Goa, un kilo de azúcar por un kilo de basura: una receta de desarrollo sustentable
La propuesta es de John Douglas Coutihno, un ambientalista local. Él fundó una ONG que se ocupa de juntar la basura y mantener limpio el distrito. La administración lo reconoció y lo premió por el valor de sus iniciativas, todas auto-financiadas.
Panaji (AsiaNews)- A cambio de la recolección de un kilo de basura seca, se recibe de regalo un kilo de azúcar. Es la última de las iniciativas propuestas para la recolección diferenciada de John Douglas Coutinho, un ambientalista que vive en Chador, en la división administrativa de Salcete (en el Estado de Goa). Desde hace años él se compromete en el desarrollo ambiental sustentable de su ciudad, porque “es la necesidad urgente de nuestra época, la mayor preocupación para el futuro de la naturaleza y del bien común”.
Gracias a su infatigable activismo, con el pasar de los años, John se ganó los elogios de la administración de su distrito. A fines de abril, fue premiado con el Goa Pollution Control Board. Seis años atrás, el hombre fundó la ONG Ganv Bhavancho Ekvott (GBE), que se ocupa de limpiar la basura del distrito. A Asianews dice: “El mal de hoy es el desinterés. Tratamos de garantizarnos un futuro a través de una sociedad consumista, pero de este modo, para la gente no habrá “ambiente ni naturaleza” de los cuales poder gozar”.
John emplea la mitad de sus ganancias para salvaguardar el ambiente y la persona humana. Donó trecientas mil rupías de sus fondos personales (unos cuatro mil euros, ndr) para reestructurar un centro para cuidar a los niños de su barrio. La estructura era insegura, estaba infestada de ratas y no tenía sanitarios. Estando así, sólo podía hospedar a dos niños. Ahora, en cambio, se convirtió en un lugar acogedor y seguro para las madres y los niños (en total dieciséis), dotado de electricidad y de ventiladores.
Razonando sobre cómo hallar una ocupación para las madres que acompañan a los niños, él pidió contratar docentes y crear clases de corte y confección, y también de bordado. El curso de la sastrería dura seis meses, al final del cual se les otorga un certificado de participación, pero sólo si se respetan dos condiciones: haber asistido al 80% de las lecciones y haber superado el examen final.
El activista fue también determinante a la hora de renovar y modernizar el club de Chandor, el círculo de encuentro de los habitantes del barrio. El Chandor Club fue inaugurado veinte años atrás, pero estaba en condiciones degradantes y abandonado. John alentó a los residentes a colaborar con la obra, y recaudó 7,7 millones de rupías (más de ciento dos mil euros), que fueron utilizados para la construcción de una piscina, un gimnasio y una sala de recreación con una mesa de billar. El dinero fue gastado en la creación de un campo de bádmiton, un bar y un restaurante.
Iniciada con sólo dos empleados que juntaban la basura puerta a puerta con sus bicicletas, hoy la organización GBE emplea a cien personas, la mitad de ellos voluntarios. Todos trabajan para resolver los problemas vinculados al ambiente, la contaminación, aire y agua limpia, infraestructuras, educación y salud. Además son activos en el ámbito social, visitando a los ancianos, acompañando a las personas que están solas y enseñando a no tirar al suelo los papeles sucios.
John considera que su contribución “debe trascender las barreras sociales, económicas y religiosas. Al centro de los derechos humanos está la convicción de que todos deben ser tratados con dignidad y a la par. Todavía más importante: tenemos sólo un mundo, uno. Podemos desarrollar los planes más grandes del mundo, pero si no cuidamos lo creado, no tendremos un ambiente del cual gozar. Estamos destruyendo la naturaleza, que es un don precioso y del cual somos meros custodios”.
02/09/2017 13:54