Flores, agreden a indígenas que protestaban contra una central geotérmica

de Mathias Hariyadi

Oposición pacífica de las comunidades locales de la isla de Flores, en Indonesia, contra el proyecto gubernamental que está expropiando varias tierras indígenas. La última manifestación terminó en un enfrentamiento con agentes de seguridad que desalojaron violentamente a los manifestantes.

Yakarta (AsiaNews) - El sábado 25 de noviembre, varias comunidades indígenas protagonizaron una nueva protesta contra la central geotérmica que la empresa pública de energía PLN está construyendo en las laderas del Poco Leok, un volcán situado en la parte occidental de la isla de Flores (Indonesia). Su protesta tuvo lugar en la zona del proyecto minero y, de repente, fue violentamente obstaculizada por el personal de seguridad, que agredió a varios manifestantes pacíficos para asegurar la zona. "Nuestra tierra ha alimentado nuestra vida cotidiana. Hemos cultivado esta tierra y no tenemos intención de venderla", rezaba una de las pancartas de los manifestantes. Entre los asuntos más queridos por los manifestantes está la exigencia de que el jefe del distrito de Manggarai revoque el permiso de explotación minera en la zona de Poco Leok, que según ellos se concedió ilegalmente.

Este caso es uno de los muchos que se dan cada vez más en toda Indonesia, donde los indígenas se ven obligados a desarraigarse de sus tierras a causa de proyectos de extracción de recursos naturales. En este caso se enfrentan dos intereses diferentes a la sombra del volcán Poco Leok: por un lado, los habitantes que han vivido aquí durante generaciones y han expresado sus preocupaciones y objeciones contra el proyecto de extracción de PLN. Por otro, la empresa estatal, que habla de un "prestigioso proyecto energético nacional" para el que ya ha recaudado cuantiosos fondos.

Ya el pasado agosto, un centenar de indígenas organizaron una manifestación de protesta, apoyada por al menos 10 gendang (grupos tribales locales) de la isla: Gendang Tere, Gendang Lungar, Gendang Rebak, Gendang Cako, Gendang Jong, Gendang Nderu, Gendang Mori, Gendang Mocok, Gendang Mucu y Gendang Racang. Varios centenares de ellos se reunieron cerca de la catedral de la diócesis de Ruteng, y todos los manifestantes vestían sus ropas tradicionales, mostrando su marcada identidad primordial y el vínculo que les une a la tierra y entre sí, incluso en su protesta contra el proyecto gubernamental.

"No queremos que nuestra próxima generación no tenga una fuente de vida y una tierra a la que llamar hogar", añadieron los manifestantes. Estos indígenas acusan a la administración del distrito de Manggarai de asignar ilegalmente las tierras. Una acusación que siempre ha sido rechazada por la administración local.

En un comunicado, al menos 11 grupos de derechos humanos expresaron su preocupación por los violentos gestos del personal de seguridad de la planta durante la protesta pacífica del pasado sábado de los habitantes de Poco Leok. Entre los firmantes del comunicado se encuentran dos grupos religiosos católicos activos en la defensa de los derechos humanos: Paz e Integridad de la Creación de los Verbitas y Justicia y Paz de la Orden de Frailes Menores.

Estos grupos afirman que la presencia de la afluencia de personal de seguridad en la zona indica que detrás de la apropiación de las tierras hay una "presión" ejercida por la fuerza desde arriba y contra las poblaciones locales: "Bajo el pretexto de un proyecto energético estratégico nacional, tal medida representa un grave abuso contra los habitantes de Poco Leok y una negativa a dejarles expresar su opinión. Es también una negación del Reglamento 12 de 2005 sobre el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos".