Francisco, el único que no olvidó a Myanmar
El pontífice fue una de las pocas voces en el mundo que recordó constantemente a este país del sudeste asiático, desgarrado por un conflicto que ya dura más de cuatro años. En 2017, en un momento de gran apertura a nivel político y económico, Francisco también visitó Myanmar, llevando esperanza a los fieles de todas las religiones. Ayer se celebró una misa en la catedral de Rangún para recordarlo.
Rangún (AsiaNews) – Una multitud reunida en oración en la catedral de Rangún rindió homenaje ayer al Papa Francisco con una misa de sufragio presidida por el cardenal Charles Maung Bo, en presencia de numerosos obispos del país, representantes del clero y miembros del cuerpo diplomático. El recuerdo del pontífice ha adquirido un significado particular en Myanmar, un país olvidado por todos, pero no por Francisco. La comunidad católica siempre lo consideró un punto de referencia por su constante atención al sufrimiento de la población, marcada primero por el aislamiento internacional y luego por un brutal conflicto civil que dura más de cuatro años.
En la homilía, monseñor Andrea Ferrante, encargado de Negocios en la Nunciatura Apostólica, recorrió las etapas principales de la vida de Jorge Mario Bergoglio, deteniéndose en su histórico viaje a Myanmar en 2017, la primera visita de un papa en la historia del país. “Yo estaba en Rangún en esos días”, cuenta Livio Maggi, operador de la ONG New Humanity, apoyada por la Fundación PIME, “y recuerdo bien la multitud que se reunió en el estadio para escucharlo”. Fue un acontecimiento que dio sentido a lo que estaba sucediendo. En aquellos años, de hecho, el país se estaba abriendo a nivel económico y político y parecía preparado para cambiar de rostro y emprender el camino de la democracia. La visita del Papa, que tuvo lugar después del inicio de las relaciones diplomáticas oficiales entre la Santa Sede y Myanmar, contribuyó a este impulso.
“Sin duda fue un momento especial, con gran participación de todas las diócesis de Myanmar”, continúa Maggi. “No fue un momento importante solo para los cristianos, sino también para muchos budistas, que vieron en esa visita un gesto de reconocimiento, de paz y de esperanza, una señal de que las cosas realmente estaban cambiando para el país”.
Desde entonces, el papa Francisco nunca dejó de recordar a Myanmar. “Fue la única autoridad mundial que hizo constantemente referencia al país – casi todos los domingos – en el Ángelus”, destacó Maggi. Una atención que también se tradujo en decisiones concretas: por su voluntad, se estableció una nunciatura estable en Rangún, separada de la de Bangkok, con un representante diplomático presente en el territorio. “Un trabajo diplomático que en estos últimos dos años ha llevado a un rejuvenecimiento de todo el episcopado”.
Durante el pontificado de Francisco fueron ordenados tres nuevos obispos, entre ellos, a finales de enero, el prelado de la nueva diócesis de Mindat, en la frontera con la India, separada de la diócesis de Hakha, en el difícil contexto del Estado de Chin. “Precisamente el próximo domingo – el domingo de la Divina Misericordia – será ordenado el nuevo obispo de esta comunidad, en una celebración prevista inicialmente en Mandalay pero luego trasladada a Rangún, debido a que la catedral ha quedado inutilizable por el reciente terremoto”.
Otro signo de la atención de Francisco a las realidades periféricas. “En esta zona hay una presencia católica significativa, con 40 sacerdotes que ya están trabajando y una comunidad que, a pesar de todas las dificultades, sigue creciendo”.
01/09/2021 15:28
28/08/2016 13:40