Gansu, pánico en el partido: una niña recita el Corán en la escuela
Las autoridades de la provincia nord-occidental reaccionan con furia al video que hace ver a una alumna del jardín de infantes que recita algunos versículos del libro sagrado de los musulmanes. Un acto “que se debe condenar con la fuerza, porque daña la salud mental y física de las jóvenes generaciones”. En la zona vive la tercera comunidad islámica por extensión de China. No obstante la libertad religiosa y de culto tutelada por la Constitución, son continuas las violaciones a los derechos de los fieles.
Beijing (AsiaNews)- El gobierno de la provincia nord-occidental de Gansu reaccionó con furia al ver un video publicado online que muestra a la alumna de un jardín de infantes que recita algunos versículos del Corán. La filmación, que lleva por título: “Una niña simpática recita las escrituras en Gansu”, fue publicado en diversas redes sociales chinas por una red de usuarios dividida entre reacciones positivas y negativas. Las autoridades responsables de la instrucción de la provincia han “culpado” al jardín de infantes y han “condenado” con fuerza lo sucedido. Se trata de un hecho que daña la salud mental y física de las jóvenes generaciones”.
La provincia de Gansu hospeda a la tercera comunidad musulmana por extensión de China, después de Xinjiang y Ningxia. Aquí viven unos 1,6 millones de fieles islámicos. Si bien no sufren las restricciones a la libertad personal a las cuales sí están sometidos los iughuros, los musulmanes locales están obligados a respetar “diversas normas para la reglamentación religiosa” que son impuestas por el gobierno. Entre las más criticadas está la prohibición de hacerse crecer la barba “por motivos de seguridad”; la prohibición del ayuno ritual del Ramadán “por motivos de salud” y la prohibición de enseñar la religión a los menores de edad. Esta última regla aplica a las cinco religiones oficiales de China: catolicismo, cristianismo, protestante, budismo, taoísmo e islam.
En su crítica al jardín de infantes en el cual está ambientado el video, las autoridades citan la Constitución: “Las actividades religiosas no deben ser confundidas con aquellas relacionadas con la instrucción”, pero olvidan las tutela a la libertad de culto y de religión, que es garantizada por la misma Carta Magna. Las escuelas, continúa la advertencia: “no pueden realizar actividades religiosas o hablar de religión. No deben obligar o alentar a los más jóvenes a convertirse y mucho menos crear organizaciones religiosas dentro de los institutos”.
El control del gobierno sobre la actividad religiosa y sobre la vida de los fieles parece volverse cada vez más estricto. Luego de haber impuesto el “reconocimiento del Estado” a los lamas budistas, de haber prohibido el Ramadán a los islámicos, de hacer desaparecer a sacerdotes y obispos católicos, de haber demolido iglesias y cruces de las comunidades cristianas, Beijing aclaró la línea con un discurso programático del presidente Xi Jinping.
El líder comunista participó el 22 y el 23 de abril pasados en un encuentro sobre los asuntos religiosos y, entre una serie de cosas, declaró: “Los grupos religiosos deben mezclar las doctrinas religiosas con la cultura china, (deben) obedecer a los reglamentos y a las leyes chinas, dedicarse en modo completo a la reforma de China y a la apertura, a la modernización socialista, para contribuir a la realización del sueño chino y al rejuvenecimiento nacional”.