Gebrev nuevamente en la mira, tensión entre Sofía y Moscú
Un gran incendio destruyó un depósito de armas del magnate, quien fue la primera víctima de intento de envenenamiento con Novichok en 2015. Presión del Kremlin sobre la industria bélica del país que abastece a Kiev.
Sofía (AsiaNews) - Bulgaria fue sacudida hace pocos días por un atentado contra el empresario Emilian Gebrev, quien ya había sido víctima de intentos de envenenamiento por parte de los servicios rusos. Las presiones y sabotajes del Kremlin en el país hermano, hoy alineado contra sus pretensiones bélicas, han cobrado aún más actualidad con el nuevo gobierno de Sofía y en vísperas de la visita del presidente ucraniano Volodymyr Zelenski.
A las 4 de la mañana del 25 de junio estalló un gran incendio en las afueras de la ciudad búlgara de Karnobat -conocida por la producción de excelentes vinos- que destruyó el depósito de la fábrica de armas Emko, perteneciente a Gebrev. En 2015 el empresario fue la primera víctima del Novichok, el nuevo veneno desarrollado por la contrainteligencia rusa GRU, tres años antes del asesinato de Skripal y su hija en Inglaterra, y del intento de envenenamiento de Navalni en el verano de 2020. Además de evitar nuevas dosis letales, después que se repuso Gebrev tuvo que apagar otro incendio hace exactamente un año, el 31 de julio de 2022, que también hizo estallar bombas en fabricación y nunca se pudo identificar a los culpables.
Tras el atentado de 2015, el entonces ministro de Defensa búlgaro Boyko Noev declaró en televisión que “el Kremlin quiere destruir toda la industria bélica de Bulgaria”, uno de los principales países exportadores de armas. Moscú quería imponer a Sofía un acuerdo según el cual los búlgaros no podrían exportar armas y municiones sin el permiso de los rusos, mientras que la empresa de Gebrev hacía muchos negocios con Ucrania. El mismo empresario dijo que estaba "100% seguro" de que el sabotaje era obra de los servicios rusos, y hoy va incluso más lejos, afirmando que tiene "muy claro cuál es el esquema y los mecanismos, y también el grupo de personas que atacan los depósitos de armas”. Formarían parte del mismo algunos miembros de las estructuras de poder que han gobernado Bulgaria en los últimos 10-12 años. "Son 50 ó 60 personas que están al servicio de intereses que no tienen nada que ver con los de nuestro país", explicó.
La fiscalía búlgara está básicamente de acuerdo con esta tesis, pero "extrañamente no toma ninguna iniciativa", observa Gebrev. El actual primer ministro Nikolaj Denkov dice estar convencido de que en estos hechos están actuando "fuerzas malignas", y ha ordenado aumentar la vigilancia de las fábricas de armamento, pero al mismo tiempo admite las limitadas posibilidades del poder ejecutivo frente a "las explosiones y ataques que se vienen produciendo regularmente desde hace 10 años”. El último incidente, según las insinuaciones del primer ministro, estaría relacionado con la declaración de Sofía de su intención de sumarse a la iniciativa europea de suministrar 1 millón de municiones de artillería a Ucrania.
El líder del partido proeuropeo "Sigamos con los cambios", Kiril Petkov, que forma parte de la coalición de gobierno, concedió una entrevista a Politico para comentar el aniversario de la expulsión de 70 diplomáticos rusos de Sofía en junio del año pasado. Fue una decisión orientada precisamente a contrarrestar los sabotajes, y Petkov elogió el coraje de Denkov, que había corrido el riesgo de romper relaciones diplomáticas con Moscú.
Petkov sostiene que "Bulgaria debe liberarse de la influencia de los agentes de Moscú, como una prioridad en la lucha contra la corrupción", difundida y organizada precisamente por los servicios secretos, que "después de la caída del comunismo jugaron un papel fundamental en la formación de poderosos grupos mafiosos" involucrados también en el tráfico de drogas y de armas. Incluso Denkov confirmó estas preocupaciones en varias de sus intervenciones y prometió que "no permitiremos la continuación de este estado de cosas", empezando por una reforma de los servicios para eliminar a todos los "lacayos del Kremlin".
La propaganda rusa está muy difundida en Bulgaria y utiliza todos tipo de medios, incluso informáticos, para desprestigiar el respaldo de Sofía a Ucrania, apoyándose en la figura del presidente prorruso, el general Rumen Radev, elegido en 2017, y muchos otros políticos alineados con Moscú. Como afirman varios comentaristas, la rusofilia búlgara todavía está muy extendida como una especie de "síndrome de Estocolmo", y el país que alguna vez fue "maestro de las letras" para los rusos, hoy lucha por escapar de su dominio.
22/03/2017 13:04
22/09/2022 10:42