Francisco y Aung San Suu Kyi: las prospectivas para la Iglesia

“Llegó el tiempo de las verdaderas motivaciones, de una catequesis más profunda, de una iglesia también institucional, que entre en la vida de la gente”. “En un país donde un pequeño grupo de personas tuvo por años en sus propias manos todo poder, reclamar a la urgencia de la justicia es un deber de la Iglesia”.

Yangon (AsiaNews)- Un extranjero residente en Myanmar comenta el histórico encuentro entre el Papa Francisco y Aung San Suu Kyi, que inició las relaciones diplomáticas entre la Santa Sede y Myanmar. A continuación la entrevista integral.

¿Cuáles son las razones que están detrás de este encuentro, además de la apertura de las relaciones diplomáticas?

El encuentro con el Santo Padre, evento al centro del viaje de Aung San Suu Kyi a Europa, era considerado en principio como una “visita privada”. Sólo después, algo subrayado en las primeras páginas de los periódicos birmanos, se supo que el motivo principal era la oficialización de las relaciones diplomáticas. Pero, sin duda el viaje se coloca en el proceso que el gobierno está iniciando para construir relaciones y facilitar relaciones con las diversas religiones y los varios grupos étnicos.

Sin embargo, a nivel político es que esta visita representa un intento de “recuperación de imagen” del gobierno de Myanmar frente a la comunidad internacional. Los resultados de las recientes elecciones han indicado una cierta pérdida de consentimientos para el partido de la Señora en diversas regiones del país. Los silencios de Aung San Suu Kyi sobre el asesinato de Ko Ni, abogado musulmán y su estrecho colaborador y las violencias contra los Rohingya suscitaron polémicas en todo el mundo. Recientemente, la presencia de la líder birmana en el escenario mundial se hizo más frecuente.

¿Cuáles son las expectativas de los católicos de Myanmar, después de este encuentro?

Los católicos tienen diversas expectativas, si bien se necesitará del tiempo para que encuentren respuesta. Algunas de las temáticas que más interesan son por ejemplo: la abolición de la pertenencia religiosa en los documentos de identidad, a menudo fuente de discriminación; el reconocimiento de las obras de caridad que los católicos siempre han realizado en un país ensangrentado desde hace decenios de conflictos; la restitución a la comunidad católica de las más de 70 escuelas nacionalizadas en el pasado por el gobierno, también si este punto muy delicado. Mi miedo es que una vez tenida la posibilidad de dirigir las escuelas, éstas se conviertan en un excesivo gasto, haciendo olvidar todo el resto que la Iglesia hace y dejando de lado el sentido primigenio de la Iglesia misma.

¿Cómo procede la vida de la Iglesia en Myanmar?

Bien: por una parte me parece que la Iglesia esté buscando el propio rol dentro de este camino nacional de reconciliación; por la otra parece un poco miedosa por esta apertura, por los cambios de la sociedad, por los jóvenes que estudian y que deben dar razones de la propia fe delante de los otros. Terminó el tiempo en el cual se cree “por tradición”, ahora llegó el tiempo de las verdaderas motivaciones, de un catequesis más profunda, de una Iglesia también institucional, que entre en la vida de la gente.

¿En qué modo la Iglesia contribuye al desarrollo, a la justicia y a la libertad en Myanmar?

La Iglesia católica es sin dudas un elemento importante para Myanmar, no porque sea fuerte y potente, sino porque está difundida entre todos los pueblos que constituyen esta nación. Ella, en cuanto punto de referencia para los grupos étnicos minoritarios, es un interesante interlocutor también para el budismo, con el cual está creciendo un siempre mayor compartir. Junto a los cristianos de diversas denominaciones, la Iglesia desarrolla un rol fundamental para el camino de paz y es un reclamo para la justicia social. En un país donde un pequeño grupo de personan tuvo por años en sus propias manos todo poder (político, económico, financiero, administrativo), reclamar la urgencia de la justicia es un deber de la Iglesia. Es un largo proceso, con tantas ambigüedades, pero no creo se pueda volver atrás.