Fukushima, el ‘turismo de la catástrofe’ está muy de moda
El gobierno promueve las visitas a las zonas devastadas para convencer a los habitantes de que vuelvan. Cerca de 70 mil personas viven todavía en lugares de alojamiento provisorios. Poca confianza en las declaraciones de las autoridades, según las cuales las ciudades son seguras. El turismo “negro” no es nuevo en Japón: el bosque Aokigahara es a menudo meta de turistas y es famoso por los numerosos suicidios que se realizan cada año.
Tokio (AsiaNews/Agencias) – Una zona de sombra entre diversión y “ el deber de hacer memoria”. Fukushima está en la cima de la lista del “turismo de la catástrofe”. Lo revelan los datos de 2017, según los cuales casi 100 mil personas han visitado las ciudades afectadas por el terrible tsunami del 11 de marzo de 2011 que mató a miles de personas y desencadenó en Fukishima la fusión del reactor nuclear.
El gobierno asegura que el área ya está descontaminada y que la población puede volver con total seguridad. En estos últimos años numerosos visitantes han invadido la región. El programa es variado: hay visitas guiadas, encuentros con los habitantes y también existe la opción de un viaje en lancha para ver la central devastada. Las autoridades promueven estos programas deseosas de demostrar que “todo volvió a la normalidad”, para convencer a los evacuados de volver a sus ex-casas. Por el momento, en la ciudad de Namie-declarada segura en 2017- los turistas fueron más que los habitantes. De los 21 residentes, sólo 700 volvieron. En el país hay todavía 70 mil personas que viven en lugares de alojamiento provisorios. Mientras tanto, los resultados de las operaciones de descontaminación obtienen evaluaciones para nada unánimes. Las madres de la región viven en constante ansia, llevando a los niños a visitas periódicas para evitar el riesgo del cáncer de tiroides.
Estas son preocupaciones que no parecen disuadir a los amantes del “turismo negro”- el de los campos de concentración, como el visitar los lugares donde se realizaron genocidios y catástrofes. Un tipo de turismo que es una novedad en Japón: es suficiente pensar en el bosque de Aokigahara, “el Mar de los árboles”, que está situado en el nordeste del monte Fuji, que se hizo famosa por su belleza y por la enorme cantidad de suicidios que allí se realizan. El bosque ejercita sobre el imaginario mundial una tal atracción que llegó a ser inspiración para dos películas recientes de Hollywood, “The Sea of Trees” (2015) y “The Forest” (2016).
20/07/2021 13:30