Global Times: Beijing abre al Vaticano sobre la elección común de los obispos. Pero defiende a la Asociación patriótica
Roma (AsiaNews)-Beijing estaría dispuesta a conceder al Vaticano una voz y una elección común en el nombramiento de los obispos. Es más, la Santa Sede podría elegir entre dos candidatos propuestos por la Oficina de asuntos religiosos (cuyo nombre actual es Administración estatal para los asuntos religiosos; sigla en inglés, Sara). Pero China estaría firme sobre la función de la Asociación patriótica, el organismo de control de las actividades de la Iglesia, que responde al Partido comunista. La finalidad de la Ap- construir una Iglesia independiente de Roma- es "inconciliable con la doctrina católica" como recita la Carta a los católicos chinos de Benedicto XVI.
Tales propuestas no están contenidas en una carta diplomática y oficial, sino en artículo del Global Times, periódico inglés ligado al Cotidiano del pueblo, voz oficial del Partido comunista chino.
En el artículo en cuestión se cita "una fuente anónima cercana a los negociados", que habría narrado estas aperturas al periódico de Hong Kong, el Wei Wei Po.
Según esta fuente, los futuros candidatos al episcopado podrían ser elegidos por los comités diocesanos; sus nombres consignados al Concejo de obispos chinos y a la Sara, que a su vez se pondría en contacto con el Vaticano para la consagración, si hubiese consentimiento entre los dos (Sara y Santa Sede). Otra posibilidad podría ser que los comités diocesanos presenten dos candidatos sobre los cuales el Vaticano haría la elección.
En efecto, la Santa Sede jamás escondió que estaba dispuesta a encontrar un modo concordado para los candidatos al episcopado, si bien la última palabra le tocaría al Papa. El mismo Benedicto XVI, en la Carta citada, en el n° 9, desea "un acuerdo con el gobierno" sobre la elección, nombramiento, reconocimiento por parte de las autoridades civiles, pero explica también que "el nombramiento de Pastores" está "comprendida, también en los documentos internacionales, como un elemento constitutivo del pleno ejercicio del derecho a la libertad religiosa". Además, el Papa, concediendo el mandato episcopal, ejercita una "autoridad espiritual", que no va entendida como "autoridad política, que se entromete indebidamente en los asuntos internos de un Estado".
El artículo del Global Times está firme en la defensa de la Asociación patriótica. La fuente anónima citada dice que "el Vaticano parecería que espera... la cancelación de la Ap. Pero esto no es probable". Par reforzar esta posición, el diario mismo reporta el comentario de Yan Kejia, director del Instituto de estudios religiosos de la Academis de las ciencias sociales de Shanghai, el cual afirma que "la Ap es el resultado del desarrollo católico en China y una herencia histórica".
De hecho, la Ap es una "herencia histórica" del maoísmo, deseada por el mismo Mao y fundad en agosto de 1958, para controlar a la Iglesia católica, después de haber expulsado a todos los misioneros extranjeros y haber encarcelado a muchos obispos y sacerdotes que querían conservar la unión con el Papa. Todas las modernizaciones y cambios de China jamás han tocado a esta institución que controla y dirige la vida de las comunidades cristianas, Sus estatutos e ideales permanecen aquellos de edificar una Iglesia independiente de la Santa Sede y "ajustar" la Iglesia al socialismo ( lo que significa someterla al Partido).
En cuanto tal, ella es "inconciliable con la doctrina católica", como lo dice claramente la Carta de Benedicto XVI (en el n° 7) y por esto- en una futura relación diplomática entre China y la Santa Sede- sería desmantelada.
También muchos obispos chinos quieren que la Iglesia sea libre del control de la Ap y que sea privada del título de "católica" (Asociación patriótica de los católicos chinos), o en cambio- si quiere conservar tal título. Ella debe ser sometida a los obispos y no el contrario, como sucede ahora.
En el artículo del Global Times llama la atención esta defensa a ultranza de la Ap, casi un leitmotiv del artículo. Pero no hay que maravillarse. En los pequeños signos de apertura entre China y el Vaticano, Xi Jinping y el Papa Francisco- los mensajes recíprocos, la concesión del uso del espacio aéreo el vuelo papal para y de Corea- en una conversación con los periodistas a su vuelta de Seúl, el pontífice precisó que "la Iglesia pide sólo la libertad para su ministerio, para su trabajo. Ninguna otra condición. Luego no hay que olvidar la Carta fundamental para el problema chino, aquella que fue enviada a los chinos por el Papa Benedicto XVI. Esa Carta es hoy actual".
Si la Carta de Benedicto XVI "es actual", lo que significa que lo es también su incompatibilidad con la doctrina católica.
Pero la Ap es "inconciliable" también con la campaña anti-corrupción iniciada por el presidente chino. Gracias al control de las actividades y de la economía de la Iglesia, los secretarios de la Ap- y sobre todo su presidente honorario, Antoni Liu Bainian, jefe indiscutido desde hace decenios- han defraudado a las diócesis de terrenos, casas, dinero, apropiándose con facilidad. Se calcula que bajo el manto del control comunista a la Iglesia, los dirigentes locales se hayan apoderado de los ingresos de dinero por negocios que comprometen bienes del valor de 130 billones de yuan (uno 13 billones de euros)
Es muy probable que el artículo del Golbal Times provenga justamente de algunos personajes de la Ap que- tratando de esconderse de la campaña anti-corrupción- se muestren preocupados en defender esta "herencia histórica". Pero si Xi jinping quisiera una China no corrupta, debería empezar a liberarse de una herencia tan molesta, que hace arriesgar el poner en duda todos los ideales que él está predicando.
15/04/2019 11:34
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