Fueron aisladas algunas zonas de Jerusalén por temor a nuevos ataques
Jerusalén (AsiaNews)- Desde hoy la zona árabe de Jerusalén y otras zonas hebreas cercanas están bajo total control de la policía. Cada persona que entra o sale de estos barrios debe pasar a través de puestos de control y posibles requisas. La creciente maniobra de seguridad fue decidida anoche por el gobierno israelí, después de una serie de ataques en Jerusalén y en Israel, que causó la muerte de tres israelíes y 20 personas heridas. Los atacantes fueron todos abatidos.
Desde el 1° de octubre, cuando fueron asesinados dos colonos en los Territorios ocupados, a un ritmo casi cotidiano, se sucedieron asaltos a peatones, soldados, y jóvenes que fueron muertos o heridos con cuchillos. Recién ayer fueron usadas armas de fuego para disparar contra pasajeros de un autobús en Jerusalén, donde mataron a dos personas e hirieron a otras 16. Hasta ahora el balance es de siete muertos y 100 heridos entre los israelíes, y casi de treinta muertos y varios centenares de heridos entre los palestinos.
El Premier israelí, Benjamín Netanyahu, declaró que las nuevas medidas de seguridad sirven para frenar “a aquellos que tratan de matar y a quienes los apoyan”. Entre éstos últimos, según el Premier, están las autoridades palestinas. Refiriéndose a las autoridades palestinas, hizo referencia a Mahmoud Abbas, jefe dimisionario de la Autoridad palestina, de quien agregó: “Basta de mentiras, basta de incitaciones” (a la violencia). Por su parte Abbas respondió que la violencia es fruto de los “actos de agresión” del gobierno israelí y de la temeraria política de ocupación de tierras por parte de los colonos.
En realidad, diversos analistas hacen notar que las autoridades israelíes y palestinas son impotentes para frenar este movimiento espontáneo, formado por jóvenes que se comunican a través de las redes sociales. Frustrados por el estancamiento de los diálogos de paz, sofocados por el muro en Cisjordania, obligados a sufrir controles interminables y sinfin, y sin perspectivas de conseguir trabajo, ellos han hecho estallar su ira.
Un experto israelí dice, lacónico, a AsiaNews: “Si se tienen a millones de personas en una prisión a cielo abierto, sin ninguna esperanza de salida, es claro que la violencia antes o después explotará. En cambio, deberíamos maravillarnos de que la violencia no sea aún más masiva de cuánto se ha manifestado en los días pasados”.
Muchos medios- y la misma Hamas en Gaza- han hablado de una nueva Intifada, recordando las manifestaciones y los ataques de 1986 y del 2000. Mirando bien, en este caso no hay movimientos organizados ni directivas políticas desde lo alto, como en las revueltas precedentes, sino un movimiento espontáneo de base, para nada o poco organizado.
Entre los autores de los episodios de violencia hay palestinos de la West Bank, también muy jóvenes. Hace unos días un joven israelí de 13 años fue acuchillado en Pisgat Ze´ev por otro joven,también de trece años, Ahmed Mansara, del campo de prófugos de Shoafat. El muchacho israelí fue internado en un hospital; Ahmed fue muerto por la policía.
También los israelíes árabes demuestran cada vez más solidaridad para con sus hermanos palestinos. Todo esto difunde el miedo entre los habitantes hebreos de Jerusalén, pero también en todo Israel. “El comercio -dice un habitante de Nazareth Illit- está sofocado: la gente, por miedo, tiene a sus hijos dentro de casa y trata de no salir o evita lugares concurridos. Los centros comerciales están vacíos de personas, los mercados y las calles desiertos, por el temor a que puedan suceder ataques imprevistos”.
La chispa de la cual nació esta nueva serie de ataques fue una serie de visitas de un grupo de políticos de derecha y de hebreos nacionalistas a la Explanada de las Mezquitas, que pretendían no sólo visitar el lugar, sino también rezar. Según el “status quo”, que Israel debería respetar, en la Explanada pueden rezar solamente los musulmanes. Pero las franjas más extremistas de los hebreos nacionalistas exigen que el gobierno israelí garantice que también ellos puedan rezar en el lugar que, en el pasado, fuera parte del Templo de Jerusalén. Las autoridades musulmanas temen que el Premier israelí esté pensando en cambiar el “status quo”, abriendo una nueva herida a los palestinos y generando una nueva excusa para más enfrentamientos y violencia.
“Bastaría- dijo un cristiano de Jerusalén- que Netanyahu declarase que la Explanada es sólo para uso de los musulmanes para que se retomase el diálogo y se lograse un poco de calma”.
17/12/2016 13:14