Galilea: misiles de Hezbollah matan a un migrante indio
La víctima es Pat Nibin Maxwell, de 31 años, originario de Kerala, que desde hace dos meses trabajaba en el norte del país como jornalero en una granja. Tenía una hija de cinco años y su esposa espera el segundo hijo. Otros dos compatriotas resultaron heridos. El pésame y la condena de la embajada de Israel en Delhi por el ataque "cobarde" que vuelve a plantear el tema de la muerte de los migrantes, los "olvidados" de la guerra.
Jerusalén (AsiaNews)- Era de nacionalidad india el trabajador migrante que mató ayer en Israel un misil antitanque de los milicianos de Hezbollah, en el "frente norte" del conflicto entre el Estado judío y Hamás en la Franja tras el ataque terrorista del pasado 7 de octubre. También resultaron heridas otras dos personas. El misil impactó en un huerto situado en Margaliot, cerca de la frontera con el Líbano, donde trabajaban migrantes de origen asiático, sumando nuevas víctimas olvidadas - entre muertos, heridos y rehenes que siguen en manos del movimiento radical palestino - de la guerra en Gaza.
La víctima y los heridos provenían de Kerala, al sur de la India. El misil que impactó en la plantación mató a Pat Nibin Maxwell, de 31 años, de Kollam, que había llegado a Israel dos meses atrás, a pesar de la guerra, como trabajador agrícola. El cuerpo se encuentra ahora en el hospital israelí de Ziv a la espera de lo que dispongan la Justicia y el personal diplomático de Nueva Delhi. Deja a una hija de cinco años y a su esposa, embarazada del segundo hijo. Los otros dos heridos son Bush Joseph George y Paul Melvin, que fueron hospitalizados para recibir atención médica.
Entrevistado por Press Trust of India (PTI), Zaki Heller, portavoz de Magen David Adom (MDA, la Cruz Roja israelí), explicó que el misil cayó alrededor de las 11 de la mañana en una plantación en Margaliot, cerca de un moshav (comunidad agrícola colectiva), situado en la región de Galilea. En cuanto a los heridos, Bush Joseph George “fue trasladado al hospital con heridas en la cara y el cuerpo. Ha sido operado, se recupera bien y está en observación", informó una fuente oficial, y añadió que ya "pudo hablar con su familia en la India". Melvin recibió heridas leves y está en el hospital Ziv en la ciudad de Safed, en el norte de Israel. Es originario del distrito de Idukki, en Kerala.
Pathrose Maxwell, el padre de la víctima, dijo que ayer recibió una llamada telefónica de su nuera alrededor de las 16:30 para informarle que su hijo había tenido un accidente. Cerca de las 12.30 horas le informaron la muerte de su hijo y posteriormente se publicó la comunicación oficial. "Tengo tres hijos, dos están en Israel y uno trabaja en Abu Dhabi", continúa el padre. “Pat Nibin tiene una hija de cinco años y su esposa está embarazada de siete meses".
La embajada de Israel en Delhi expresó su pesar por la muerte del ciudadano indio y afirmó que las instituciones médicas están al servicio de los heridos. En una publicación en X (ex Twitter) la representación diplomática afirmó estar "profundamente conmocionada y entristecida" por lo ocurrido en el contexto de un "cobarde ataque terrorista" de Hezbolá contra "pacíficos trabajadores agrícolas que estaban cultivando un huerto".
Los trabajadores migrantes asiáticos, desde Tailandia hasta Nepal, son el "rostro olvidado" de la guerra en Tierra Santa entre Israel y Hamás que desencadenó el atentado del 7 de octubre dejando 1.200 víctimas del lado israelí y más de 31.000 palestinas, especialmente civiles, entre ellos mujeres y niños. Hasta la fecha siguen en manos del movimiento radical que controla la Franja al menos tres migrantes tailandeses (que no tienen doble pasaporte), pero todavía no hay información cierta sobre el número y su suerte. Son expatriados cuya historia resulta a menudo menos "mediática" que la de otros secuestrados y no encuentran espacio en los medios ni en las agendas de las cancillerías internacionales.
Por otra parte, los tailandeses son los que han pagado el mayor tributo de sangre en la guerra entre Israel y Hamás: al menos 24 personas están oficialmente muertas y se ha perdido el rastro de otras 21, cuyo destino se desconoce. Fuentes del gobierno de Tailandia dijeron en Bangkok que hasta la fecha cerca de 8.160 ciudadanos han pedido abandonar Israel y regresar a su país. Algunos trabajadores tailandeses estaban empleados en empresas agrícolas cercanas a la frontera con Gaza cuando ocurrió el ataque a principios de este mes.
(Con la colaboración de Nirmala Carvalho)
17/12/2016 13:14