Filipina en el brazo de la muerte, la familia apela al presidente Widodo
Manila (AsiaNews/Agencias)- Los familiares de una joven mujer filipina, en el brazo de la muerte en Indonesia y (si bien presunta inocente) está en la espera de ser ejecutada, han enviado un conmovedor pedido por su liberación. En el mensaje los parientes hacen notar que Mary Jane Fiesta Veloso, de 30 años y madre soltera de 2 hijos pequeños, fue víctima de una banda dedicada al tráfico internacional de drogas. Sus padres y la hermana afirman firmemente que la mujer no sabía nada sobre los estupefacientes, escondidos en el interior de una bolsa que le fue confiada cuando partía de Malasia. Recientemente se activaron en pedir su liberación la Iglesia de Indonesia y la filipina.
Mary Jane Fiesta Veloso, mujer simple y m madre de 2 hijos, a la edad de 25 años se transfirió a Malasia para trabajar como colaboradora doméstica. Un mequetrefe local, activo en reclutar y distribuir a las trabajadoras en las diversas familias, le confía un encargo: transportar una valija- de la cual la joven filipina ignora el contenido- para entregarla a algunas personas que habría encontrado en el aeropuerto indonesio de Yogyakarta.
Llegada a destinación, Mary Jane es controlada por la policía de la aduana y descubren en el interior de la bolsa, 2,6 kg de heroína, por un valor de unos 500 mil dólares. Estamos en abril del 2010 y desde ese momento comienza el calvario judicial y personal de la mujer. En el pasado proceso no pudo recibir una asistencia adecuada y sólo recientemente, gracias al interés de un sacerdote, su drama inició a circular en el interior de la comunidad católica y luego llegó a la opinión pública.
Marites Veloso-Laurente, hermana mayor de Mary Jane, dirige su propio pedido al presidente indonesio Joko “Jokowi” Widodo, pidiéndole que “no maten a su hermana” porque es “inocente” y si morirá “tus manos estarán manchadas con su sangre”. El padre denuncia amenazas hechas a la familia por aquellos que la usaron para transportar la droga y que usaron a su hija.
La familia es originaria de una ciudad que está a unas tres horas de distancia de Manila. En el año 2009, la hija había encontrado un empleo como doméstica en Dubai, pero tuvo que escapar cuando su patrón trató de violarla. Un amigo de la familia le ofreció, luego, un trabajo en Malasia. Llegada al lugar, algunas personas le dijeron que no había posibilidades de trabajar, pero que habría podido encontrar una alternativa en Indonesia. De aquí la partida para Yogyakarta, con la carga de heroína escondida- sin ella saber- en la bolsa que le confiaron.
En el momento del arresto, los hijos de la joven mujer filipina tyenía 7 y 1 año. “Han perdido la esperanza” de poderla volver a ver, afirma Celia, la madre de Mary, de 55 años. “Me dirijo a Ud. y le imploro, Señor Presidente de Indonesia-agrega la madre- si m i hija estuviese involucrada en el tráfico de droga no seríamos tan pobres”.
Son casi 10 millones de trabajadores filipinos en el extranjero, la mayor parte de los cuales ven en el expatriar la única solución y posibilidad para escapar de la pobreza. En el pasado el gobierno de Manila, advirtió a sus connacionales del peligro de ser involucrados, aún en modo inconsciente, en el tráfico internacional de la droga. En el mundo hay al menos 125 ciudadanos en el brazo de la muerte, muchos de los cuales condenados por reatos ligados al narcotráfico. La semana pasada la Corte suprema indonesia rechazó el pedido de reabrir el caso que se refiere a la joven Mary Jane; Manila anunció que hará un segundo pedido a las autoridades de Yakarta.