Fujian, de la Gruta del obispo Bai al Santuario de la Rosa Mística
Los casos de Mindong y Fuzhou arriesgan convertirse en el “modelo chino” en cuanto al nombramiento de obispos se refiere. Sin embargo, se necesita libertad religiosa, y no atropellar la vida de los fieles a merced de los pesos de la diplomacia. Algunos consideraciones sobre la vida de los fieles en la Iglesia oficial y en la Iglesia subterránea, de parte de un reconocido sacerdote y bloguero.
Beijing (AsiaNews) – La Gruta del obispo Bai es un monumento en recuerdo de la persecución sufrida por la Iglesia de Fujian en el Siglo XVIII y también un lugar de memoria para la Iglesia subterránea de la región. La Villa Rosa Mística, construida en la década del ‘90 por el obispo Zheng Chang-zheng, es una basílica de la Iglesia oficial. El Padre Shanren, sacerdote y bloguero, hace algunas consideraciones sobre el valor de los dos santuarios y sobre las posibilidades de que haya una creciente unidad entre católicos oficiales y no-oficiales. Para el Padre Sharen, que pertenece a la Iglesia oficial, el Vaticano quizás se muestra excesivamente “positivo” y optimista. También tienen en cuenta una entrevista concedida por Mons. Claudio Maria Celli, sugiriendo que en un intento por lograr la unidad entre oficiales y subterráneos, hay que dotar a los fieles de mayor libertad religiosa y no descargar sobre ellos (sobre todo, sobre los subterráneos) los pesos que surgen de los acuerdos diplomáticos.
La Gruta del obispo Bai pertenece a la diócesis de Mindong, situada en Gangkou; mientras que la Villa Rosa Mística pertenece a la diócesis de Fuzhou, ubicada en Changle. Estos dos célebres santuarios católicos representan la supervivencia de la Iglesia en Fujian, durante estos años.
La Iglesia católica de Fujian puede hacer alarde de su antigua historia, que se remonta a la época de la llegada de Giovanni de Montecorvino a China [1] durante la dinastía Yuan. En aquél entonces ya existía la diócesis de Quanzhou instituida como tal. Luego, llegaron a Fujian misioneros españoles, durante el reinado de Wanli [1563-1620] de la dinastía Ming. El primer obispo chino ordenado en aquellos años fue Lu Wenzao, originario de Luo Jiaxiang (Mindong). “Cuando Giulio Aleni[2] en la evangelización en Fuzhou, era conocido como el “Confucio de Occidente”, Fuzhou fue el primer centro en la Controversia surgida en torno a los Ritos chinos, motivo por el cual tiene un lugar de gran importancia en la historia del catolicismo en China.
Las diócesis de Fuzhou y Mindong cuentan con gran número de fieles, y las misiones se concentran sobre todo en la Iglesia no-oficial. Sin embargo, en los últimos años, la situación parece haber cambiado, es decir; las dos diócesis prácticamente han completado el proceso de unión con la Iglesia oficial [3].
Ayer [en referencia al 9 de junio, ver aquí], el obispo Lin Jiashan, de la diócesis de Fuzhou, asumió el cargo oficialmente. Luego de la Iglesia Católica de Mindong, ahora también la Iglesia Católica de Fuzhou ha completado el proceso de transformación. Desde un cierto punto de vista esto es, sin lugar a dudas, un factor positivo, un resultado deseado por el Vaticano, en vista del próximo vencimiento del Acuerdo Provisorio en el mes de septiembre, que ahora podría renovarse [4]. El “clima de respeto” [5] que subraya el arzobispo Celli se basa justamente en la transformación completada por la Iglesia de Fujian, y en el deseo de renovar el Acuerdo.
El “modelo Mindong” ahora se ha ampliado al “modelo Fujian” y sucesivamente se convertirá en el “Modelo chino”, bajo la guía actual del Vaticano. ¡Para la Santa Sede, el resultado de las dos diócesis de Fujian muestra que es factible recorrer el camino! ¡No queda ninguna duda de ello, teniendo en cuenta semejantes logros! En síntesis, en el Vaticano la actitud es positiva.
La Gruta del obispo Bai
El año pasado, participé en una peregrinación en la Gruta del obispo Bai. Esta gruta surgió a raíz de la prohibición de la evangelización del cristianismo durante la dinastía Qing. En aquél período, el emperador Qianlong [1711-1799] fue particularmente hostil hacia los misioneros y comenzó a prohibir la propagación de la fe católica. La mayor parte de los misioneros trató de esconderse y continuó con la evangelización de forma clandestina. Muchas veces eran capturados por funcionarios locales que los expulsaban o asesinaban. El obispo Bai fue martirizado en 1747.
Durante la peregrinación, el Padre Wu dijo muchas veces: esta gruta se ha vuelto famosa gracias al obispo Bai. En efecto, muchos misioneros se escondían aquí cuando el cristianismo estaba prohibido.
Cuando fuimos allí, pasando primero por Gangkou, apenas había pasado el mediodía y subimos para hacer el Vía Crucis, pero los signos religiosos a los dos lados estaban cerrados por ladrillos, con la leyenda: “X lugar”. Al principio no comprendía y solo pensaba que cómo era posible que se hubiera bloqueado el acceso al Vía Crucis. Al final no hicimos el Vía Crucis. Lo único que recuerdo es que pregunté para qué sirven estas plataformas todas iguales entre sí. El Padre Wu me explicó y me di cuenta de que me estaba aproximando a la Gruta del obispo Bai.
Ahora hay un camino que te lleva hasta la gruta, pero intenta imaginar cómo era en el pasado, ¡cuando los misioneros trepaban y caminaban por los bosques hasta quedar exhaustos! Este es el motivo por el cual pocos consiguieron hallar este lugar. ¿Quién habría imaginado que debajo de las rocas, en la densidad del bosque, se escondía alguien? Mientras cruzaba el largo pasillo doblado hacia un lado, apenas podía respirar: el pasillo era estrecho, oscuro, gélido y húmedo. En el espacio interior, a mi lado había unas rocas macizas y debajo de ellas corría un manantial. Se dice que esta fuente jamás se secó. Los misioneros pasaban años en este lugar: de día, se escondían en la gruta; de noche, iban a los pueblos situado al pie de la montaña. A escondidas, para alentar a los fieles y celebrar la misa.
La Villa Rosa Mística
La Villa Rosa Mística de Changle está a unos 100 km de distancia de la Gruta del Obispo Bai de Gangkou. La construcción de esta villa-santuario fue ardua tarea. Las religiosas nos explicaron que el obispo Zheng Chang-zheng compró este terreno con la excusa de que necesitaba un lugar donde vivir luego de su retiro, y a partir de allí comenzó la reconstrucción del lugar desde cero. También se cuenta que el obispo Zheng, entre muchas dificultades, logró hallar una estatua de la Santísima Virgen María. Mientras reflexionaba sobre cómo podría manifestar su gratitud, el obispo sintió una voz durante la oración, que le decía: “colócala en un lugar alto”, de allí surgió la idea de construir la Villa Rosa Mística. Las religiosas nos han contado muchos milagros ocurridos en la Villa. Como no logro recordar todos, pondré aquí, por escrito, los que más me impresionaron. En la Villa Rosa Mística también hay un manantial, cuya agua es dulce y fresca. Cuando hay tantos peregrinos que vienen a beber el agua bendita, la fuente continúa corriendo como las gotas de lágrimas; en cambio, cuando hay pocos peregrinos, el agua del manantial no sale de la pila. Las hermanas nos lo han señalado, y hay que remarcar que la pila de agua bendita ¡no tiene ningún orificio de salida!
Los fieles que suelen ir a la Gruta del obispo Bai nos han dicho que jamás han estado en la Villa Rosa Mística. A pesar de estar cerca, desde pequeños se les enseñaba que aún cuando se rece en casa, no deben dirigirse a la Villa. Aunque puedo comprender por qué igualmente quedé sorprendido. Y pregunté, con curiosidad: “En todos estos años, jamás han estado en la Villa Rosa Mítica, ¿ni siquiera para una excursión?” Y ellos respondieron seriamente: “No, si no fuese para acompañarte esta vez, jamás habríamos venido aquí”. Les pregunté: Y, ¿qué les parece?” Me respondieron: “¡Todos los santuarios son buenos!”.
Cuando todavía no había iglesias, hubo un período en el cual hasta la misa en casa se había vuelto poco segura. Por tanto, los sacerdotes decidieron celebrarla en la playa, mirando al mar. Se celebraba al amanecer y todos los fieles acudían; había esos pequeños que al saber que se trataba de participar la misa, estaban tan entusiasmados que nadie podía detenerlos. Los fieles decían: “Padre, estábamos tan llenos de entusiasmo”.
Antes de tomar el cargo, el obispo Lin, en la carta a los sacerdotes y fieles, subrayó 8 puntos para los sacerdotes , entre los cuales hay algunos que considero importantes y realistas: 1) El normal funcionamiento del poder del obispo 3) La libertad para la Iglesia en las actividades de fe y formación. 4) El normal funcionamiento de los lugares religiosos preexistentes 8) En lo que respecta a la pequeña parte de sacerdotes que no han presentado el registro civil en el gobierno, ellos son sacerdotes de mi diócesis, y respeto su decisión de conciencia [6].
“Desde la Gruta del obispo Bai a la Villa Rosa Mística” no es más que una metáfora: si los emperadores Qing no hubieran prohibido la evangelización, la Gruta probablemente ni siquiera existiría; ni no hubiera habido política restrictivas respecto a la fe, la asunción del cargo no se hubiera demorado 29, 30 años. Pero para esto también debían presentarse numerosos reclamos, el único deseo es que la libertad y los derechos de la fe puedan ser garantizados.
