Germus, una antigua iglesia armenia fue utilizada para una fiesta de barbacoa

Un hombre encendió fuego y cocinó kebabs en la iglesia de la Virgen María de Germuş. El edificio data del siglo XIX, pero desde hace un siglo no está a disposición de los cristianos y ha sido objeto de excavaciones y saqueos. La condena de grupos locales y diputados de la oposición. En Turquía sigue creciendo la hostilidad contra Armenia y los armenios, a los que consideran vecinos indeseables.

Estambul (AsiaNews) - Un hombre organizó y promovió una fiesta en la que se cocinó carne en una barbacoa dentro de la histórica iglesia armenia de Sourp Asdvadzadzin. El templo data del siglo XIX y se encuentra en el pueblo de Germuş, 10 km al noreste de Urfa, en el sureste de Turquía. A principios del siglo XX el pueblo estaba formado por más de un tercio de cristianos, sobre todo armenios, que fueron diezmados por el genocidio o huyeron del país para escapar de la masacre.

La iglesia de la Virgen María de Germuş se encuentra en ruinas debido a las excavaciones ilegales que se han realizado durante mucho tiempo en la zona y el constante saqueo perpetrado por aventureros y buscadores de tesoros antiguos. Hace casi un siglo que no puede ser utilizada por la comunidad cristiana local, que pide su restitución para restaurarla y utilizarla nuevamente como lugar de culto. La barbacoa (en la foto) instalada en estos días es solo el último ejemplo de los estragos que se están causando en la estructura.

Según algunos testimonios e imágenes difundidas en las redes sociales, un vendedor de kebabs cocinó hígado y lo sirvió a las personas que asistieron al “evento". La "fiesta de la barbacoa", tuvo un amplio eco entre los usuarios de internet de la zona y levantó una ola de comentarios indignados, sobre todo entre los cristianos. Miembros locales del partido de oposición pro kurdo HDP también se sumaron a la unánime condena, como el legislador de origen armenio Garo Paylan.

Algunos vecinos pidieron públicamente a la administración local y al gobierno central que se proteja la histórica construcción y se la devuelva a su uso original, para que no se utilice como lugar para fiestas de todo tipo. Ubeyit İnci, un cristiano de la zona, afirmó que toda la región está siendo despojada de su patrimonio por "buscadores de tesoros" que excavan y saquean. “Hacemos todo lo posible - agrega - para proteger este patrimonio cultural con nuestro esfuerzo [...] Queremos que la iglesia sea restaurada y protegida de los ataques de los buscadores de tesoros y de aquellos que la utilizan para fines de todo tipo”.

Para la comunidad cristiana en Turquía es otro golpe contra su historia y sus tradiciones. El año pasado fueron convertidas en mezquitas las antiguas basílicas cristianas de Santa Sofía y Chora - que a principios del siglo XX, bajo Ataturk, se utilizaban como museos. La controvertida decisión se tomó en el contexto de la política de "nacionalismo e islam" que ha impuesto el presidente Recep Tayyip Erdogan para ocultar la crisis económica y conservar el poder. Después del decreto presidencial que decidió la transformación, tanto de Chora como de Hagia Sophia, las autoridades islámicas cubrieron con telas blancas las imágenes de Cristo, frescos e iconos que dan testimonio de las raíces cristianas del edificio.

La hostilidad contra los cristianos, en particular los armenios, también resulta evidente en los resultados de una encuesta titulada "Investigación sobre las tendencias en Turquía", que realizó la Universidad Kadir Has de Estambul, según la cual cada vez menos personas aceptan tener vecinos armenios. Por otra parte, Armenia está considerada una de las tres primeras naciones del mundo que constituyen una amenaza para los turcos. A la pregunta "No quiero estar cerca de ...", el 47,6% de los encuestados respondió “de los armenios”, mientras los griegos ocupan el segundo lugar con un 45,2%. Solo el 11,8% de las personas entrevistadas están de acuerdo en tener vecinos armenios.