Francisco a los siro-malabares: obediencia al Sínodo sobre la liturgia

Con una carta, el Papa pidió a la arquidiócesis de Ernakulam-Angamaly que de "un paso atrás" en el enfrentamiento que opone a la mayor arquidiócesis de este rito oriental contra todas las demás. Confirma la Pascua como fecha última para la entrada en vigor del rito unificado de la Santa Qurbana. “No podemos permitirnos causar escándalo”.

Kochi (AsiaNews) - En el enfrentamiento por la liturgia unificada que desde hace mucho tiempo divide a la Iglesia siromalabar, el Papa Francisco pidió a la archieparquía de Ernakulam-Angamaly - la mayor de las diócesis de este rito católico en la India - que acate las decisiones que ha tomado el Sínodo de esta Iglesia Oriental, que en agosto del año pasado fijó la Pascua de 2022 como fecha límite para adoptar la versión unificada de la Santa Qurbana, el rito eucarístico de esta comunidad. El pontífice dirigió una carta a la archieparquía que - aunque tiene en su territorio la sede del arzobispo mayor, el cardenal George Alencherry - está dirigida por el vicario metropolitano Antony Kariyil, reacio hasta ahora a seguir las indicaciones del Sínodo que también son resistidas por una buena parte del clero y los fieles.

La carta del pontífice - escrita en inglés y publicada por los medios de información del Vaticano - tiene fecha del 25 de marzo, solemnidad de la Anunciación. Vale decir, pocos días después del desconcertante espectáculo de la protesta de un grupo de laicos de la India que prendieron fuego en Ernakulam a dos maniquíes con los rostros del cardenal Alencherry y del prefecto de la Congregación para las Iglesias Orientales, el cardenal Leonardo Sandri. El Cardenal Sandri había reiterado con toda claridad el 11 de marzo pasado la misma indicación de parte del Papa.

Francisco afirma que la carta es "una exhortación paternal para que se adhieran solícitamente a la decisión sobre la forma de celebración de la Qurbana antes de la Pascua de 2022". Recuerda el largo camino que comenzó en 1999 para llegar a una modalidad única de celebración de la Eucaristía. Una solución de compromiso que adoptó el Sínodo a partir de los tres diferentes ritos actualmente en uso, que establece que en la primera parte de la celebración y en la liturgia de la Palabra el sacerdote se encuentra de cara a los fieles y luego se vuelve hacia el altar ("en la misma dirección en que miran los fieles") en la parte central de la consagración y los ritos eucarísticos. Sin embargo, las comunidades de la archieparquía de Ernakulam-Algamany celebran íntegramente la Santa Qurbana con el sacerdote de cara a los fieles desde hace 50 años y no quieren adaptarse a esta solución. Hasta ahora han contado con el apoyo del vicario Kariyil, quien les ha concedido una exención de las normas establecidas por el Sínodo.

En la carta, sin embargo, el Papa recuerda que "precisamente porque somos conscientes de las diferentes tradiciones vinculadas a los diferentes contextos de vuestra Iglesia, se les ha pedido a todos que den un paso atrás en su propia forma de celebrar, para ofrecer un signo de comunión que nazca del hecho de que todos han renunciado a algo que le es propio, por un amor y un testimonio más grandes”.

Sin embargo, lamenta Francisco, "después del 28 de noviembre de 2021, fecha elegida para la implementación de la Santa Qurbana", a pesar de que 34 eparquías (todas las demás ndr) "llevaron a la práctica la decisión sinodal", esto "no ocurrió en la archieparquía de Ernakulam-Angamaly, que siguió afirmando su propia "particularidad litúrgica, fruto de la reflexión, pero aislada del resto de la Iglesia siro-malabar". “Es bueno que como creyentes en Cristo - recomienda Francisco - nos interroguemos sobre nuestra manera de actuar, de expresar el desacuerdo, de aceptar incluso el esfuerzo y las humillaciones, de dar pasos hacia atrás”. Y “no por un criterio humano de victoria o derrota, de un grupo sobre el otro, sino mirando al Señor y aceptando no sólo celebrar su Pascua sino vivirla junto con Él, comenzando por la tribulación y la Pasión”.

El Papa reflexiona sobre el hecho de que el mismo Cristo, cuando elige el camino de entregar su propia vida, "da un paso atrás respecto a una pretensión humana de afirmación, de éxito". Por eso “como Iglesia, todos juntos, tenemos que vivir con Él y como Él, aceptando también el camino de la humillación y de la cruz. No podemos vivir divididos, no podemos crear división, no podemos permitirnos causar escándalo”, subraya Francisco.

Por eso invita a adherirse a la decisión del Sínodo, contemplando sin embargo la posibilidad “de que algunas parroquias necesiten más tiempo para estructurar una catequesis más profunda, que prepare a todos, como se ha hecho en otras partes, para aceptar los cambios. Esto es comprensible - dice el Papa -, siempre que no se ponga en entredicho el objetivo establecido por el Sínodo. Tal como está previsto por el derecho, se podrá pedir la dispensa necesaria al arzobispo mayor, que es el metropolita de la archieparquía, o la aprobación del arzobispo mayor por intermedio de su vicario”, pero “sólo por un período determinado, como establece el Código Canónico de las Iglesias Orientales”.

Francisco dice que es consciente de estar pidiendo "un paso doloroso y duro", pero está seguro de que en la archieparquía de Ernakulam-Angamaly "los sacerdotes y los fieles están dispuestos a escuchar la voz del Señor, confiando en el consejo y la invitación del Papa". Por otra parte, observa, "la Iglesia siro-malabar se ha distinguido por ello a lo largo de los siglos, por su fidelidad que ha superado muchos malentendidos históricos, y ahora florece en vocaciones y estilo misionero. El Señor no olvidará el sacrificio que le están ofreciendo" - asegura Francisco-, pero de esa manera ustedes están abriendo su corazón a la abundancia de sus bendiciones”. Y concluye citando el Salmo 125 (126) “si sembramos en el Señor, podremos cosechar, si sembramos viento, cosecharemos tempestades: sobre todo la del escándalo de la división y del contratestimonio en un contexto tan delicado como el que ustedes viven".