Respecto a la eventual posibilidad de renovar el Acuerdo, Mons,. Celli ha dicho que por algunas situaciones “no es un camino fácil, pero me parece que hemos emprendido un camino en un marco de respeto, atención, procurando entendernos para ver cómo resolver esos nudos que permanecen, esas situaciones que persisten y que nos dejan pensando, o mas bien diría, que nos dejan preocupados”.
La verdad es que basta con que en estos elementos positivos no se menoscaben los reclamos formales. Solo así podremos comenzar realmente un camino de “respeto, atención” y comprensión recíproca. Por el contrario, [es necesario que] “esos nudos” y esas “situaciones preocupantes” no se traduzcan exclusivamente en sacrificio y ofrendas que los fieles católicos chinos deben hacer. Solo así se puede llegar realmente a lo que anhela la Santa Sede, que “un católico chino pueda expresar toda su fidelidad al Evangelio respetando su ser chino. Una Iglesia católica en China debe ser plenamente china, pero también debe ser plenamente católica, y en nuestro camino todos debemos ser fieles al Evangelio”, ninguna de las dos características debe menospreciarse.
Las cruces arrancadas
Un hermano sacerdote me comentó sus preocupaciones: “La cruz sobre mi parroquia probablemente sea eliminada. ¡Cuánto quisiera estar a salvo! Muchas veces el gobierno exige nuestra obediencia con cualquier pretexto. Como aquella vez en Pascua, durante la epidemia, cuando vinieron a retirar la cruz que coronaba una iglesia centenaria. Dime: ¿qué clase de motivo puede haber para esto? ¿Qué sentido tiene remover la cruz? Un acto que daña a los demás para beneficio propio es comprensible, pero un acto que no beneficia a ninguna de las dos partes, ¿sería acaso este el verdadero sentido de las políticas religiosas locales? En estos días no estoy durmiendo bien; si insisten en retirarla y nada podemos hacer. ¡Pienso que tendré que hacerlo como un sacrificio para la Santa Sede! Sin embargo, temo que los fieles no soporten esto…”.
Las palabras de este hermano sacerdote eran verdaderas. No lograba decirle una sola palabras de consuelo, ya que hay muchos casos en los que todavía hay mucho dolor. ¡Cuánto querría que en Fujian no existiera este sufrimiento. ¡Son tantos los que se burlan de mis simples esperanzas! Desde siempre, pienso que ya no tengo esperanza, como me sucedió con este artículo: en mi corazón, sigo repitiendo por dentro que no debí escribirlo, pero luego, entre una cosa y otra, lo terminé de escribir. En la Gruta del obispo Bai solo estuve una vez, pero estoy tan enamorado de ella que no puedo olvidarla: ¡continuar el camino hacia abajo! ¡Confío mucho más en Dios que en un hombre! Cuando el hombre sea tan confiable como Dios, quizás deje de ser ingenuo!
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[1] Franciscano (1247-1328), fue misionero en China y se convirtió en el 1309/11 en el primer obispo de Beijing. Fue declarado Santo pero muchos fieles en China ya lo consideran santo.
[2] Jesuita (1582-1649), continuador de la obra de Matteo Ricci, conjuntamente en China en el 1610.
[3] Con el Acuerdo sino-vaticano del 2018, el obispo ordinario de Mindong, el subterráneo Guo Xijin aceptó ser degradado a obispo auxiliar dejando el puesto de ordinario a Zhan Silu, al quien el papa Francisco ha levantado la excomunión pasando al estado ordinario sin mandato papal. Actualmente, sin embargo, Guo Xijin no es reconocido por el gobierno chino. Ver. AsiaNews, 13/12/2018, “Mindong: Mons. Guo Xijin, obispo clandestino, deja el lugar a Mons. Zhan Silu, ex excomulgado”.
[4] El Acuerdo sino-vaticano, firmado el 22 de septiembre de 2018, válido por dos años.
[5] En una reciente entrevista en un canal televisivo, Mons. Claudio M. Celli había afirmado: “hemos firmado un acuerdo que es el fruto del nuevo clima que ha sido creado con las autoridades, un clima hecho de respeto , hecho de confianza, hecho de corresponsabilidad, previsión. No miremos solamente el presente sino que tratemos de mirar el futuro, y dar al futuro de nuestras relaciones una base profunda, respetuosa y yo diría que estamos trabajando en ese sentido”.
El diplomático vaticano – que ha tomado parte en la estructura del Acuerdo - subraya que el acuerdo expira en septiembre de este año y que hay que encontrar una fórmula, tenemos que ver qué hacer después de este plazo, y deberíamos re-confirmarlo por lo menos durante uno o dos años, pero la Santa Sede no ha tomado todavía una decisión al respecto, que luego será comunicada a las autoridades chinas".
13/12/2018 10:30