Falsos balances de las empresas estatales chinas. Y las estadísticas estatales oficiales sobre el crecimiento, poco creíbles

Los balances son manipulados confabulados con los gobiernos locales. Los administradores hacen carrera en relación con el crecimiento de las individuales áreas industriales. El gobierno chino quiere poner remedio, pero las sanciones son demasiado leves. Mientras tanto las agencias internacionales ponen en duda la credibilidad se las estadísticas oficiales y disminuyen el rating.

Beijing (AsiaNews/Agencias)- Muchas empresas estatales chinas falsifican sus balances confabulando con los entes locales. Lo denuncia un informe oficial publicado el 23 de junio en el cual se lee que 18 de las 20 empresas estatales objeto de auditorías en los últimos años han inflado sus ingresos por más de 200 millardos de yuan (29 millardos de dólares) manipulando los libros contables. Las sociedades controladas incluyen a la China National Petroleum Corporation, la China State Shipbuilding Corporation y el grupo Sinochem. La misma relación pone en luz que por el contrario el débito de las administraciones locales de China aumenta demasiado rápidamente. Un juicio en línea con la decisión de Moody´s de mayo pasado de disminuir el rating soberano chino por primera vez desde 1989.

Beijing tiende a reducir la sobrecapacidad de producción en la industria pesada y a redimensionar la carga del débito para mantener el crecimiento a una tasa media del 6,5 % hasta 2020. Pero algunos de los grandes grupos estatales chinos van contra la voluntad del partido comunista. Nueve de las empresas controladas no estaban adecuadas a las directivas centrales. Surge por ejemplo, que el China National Building Material, el más grande productor de cemento de la nación, no sólo no ha cortado la producción de seis millones de toneladas como le había sido ordenado, sino que la aumentó en 1,39 millones de toneladas. O también que el año pasado, tres de las 18 provincias sometidas a un control han aprobado ilegalmente la producción de 12,59 millones de toneladas de carbón y 1,33 millones de toneladas de acero. Esto contra la retórica oficial de la reducción de la producción de carbón y acero, respectivamente de 290 millones de toneladas y de 65 millones de toneladas en 2016. En menos de tres años el importe del débito público en las 46 provincias, ciudades y condados aumentó en un 87%.

Sin embargo cuando Moody´s redujo el rating de china apoyando las reformas son insuficientes para contener los riesgos del débito, el gobierno central declaró que la agencia de rating sobrestimó los riesgos y subvaloró la capacidad de Beijing de mantenerlos bajo control. Las cifras del PIB en continuo crecimiento entre los años 2012 y el 2014 han creado una ola de escepticismo y de críticas de parte de los economistas sobre la credibilidad de las estadísticas económicas del país. No obstante los medios estatales chinos estés listos para defender de los datos sosteniendo la transparencia del sistema independiente de relievo o citando la suscripción del país a los estándares del Fondo monetario internacional a fines de 2015. Ya muchos observadores internacionales tratan de tener elementos más precisos sobre la tendencia económica de China tomando los datos de la energía consumida o analizando el tráfico de los contenedores.

Son los mismos medios estatales que contradiciéndose han señalado diversos casos de manipulación de los datos. Una investigación de hace dos años en las provincias septentrionales de Heilongjiang, Jilin y Liaoning reveló que al menos el 20% de los recabado en la región era inventado. El año pasado 39 sociedades del condado de Hengshan, provincia central de Hunan, denunciaron una producción de 4,4 millardos de yuan (642 millones de dólares) pero la cifra real es de 580 millones de yuan. Cinco sociedades de la ciudad de Changsha han inflado su producción a una tasa de 80 veces superior a la cifra real. Además muchas empresas han registrado las ganancias ya durante las fases de producción.

El gobernador de la provincia de Liaoning, la única zona en recesión técnica, admitió que las cifras económicas del 2011 al 2014 fueron infladas con la complicidad de funcionarios gubernamentales, cuyas promociones están relacionadas con el crecimiento económico. Un principio fundamental de la política económica lanzada por Deng Xiaoping hace tres decenios. En particular quienes beneficiaron de los datos de una economía en crecimiento in loco son los sindicatos de las ciudades más productivas que aspiran a ser promovidos como jefes de partido.

No obstante los dirigentes del gobierno central, entre los cuales el presidente Xi Jinping y el Premier Li Keqiang, haya reafirmado varias veces querer castigar lo falso en los balances, los funcionarios locales parecen dispuestos a correr el riesgo juzgado aceptable. De hecho la sanción máxima prevista para un individuo involucrado en la manipulación de los datos contables es la revocación de la adhesión al Partido Comunista, pero muy a menudo se trata simplemente de una llamada de atención formal.

No solamente los datos del crecimiento son discutibles. También aquellos sobre las inversiones, sobre la desocupación y sobre los réditos personales no serían creíbles según una investigación de China International Capital Corporation. Según los analistas de este banco de inversiones, guiados por Liang Hong, estos tres indicadores económicos, proporcionados por las agencias del gobierno chinas, por la Oficina estadística nacional y por los gobiernos locales, no son confiables en cuanto “escapan a los radares de las estadísticas chinas muchas propiedades privadas y servicios”.