez años disminuyó a la mitad. Antes de la invasión americana y de la caída de Saddam Hussein, los fieles eran más de un millón, mientras que hoy, según estimaciones recientes, son unos 300 mil